icono menu responsive
Columnas y artículos de opinión
Cabos Sueltos
Silvia Sigüenza
7 de enero de 2016
alcalorpolitico.com
El canto de júbilo y libertad, muy lejos está de nosotros.
 
Aún no se inicia formalmente ni siquiera el registro de candidatos y ya el infierno comienza a enviar sus llamas calcinantes. Grave muy grave el revuelto mar de las ambiciones. Todos y cada uno de los que han sacado la cabeza y han lanzado su voz para decir -aquí estoy, soy el bueno, el impoluto, el redentor- muestran algo que de alguna manera para nosotros los ciudadanos de a pie es incomprensible.
 
Tal parece que a aspirantes y adláteres se les olvidan los tiempos. Con mayor o menor disimulo desde el pasado diciembre los aspirantes a suceder a Duarte de Ochoa, comenzaron su labor de acercamiento con los ciudadanos. José Yunes Zorrilla, Héctor Yunes Landa y Miguel Ángel Yunes Linares; este último ha sido más medido en lo que a actividades de acercamiento y proselitismo se refiere. Después hizo su llegada al escenario el sempiterno Andrés Manuel López Obrador abanderando a Cuitláhuac. En fin ya veremos cuando conozcamos las candidaturas oficiales por partido o coalición, cómo se bailará la bamba.
 

El “hermetismo” presidencial sólo agrega sabor al caldo de las suspicacias, cambios de bando, patadas debajo de la mesa, hartos corre ve y dile, que funcionan de ida y vuelta; en fin que si de lo que se trata es de revolver las aguas negras de la sucesión y alimentar la gallera. Hacen su trabajo muy bien. Los resultados ya serán otra cosa.
 
Por su parte Miguel Ángel Yunes Linares, se la ha llevado medio de a muertito mirando los toros desde la barrera y estudiando la forma y momento ad hoc para abrir su frente.
 
Cuidado ciudadanos, la gallera anda muy alborotada, la confusión es un punto central, se trata de mantener a los grillos, grillitos y ciudadanos del fuero común a quienes aún les interesan estos galimatías, ocupados y de alguna manera entre las pláticas de café, las encerronas de presuntos emisarios-amigos de algún candidato. Mientras tanto al gobernador del Estado le autorizan otro millonario endeudamiento para heredar a los veracruzanos.
 

Y tenemos hasta el día de hoy, un sinfín de dimes, decires y mentires; vemos como los medios se van arrimando a la hoguera que sienten les da y/o dará más calor. Y esta contienda aún no comienza. Para pronto terminar parece que de todo el muestrario, gane, pierda o no figure en las candidaturas, el más serio, decente y firme en sus decisiones públicas, es el senador José Yunes Zorrilla; cuando por disciplina partidista tiene que cumplir con su presencia en algún acto como fue el Agrario en Veracruz puerto. Serio, inteligente y respetuoso de su partido y de sus conciudadanos los veracruzanos; ha tenido la actitud prudente y disciplinada de guardar silencio ante muchas situaciones no cómodas para él. El caso de Héctor Yunes es muy discutible, si bien es cierto que se trata de un político con carrera, no es menos cierto su virulento carácter, y hay algunas situaciones que trató de aprovechar sin medir lo delicado que esto podía resultar, fue el caso de su aparición en un plantón de maestros jubilados a los que no se les había cubierto su pensión. Y si es real la sentencia de que la política es el arte de comer detritus sin hacer gesto y de ser necesario pedir más, pues Héctor la cumplió al pie de la letra, después de haber recibido la burla ofensiva de la caña de pescar.  
 
En fin, esto apenas inicia. Calma, prudencia, dedíquese a su trabajo y deje que se desgaste esta fase preliminar que arrasa con quien puede. Después por supuesto que como ciudadano responsable siga a los candidatos que nos presenten y vote por el que cubra sus expectativas como ciudadano.