Cansados de esperarlo, priístas de Veracruz abandonaron a su líder nacional

Ni la presencia de los líderes de todos los cuadros del PRI en Veracruz logró que sus agremiados se quedaran a escuchar el discurso de unidad que traía el presidente nacional del partido, Enrique Ochoa Reza.

La mesa principal estaba compuesta por los senadores de la República Héctor Yunes Landa y José Yunes Zorrilla; el presidente estatal del PRI, Amadeo Flores; el presidente municipal de Veracruz, Ramón Poo; el senador y secretario de organización del CEN del PRI, Arturo Zamora; el exgobernador Flavino Ríos Alvarado, así como los líderes de CNC y CTM, Juan Carlos Molina y Víctor García, respectivamente.

El evento pactado para iniciar a las 14:30 horas tuvo los retrasos de costumbre en cada evento priísta, como si aún estuvieran en el poder.



Atrás quedaron los eventos masivos para recibir al líder nacional del PRI en el gran terreno del campo La Redonda, propiedad del líder ferrocarrilero Víctor Flores o incluso en el parque de béisbol “Beto Ávila” de Boca del Río.

Este viernes, ante la aparente pérdida fuerza del partido en el Estado, se realizó el evento en el auditorio de la Unidad Deportiva “Carlos Serdán Arechavaleta”, en la colonia Pocitos y Rivera, con tan sólo 106 mesas instaladas y un total aproximado de mil 60 personas sentadas y poco más de 300 de pie.

A las afueras trabajaban los meseros arduamente tratando de lograr meter los platillos para los comensales, tamales de barbacoa con frijoles, sin pico de gallo en las mesas, sólo unas pocas tortillas que no alcanzaron para todos.



En la zona de entrega, Rosa García, seccional priísta de la colonia Caballerizas, le gritaba a la encargada: "¡a mí me vale ver…! Yo soy la única que ganó su casilla en Veracruz y me das lo que yo quiera", llevándose una charola con 10 tamales.

A la entrada, un empleado del Ayuntamiento la cuestionaba ¿qué pasó? y le responden: "una pinche vieja que dice es líder de no sé qué”.



Junto, otra líder seccional de la colonia Reserva y que tenía en la mano tres contenedores de unicel con comida, le refutaba: "ni te emociones, ya la probé y como siempre, la carne echada a perder, los frijoles sí están buenos".

Dentro y con más de dos horas de espera, militantes, aplaudidores, sindicalizados, funcionarios municipales, exfuncionarios estatales y federales sudaban como pocas veces en un evento de su partido, pues como por arte de magia, en menos de 30 minutos, escasearon las aguas y refrescos para hidratarse.

Harry Grappa, el exsecretario de Turismo, llegó junto al exdiputado local Juan Nicolás Callejas y aprovechó el tumulto de trabajadores del SNTE que tibiamente gritaban "¡Equipo, equipo!", mismo que se fue apagando en menos de un minuto pues ya no había respuesta como en otras ocasiones.



Es así como Grappa logró llegar a una mesa y sentarse junto a la directora de Comunicación Social de Veracruz puerto, Elisa Tagle; la exdiputada local, Belem Fernández y el director de Comercio del municipio porteño, Pedro Morando, quienes sin reparo alguno decidieron hacer menos larga la espera probando el tamal de barbacoa.

Los minutos pasaban, el calor se hacía cada vez más insoportable y los que llegaron por compromiso, así como los pocos y aún priístas de corazón expresaban una desesperación enorme.

Trabajadores de la CTM se veían entre sí y comentaban: "siempre es lo mismo, te citan a una hora y hay que estar esperando tres pinches horas, no es posible”.



Otros, los menos importantes, fingieron ir al baño y se fueron saliendo poco a poco pues no había nadie que notara su ausencia, pero sí se vio un lugar mucho más vacío a como se hubiera encontrado el recinto de haber empezado de manera puntual.

Por fin, luego de dos horas de retraso, llegó el nuevo arquitecto del PRI nacional, quien buscará rescatar el mayor número de alcaldías posibles en Veracruz, Estado que fue suyo y ahora se tiñe de azul, amarillo y ciertas partes morenas.

El trayecto al presídium, el cual parecía hecho para una kermés escolar y no las acostumbradas estructuras imponentes de cualquier mandatario priísta fue tardado, ya que aún quedaban personas que le entregaron folders y pidieron ayuda para ser colocados en algún puesto.



Ya instalado y empapado en sudor, pidió al equipo que lo acompañaba que agilizara las acciones, por lo que comenzaron justo a las 16:26 horas con los discursos del alcalde Ramón Poo, seguido de Amadeo Flores y rápidamente con el de Enrique Ochoa Reza, que a pesar de sus 11 minutos de charla, no logró prender a los pocos priístas que quedaban y algunos ya acomodados en las puertas de salida, huyeron rápidamente una vez que éste culminó su discurso con el clásico “¡Compañeros y compañeras, que viva el PRI en Veracruz!”, dejando el salón vacío en menos de 5 minutos.