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Sección: Estado de Veracruz

Bomberos veracruzanos, héroes anónimos en el incendio, la inundación o el derrumbe

- Celebran este 22 de agosto su día, con jornadas de auxilio desde cualquier hora

- A partir de la nueva ley, la Secretaría de Protección Civil les imparte cursos y capacitación continua

Xalapa, Ver. 21/08/2012

alcalorpolitico.com

Llegamos disfrazados, y como reza nuestro himno, nadie sabe quién es cuando llega... nadie sabe quién es cuando se va; llegamos, apagamos, trabajamos, rescatamos, y nos regresamos, y cuando termina el siniestro, algunas veces recibimos las gracias, otras no, pero nuestro trabajo es ayudar, a pobres y a ricos, sin importar colores o religiones, esto es un bombero, cuenta el comandante primero del Heroico Cuerpo de Bomberos de Xalapa, Pedro Marcelino Flores Viveros.

En vísperas del Día del Bombero, que el gobernador Javier Duarte de Ochoa celebrará este miércoles con los apagafuegos veracruzanos, el primer comandante señaló que con la nueva legislación en la materia, ahora las exigencias para el cuerpo son mayores, de entrada, desde el mismo reconocimiento como agentes de protección civil que los obliga a cumplir con más requisitos y niveles de capacitación, que aclara, siempre ha sido una prioridad para Xalapa.

Con esta nueva ley, añade, la Secretaría de Protección Civil les imparte cursos, y mandamos a gente para que se prepare y replique los conocimientos con todo el personal, poco a poco la dependencia ha ido certificando a los bomberos del estado.

En puerta, tienen salidas a Aguascalientes para asistir a un cursos sobre materiales peligrosos, en Veracruz puerto a un curso en mar, y en la zona de Córdoba, a un curso de aguas en movimiento en ríos, así como un curso de rescate en vehículos.

“Para nosotros es importante estar a la altura, hacer un trabajo más eficaz, menos costoso y con menos exposición de personal”.

Vocación, valor, honestidad y orden, los atributos del bombero

Para este oficio, el primer requisito es la vocación de servir, y sobre todo, valor. El primer comandante Marcelino Flores comenta que los bomberos diariamente se enfrentan a impresiones fuertes que no cualquiera supera o está preparado a enfrentar.

Porque no sólo apagan incendios o atienden fugas de gas, también ayudan a distintas corporaciones del estado, y cuando hay algún accidente severo auxilian a los ministerios públicos.

Además, detalla, quien quiere integrarse debe presentar una serie de documentos que lo acrediten vecino xalapeño y cartas de recomendación, pues deben ser personas honorables. En resumen, vocación, valor, honorabilidad, honestidad y limpieza es lo que define a un bombero.

Y sí, dice el comandante, los bomberos bajan gatos de árboles y auxilian a gente agobiada por perros furiosos, o extraviados. “Pero también rescatamos personas de los accidentes, de derrumbes, atendemos derrames de sustancias químicas, árboles caídos, inundaciones, capturamos enjambres, y de repente animales no domésticos como águilas, halcones, culebras y cocodrilos”.

De hecho, cuenta que en Xalapa se han agarrado más de cinco cocodrilos, el último lo capturaron hace seis meses, cerca de la Central de Abasto. Pero el caso más cómico, recuerda, fue en el Fovissste, cuando reportaron a un cocodrilo cruzando a media calle y meterse a una cochera: “Entonces nos habla un señor, 'oiga hay un cocodrilo en la cochera de mi casa, y pues no le creímos, pero en efecto, fuimos, y sí, medía casi metro y medio'”.

El incendio en la gasolinería de Coatepec

Las jornadas de los bomberos comienzan a las siete de la mañana, y duran 24 horas. Lo primero es el pase de lista, una hora de ejercicio, y luego, a revisar las unidades y el equipo, que tengan agua y combustible, entonces el desayuno y atender las emergencias ciudadanas. Las principales salidas de los bomberos son por fugas de gas, enjambres de abejas, para lo que cuentan con un apicultor, captura de culebras o perros rabiosos.

Anécdotas hay muchas, cuenta el bombero raso Ángel Salazar Jiménez, pero sin duda, el evento que más recuerdan es el incendio de la gasolinera de Coatepec, en mayo de 2002.

“Eran aproximadamente las ocho, nueve de la noche, éramos pocos los que estábamos de guardia, y empezar a llegar bastantes llamadas de auxilio por un fuerte incendio en la entrada de Coatepec”. Partimos cinco compañeros, fuimos los primeros en llegar, pero al momento supimos que era demasiado para nosotros, pues a la entrada, en la primera gasolinera, “se veía una flama del tamaño del mundo”.

No obstante, el comandante encargado en ese entonces giró la orden: hagamos lo que podamos hacer, y “nos pusimos a trabajar”. Cuenta que junto a la altísima llamarada, parecían chorritos de agua lo que aventaban las potentes mangueras de la unidad, hasta que se nos acabó el agua, que, confiesa, fue lo que nos salvó la vida”.

Se desmontó el equipo, se levantaron mangueras, y la unidad avanzó unos metros, en lo que veían con Protección Civil si se les proporcionaba más agua, entonces vino una fuerte explosión, “me caí, y como pude me metí debajo de un puesto de tacos, comenzaron a caer fierros y cuanta cosa ardiente. Tres de sus compañeros resultaron con quemaduras y lesiones.

“Es lo más grueso que me ha tocado, y creo que a nadie más, por poco y no la cuento”, pero estoy orgulloso de haberlo vivido y haber servido en aquella ocasión.