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Columnas y artículos de opinión
Candidatos Habemus
Helí Herrera Hernández
18 de enero de 2016
alcalorpolitico.com
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Twitter: HELÍHERRERA.es
 
A escasos 150 días de la elección de Gobernador y diputados locales en Veracruz, las principales fuerzas políticas han definido quienes serán sus abanderados para sustituir la pesadilla que instaurara Fidel Herrera Beltrán hace 11 años. Así, el Partido Acción Nacional en alianza con el de la Revolución Democrática postula a Miguel Ángel Yunes Linares; El PRI aliado con su parche permanente el Verde, más la morralla política integrada por los partidos estatales Cardenista y AVE, y en una de esas hasta el PANAL y Encuentro Social, al senador Héctor Yunes Landa, mientras que el partido de Andrés Manuel López Obrador lanzará al maestro Cuitlhuac García y Movimiento Ciudadano al exsenador de la República Armando Méndez de la Luz.
 
A estas alturas hemos escuchado por lo menos a dos actores de esta contienda, paisanos, nacidos ambos en el municipio de Soledad de Doblado, que por muchos años militaron en el mismo instituto político, ese que nos anunció junto con el PAN desde hace más de 30 años la llegada de México al primer mundo, con un modelo económico neoliberal en voz del profeta Salinas, sin que sus teorías hayan formado cuerpo. La tierra prometida no llega, al contrario, estamos peor y ellos siguen allí, entercados con discursos largos pero ideas cortas.

 
Los hemos escuchado criticar severamente al gobierno de Javier Duarte, acusándolo de ineficacia y protector de funcionarios de su gabinete corruptos, que se han enriquecido brutalmente en esos 11 años. Han dicho que con él la inseguridad se asentó en Veracruz, que el desempleo permea desde Las Choapas hasta Pueblo Viejo; que el Estado esta dentro de los tres últimos lugares de eficiencia educativa; que los servicios de salud están saturados y rebasados por la demanda; que los maestros y burócratas no reciben a tiempo sus emolumentos y lo peor, lo acusan de ser un gobierno represor que sin piedad golpea a pensionados que salen a manifestarse, mientras a sus grupos de choque como antorcha campesina o los 400 pueblos gozan de impunidad y extrema tolerancia.
 
Varias veces y en distintos medios remachan sus intervenciones precisando que Veracruz esta en quiebra, en la banca rota, cosa que es cierta, indudablemente, pero ninguno de los dos ha planteado un programa de rescate financiero, un plan de gobierno a dos años que por lo menos siente las bases de un desarrollo sustentable que combata todos estos flagelos que hoy padecemos. ¿El cuándo? ¿El cómo? ¿El con qué?  
 
Muestran ayuno en estos conceptos que serían, bien estructurados, la oferta política-electoral que haga que los veracruzanos miráramos hacia ellos como la solución al Estado colapsado. Es cierto que los veracruzanos queremos que se castigue con cárcel a los funcionarios de primer nivel que se hayan robado los dineros públicos y que los muestran sin ningún pudor, pero más importante aun es que el futuro gobernador, con el apoyo de verdaderos diputados impulsen una serie de acciones que generen confianza entre la aterrorizada población; que provoquen bienestar con políticas públicas que detonen el empleo; con medidas de fondo que eficienticen los servicios de salud; con obra publica que resuelva cuellos de botella que impiden el progreso social y económico; con medidas que pongan la educación media superior y universitaria al servicio de todos, sin excepción alguna, pero con universidades publicas serías y no vaciladas.

 
En una conferencia de prensa el candidato del PAN-PRD Miguel Ángel le dijo al hoy candidato del PRI que "él propone el cambio, mientras Héctor el continuismo". ¿Cuál cambio, el que planteó Vicente Fox como candidato y nunca lo hizo como presidente? ¿Meter a la cárcel a los políticos corruptos que se enriquecieron escandalosamente en 11 años, como los tiburones que nos prometió Fox y ni siquiera a un charal encarceló? ¿Cuál cambio? ¿El de las políticas públicas económicas para combatir la pobreza que implementó Fox? ¿No fue una extensión del PRI el PAN cuando gobernó este país? ¿Cuál cambio representa el candidato a gobernador perre-panista? ¿El que nos vendió Felipe Calderón? Ése que nunca hizo. ¿Sinceramente creerá ese candidato que la sociedad nacional vio diferencias entre los gobiernos del PRI y del PAN? ¿Cuál? Denme una sola que nos demuestre que Vicente Fox o Felipe Calderón hayan hecho las cosas distintas al PRI en materia económica o de seguridad, o de política social ¡No! Ambos, son candidatos gatopardistas del cambio para que todo siga igual. Lo declaro desde hoy, ninguno de los dos, el del PRI y/o el del PAN encarcelará a los pillos que han saqueado a Veracruz. Ninguno tocará a Fidel Herrera ni a sus muchachitos, ni a sus bienes, ni a sus cuentas de cheques, ni a sus inversiones si llegaran al Poder Ejecutivo. ¿Alguien quiere apostar? Yo afirmo categóricamente que no.
 
La subjetividad del cambio o del continuismo no es un simple juego de palabras o enunciados declarativos para accesar al poder. Tomarlas así solo demuestran la suma de ambiciones personales, de la enfermedad del poder que lo han tenido tanto el Partido Revolucionario Institucional como el de Acción Nacional, con las consecuencias que nosotros, y no ellos, padecemos, porque han sido beneficiarios del statu-quo.
 
De lo que se trata aquí es de concebir y estructurar un plan de gobierno emergente, sustentable, basado en la realidad financiera que tiene el Estado tomando en cuenta todo el material humano talentoso que puede aportar, en razón de los recursos naturales y materiales con que se cuenta. Una verdadera oferta política-electoral que le informe a los veracruzanos las soluciones viables con las que se pueda detener el deterioro social en que nos tienen los funcionarios actuales, que sirvan de base, además, para iniciar un despegue productivo que genere bienestar humano, principalmente para los que menos tienen.

 
Veracruz se merece otro rumbo, otra ruta, otro destino y sólo se puede alcanzar si los candidatos oficialistas están dispuestos a combatir no sólo la corrupción, sino el modelo económico que la genera. ¿Estarían dispuestos los Yunes hacerlo? No lo creo, porque los beneficiarios de ese modelo son sus patrocinadores, sus inversores, los que financiarán sus campañas y después cobrarán esos favores.
 
Los veracruzanos tendremos que seguir esperando mientras no entendamos que hay que dejar la comodidad para salir a dar la pelea contra los estereotipos políticos de siempre en la calle, en las plazas públicas, en las oficinas, en las aulas, en las iglesias y en donde quiera. Estamos a tiempo de impulsar una candidatura seria, con políticos serios (que los hay), y profesionales en el quehacer público y que cuando han detentado cargos de elección popular han dado resultados.  
 
Cambiemos los lamentos con acciones; la inconformidad con participación política y la falta de futuro con lucha en el presente.