icono menu responsive
Columnas y artículos de opinión
PensiónISSSTE: otro golpe
Helí Herrera Hernández
21 de diciembre de 2015
alcalorpolitico.com
[email protected]
Twitter: HELÍHERRERA.es
 
El Estado burgués actual tiene en común, con el Fantasma de Canterville la extensa fama y la incertidumbre sobre su realidad material. Se habla mucho de él; se escriben miles de cuartillas de él, pero las masas sociales no lo ven, no lo sienten, no lo perciben. Ni siquiera una sombra furtiva del Ente. ¿O desertó como institución política-social, garante de los derechos humanos, políticos, sociales y laborales de sus representados, o de plano se extinguió?
 
Los poderes que lo constituyen perdieron el rumbo trazado por la revolución a finales del siglo XX, y con la llegada del nuevo milenio se despojaron de todo pudor y vergüenza y han decidido convertirse en un instrumento del capital, asestando duros golpes a las conquistas del movimiento obrero nacional, que de acuerdo con FORBES (Revista especializada en negocios en el mundo), son los peores pagados de los países que están afiliados a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, la OCDE.

 
Lo explico: El 8 de septiembre el presidente Enrique Peña Nieto envió a la Cámara de Diputados el paquete económico para 2016, que incluye su iniciativa para modificar el sistema de pensiones de los trabajadores al servicio del Estado, con el adendum, que casi la mitad de los miles de millones de pesos que la constituyen serán manejados por la iniciativa privada, con el pingüe argumento para lograrlo, que miles de cuentas de burócratas están migrando AFORES privadas. De esa forma Peña planteó cambiar el régimen de pensionissste para constituirla en una empresa de participación estatal mayoritaria, donde el 49 por ciento de los 119 mil 373 millones de pesos sean manejados por afores privadas (58 mil 500 millones de pesos), y el restante 51 se queden en manos del gobierno.
 
Modificar el régimen de pensionissste para convertirla en una empresa estatal trae aparejada una serie de perversidades, que en manos de políticos neoliberales sería colocar en peligro inminente los casi 120 mil millones de pesos que tienen de capital, en primer lugar porque le concede al titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público la última palabra para el manejo de esa cantidad que la obtuve del portal de La Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro, con posibilidad constitucional de que el presidente de la república en turno la liquide o desaparezca, como sucedió con la paraestatal Luz y Fuerza del centro, a decisión del expresidente Felipe Calderón Hinojosa, que dejó en el desamparo a casi 30 mil electricistas.
 
No es todo. Dicho sistema de pensiones dejará de reinvertir las ganancias o remanentes de las pensiones en poco más de 400 mil burócratas que ganen menos de 4 salarios mínimos, dado que la deja indefinida en cuando menos 3 mil millones de pesos que conforman las reservas de la nueva entidad, aunque lo peor es cuando queda estipulado en la iniciativa y aprobado por la Cámara baja del Congreso de la Unión, que el Gobierno Federal no se hará responsable ante quebranto alguno, es decir, que los bancos pueden como mejor les plazca manejar e invertir esos miles de millones de pesos, sin que se hagan responsables de las pérdidas que por sus malas decisiones o tramposerías tenga el capital de los trabajadores. El artículo segundo de esta ley aprobada por los diputados del PRI, de Acción Nacional, del Partido Verde y el PANAL dice: "El Gobierno Federal no responderá por las obligaciones a cargo de la sociedad, ni por cualquier minusvalía en el valor de las sociedades de inversión especializadas de fondos para el retiro (siefores), que dicha sociedad administre y opere".

 
¿Entonces para qué está el Estado? ¿Para proteger sólo a los banqueros, a las constructoras de autopistas, a los dueños de los ingenios azucareros que cuando quiebran los rescata el Estado Burgués con dinero público? ¿Y el ahorro de los burócratas y trabajadores al servicio del Estado que por años, mensual y quincenalmente depositaban en afores su dinero para que creciera y les garantizara una vejez de sobre-vivencia al menos? Actualmente pensionissste cuenta con 119 mil 373 millones de pesos distribuidas en 4 siefores, las cuales se dividen tomando en cuenta la edad de los trabajadores. La Ley Vigente contempla que las comisiones por el manejo de cuenta sean las más bajas del mercado, y que el remanente o ganancia se reinvierta en los trabajadores que ganan menos de 4 salarios mínimos, que son cerca de 408 mil. A como quedó aprobada la Ley ya no se reinvertirán esas ganancias en los trabajadores que las ahorraron.
 
Informes que recabé en pensionissste establecen que el año pasado se generó un remanente de 822 millones de pesos, y que por lo menos 30 por ciento se reinvirtió en las pensiones de ese sector de menor ingreso, que bien administradas, como venían siéndolo, matemáticamente iban a pasar de 3 mil 754 millones de pesos (2014), a 5 mil 503 millones de pesos para 2016.
 
¿Qué argumento puede dar Peña Nieto o sus asesores para arrebatarle al actual Consejo de Administración de pensionissste esos miles de millones de pesos, cuando éste, con mayoría de trabajadores, demostró ser un excelente administrador, cuyas decisiones tomadas aumentaron el capital y sus reservas técnicas, y cuyas ganancias iban directamente al apoyo de aquellos trabajadores con menores ingresos? ¡Mejor, imposible!

 
Pues no la hubo. Por más que leí la exposición de motivos, ni siquiera allí la encontré, cuando ésta siempre es elocuente y fantasiosa para justificar el asalto ya en el cuerpo de la ley.
 
La retrógrada iniciativa ya aprobada por la Cámara baja y en stand by en la de Senadores, contempla un nuevo Consejo de Administración con 18 integrantes: 9 serán funcionarios (el titular de hacienda, el director del nuevo organismo propuesto por la misma dependencia, 3 representantes de hacienda más uno del banco de México, la secretaría de Trabajo y Previsión Social, la secretaría de la Función Pública y el director del ISSSTE), todos ellos empleados del Presidente de la República, mientras que los 9 trabajadores serán designados con la intervención del secretario del Trabajo. ¿Cual autonomía para la toma de decisiones en beneficio de todos estos trabajadores-burócratas y más, cuando el voto de calidad lo tiene el secretario de Hacienda, por si algún hombre o mujer bien pensado creyera que democráticamente podría darse un empate?
 
En resumen. Esto es un nuevo atraco al movimiento obrero en México, a las clases sociales que generan la riqueza en este país. Les arrebatan sus ahorros para dárselos a los banqueros que son parte de la minoría enriquecida en México, para que sigan acumulando dinero y que, si por alguna mala decisión (o trampa, apuntaría yo) pierden esos recursos (minusvalía), no son responsables ni están obligados a reponerlos, porque ese Estado invisible para los que menos tienen los faculta, en pocas palabras, a robarle sus ahorros a los trabajadores. El mismo gobierno no responderá, lo dice el dictamen en letras ni siquiera chiquitas.

 
Esto, ya de suyo grave, se agudizó cuando perversamente convierten a pensionissste en una empresa paraestatal, dado que la Ley Federal de Entidades Paraestatales contempla la liquidación de éstas "…..cuando ya no resulte conveniente conservarlas", bastará que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público recomiende al Ejecutivo Federal liquidarla o disolverla, como ya lo apunte con Luz y Fuerza del Centro.
 
¿Podrá seguir resistiendo el pueblo de México todos estos embates de los hombres que han convertido al Estado en verdugo de los que lo eligen?  
 
¡La mano invisible pega, maltrata y condena a la amargura a los pueblos del mundo capitalista!