Ir a Menú

Ir a Contenido

Sección: Estado de Veracruz

Colosio: película, mito y significado

Rafael Arias Hern?ndez 20/06/2012

alcalorpolitico.com

La película “Colosio. El asesinato”, presente en los cines y a disposición de los mexicanos. Confieso que este hecho no se debe ignorar, ni minimizar. Así que a insistir. Va de nuevo.

El pasado que se hace presente. Nada extraño que se exhiba precisamente en tiempo de elecciones, que fue también el tiempo del sacrificio extremo del personaje central. Nada extraño que se recuerde la Historia, para señalar y advertir, lo que no acabamos de aprender. ¿Justicia para cuándo y para cuántos?
¿Por qué ahora?, dirán algunos. ¿Por qué no?, contestaran otros. Que cada quien saque sus conclusiones.

Por lo pronto, hay que adelantar que su exhibición tiene una cobertura nacional, se estrenó hace poco más de dos semanas, con 420 copias a cargo de Artecinema; y que su presupuesto fue de 60 millones de pesos.

Crimen y castigo

De la pantalla grande de la sala de cine, a la pantalla chica de la sala o recámara de cada hogar. De la leyenda colectiva, a la desmemoria y el olvido. En la eterna lucha por seguir presente, la vivencia regresa para despertar conciencias y agrandar experiencias.

Bien se sabe que, en cualquier caso, la cita y el ejemplo del personaje, puede aprovecharse para recordar y valorar, la persistente búsqueda de justicia, para asegurar la convivencia civilizada y pacífica. O tal vez, se trate de la simple idea de que todo crimen sin castigo, justifica su recuerdo y hace pertinente la reflexión sobre lo mucho que hay que hacer. Con estas ideas, siempre es oportuno ampliar algunos comentarios al respecto.

De ahí que es válido insistir y repetir. La dura, terca e inocultable realidad comprueba que Colosio tenía y tiene razón, seguimos ante un México agraviado y en crisis, desigual e injusto, con profundas diferencias sociales y ahora más afectado por la violencia de la delincuencia, pero siempre con la esperanza y la capacidad de realizar las transformaciones necesarias.

A propósito, ¿Dónde están los salinistas, Aspe y su tan inolvidable como equivocada afirmación de que: “la pobreza en México es un mito genial”?

Cómo calificar a este tipo de gobernantes, frente a la contundencia de la realidad que en una tras otra, los desmiente. Ahí están los casi 60 millones de pobres en el país y los más de 12 millones que han tenido que emigrar y, a cambio, envían casi 24 mil millones de dólares. ¿No pasa nada, todo va bien y viene lo mejor?

Razones, entre otras, que hacen pertinente y oportuno darnos la oportunidad de recordarnos, que hay sacrificios que hacen ver la realidad real y que, de los mismos sucesos históricos, hay lecturas que no se deben soslayar, ignorar, ni olvidar. Particularmente, cuando ante el hecho o el mito, es posible desprender varios significados aleccionadores

El director de la película, Carlos Bolado, asegura que “busca concientizar a la audiencia acerca del rumbo que ha tomado nuestro país con el fin de que se involucre, cada vez más, en la vida política de México…para que investigue sobre su Historia, se interese por lo que ha pasado y sepa quiénes han estado detrás de ciertos momentos clave” (Excélsior, 100612).

¿Quién se atreve a ignorar o enfrentarse a la inagotable fuente de información, conocimiento y experiencia del pasado? Es más, respecto a la película misma, ¿Quién puede estar en contra del esfuerzo artístico, en este caso cinematográfico? ¿Ajenos, insensibles o irresponsables?

Y, desde luego, respecto a la película como a cualquier cosa, en un mundo de libertades, cabe la duda y están presentes las opiniones contrarias. Las que van desde el no me gusta, hasta las que aseguran que sólo es un producto ocasional de campaña político electoral. Que cada quien piense y decida lo que quiera.

En todo caso, ante la realidad actual, es posible asegurar, que muchos de los efectos previstos, innumerables alertas anunciadas, hoy se conocen y padecen, a pesar de que pudieron ser evitadas o minimizadas.

Ante lo sucedido, a casi dos décadas del asesinato, está claro, que junto a los pocos o nulos resultados positivos, de las políticas económicas, de fomento al empleo y de combate a la pobreza y marginación, muchos otros aspectos del buen gobierno, no se atendieron bien y a tiempo, debilitándose la seguridad pública, así como la procuración y administración de justicia.

Hoy los temas de pobreza, de delincuencia e inseguridad y, desde luego, de fortalecimiento del Estado de Derecho, son temas de incuestionable prioridad nacional. Ese, es uno de los significados, que no puede ignorarse ni olvidarse. De ahí, la trascendencia, el mito popular mismo, del sacrificio violento de Luis Donaldo. Repetición de la lección de siempre: si no hay atención y previsión oportunas, es inevitable padecer las consecuencias.

La probada negligencia, ineficiencia, ineptitud o complicidad, presentes en mayor o menor medida, en los tres ámbitos de gobierno, han permitido el crecimiento de la delincuencia y la impunidad. Casi 60 mil ejecutados, cuantiosas pérdidas materiales y un clima de temor e incertidumbre, han sido, entre otros, los costos de esta falta de capacidad de respuesta y de anticipación.

Los significados

Cualquier expresión artística, puede provocar opiniones de todo tipo; pero también información y recreación, conocimiento y aprendizaje, aunque sean mínimos.

De la película, muchas de las expresiones favorables, se han externado y coinciden en señalar la importancia de conocer el pasado y sus protagonistas, aunque sea a través de un film que mezcla un hecho histórico con la imaginación. Pero también hay los que señalan su deliberado uso electoral, para convertir el trabajo en forma de propaganda o anti propaganda, ya que muchos hechos aún siguen sin esclarecerse y la ficción introduce elementos nuevos.

El Presidente de la Fundación Colosio del PRI, al respecto expresó que “no es posible saber dónde acaba la realidad y dónde empieza la ficción; quien escribió el guión tiene una inmensa capacidad de imaginación” (Reforma, 140612).

Como se ve, persiste la corriente del mito genial, del no es para tanto. Contraste con la realidad, analgésico insuficiente para el dolor social. Escape y desviación.

En fin, respecto al ejemplo y discurso de Colosio. Estas y otras ideas, palabras, mensajes y textos, de pensadores y luchadores sociales de todos los tiempos, constituyen un valioso legado que forma parte de la historia, del conocimiento público y de la experiencia colectiva.

Encontrar los significados, interpretarlos y enfrentarlos a las nuevas realidades es un trabajo interminable, un esfuerzo permanente. Hay que aprovechar toda oportunidad para la reflexión, y para la acción.

Ante una sucesión gubernamental difícil y compleja, simpatizantes, militantes, ciudadanos y todos en general, tenemos que contribuir y participar en este, nuestro propio gran esfuerzo democratizador. Multipliquemos el diálogo, aprovechemos crítica y autocrítica y aseguremos el compromiso propositivo y constructivo; participemos para incorporar nuestra opinión y contribución.

La lección se hace presente y no se debe olvidar: tanto en la acción política como en la responsabilidad de servir en la administración pública y en el honor de gobernar, la diferencia fundamental, está en la propuesta viable y el cumplimiento encomiable, en la congruencia y la responsabilidad. En todo caso, hay que tener presente que la Democracia representativa y participativa es responsabilidad de todos; y que uno de sus propósitos centrales es gobernar al gobierno.

La siempre oportuna y aleccionadora reflexión sobre Luis Donaldo nos recuerda, que debemos aprender de nuestros aciertos y errores; que lo que marca la diferencia no son sólo las intenciones y las declaraciones, sino las acciones y los resultados.

He oído a algunos jóvenes de ayer y hoy, expresar su gran preocupación porque para muchos mexicanos, para demasiados, crece el hambre y sed de justicia… excepto para aquellos que creen que gobiernan, bajo el anacrónico principio del “todo va bien y no pasa nada”… Hasta que pasa.

Y respecto a la película o a cualquier expresión artística, política o social. En cualquier caso, la mejor recomendación es que cada quien decida ver o no, aceptar o rechazar; y también insistir que, tal vez lo mejor, es tener presente que todo tiempo, cualquier momento, tema o pretexto, es bueno para saber de los alcances y limitaciones de la justicia humana.