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Columnas y artículos de opinión
¡Otro golpe del gobierno!
Helí Herrera Hernández
22 de febrero de 2016
alcalorpolitico.com
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Twitter: HELÍHERRERA.es
 
La semana pasada el gobierno federal y el Banco de México anunciaron 3 medidas que impactarán sobremanera la endeble situación económica que atraviesa nuestro país, y que golpeará los descocidos bolsillos de todo aquel ciudadano que vive de prestado, es decir, del crédito: a) Incremento de 50 puntos base a la tasa de interés de referencia para ubicarla en 3.75 por ciento; b) "Ajuste preventivo" al gasto público para lo que resta de este año por un monto de 132 mil 300 millones de pesos, equivalente al 0.7 del Producto Interno Bruto, para hacer frente al deterioro financiero del gobierno y c) suspendió la subasta de dólares automática de la reserva internacional de divisas, aunque previó intervenciones discrecionales en el mercado si se presentan condiciones excepcionales.
 
La tasa de interés aumento de 3.25% a 3.75 debido a la volatilidad de los mercados financieros y la caída del precio del barril de petróleo que impactan de manera negativa al peso, lo que aumenta la posibilidad de que las expectativas de inflación superen el 3 por ciento que se fijó el gobierno federal como techo. La pregunta sin embargo aquí es ¿Cómo afecta la medida decretada por Luis Videgaray, secretario de Hacienda y Crédito Público y Agustín Carstens, director del Banco de México a los mexicanos?

 
Los bancos, al igual que las personas, también piden prestado y lo hacen al Banco de México (exclusivo para bancos). Éste tiene su propia tasa de interés y es la que se conoce como "tasa de interés de referencia". Si ésta sube todos los bancos la elevarán por todos los servicios que prestan a sus clientes como tarjetas de crédito, hipotecas, créditos para adquirir automóvil o prestamos personales o empresariales. En consecuencia, la alza de 50 puntos que acaba de decretar Banxico activará un efecto dominó en los bancos y de éstos con sus clientes, ya que le pega directamente al bolsillo de los más de 45 millones de compatriotas y sus familias que viven de las tarjetas de crédito por un lado, y por el otro le pegará directamente al sector de la construcción e industrial porque encarecerán los recursos (dinero) para la inversión, no generando empleo mientras no bajen las tasas.
 
Por lo que se refiere al recorte de 132 mil 300 millones de pesos éste tendrá un impacto primordial en los sectores a donde va dirigido. Por ejemplo: le quitan 100 mil millones de pesos a PEMEX derivado de la caída del precio del barril que perdió casi el 60% de su valor en menos de 8 meses. Ese bajón no garantiza siquiera el congelamiento de la estructura laboral actual, sino que se traducirá en decenas de miles de despidos por no tener la paraestatal recursos para cumplir con los pagos salariales, a más que se condena a esta industria a un nulo crecimiento colocándola al borde del abismo, pues ahora la competencia con industrias privadas norteamericanas a las que le abrió las puertas Peña Nieto podrían destrozarla por ser mas competitivas al contar con tecnología de punta para la exploración, producción, refinamiento y comercialización del petróleo y sus derivados.
 
El propio director de Petróleos Mexicanos Antonio González confirmó en una entrevista concedida a Televisa la semana pasada "….sin duda habrá que hacer ajustes del personal actual, técnico y administrativo", sin precisar el número de empleados que serán despedidos, aunque especialistas afirman que serán decenas de miles en todo el país.

 
En lugar que el Ejecutivo Federal decretara un recorte al gasto corriente, principalmente en el rubro de salarios y gratificaciones a todos los funcionarios de primer, segundo y tercer nivel, así como al gasto programado para los otros dos poderes y bajar así los altísimos salarios que perciben magistrados, senadores y diputados, al igual que a organismos públicos descentralizados como el INE y TRIFE, cuyos consejeros y magistrados se hinchan de dinero social cada mes en sus cuentas bancarias, lo hace con una industria que sin ella, difícilmente esta nación tendría la viabilidad económica si llegaran gobiernos honestos y pulcros en el quehacer público.
 
Un ejemplo del párrafo anterior sería lo relativo a la tercera medida decretada: suspender la subasta de dólares diaria que teníamos. Me parece mas importante ver el bosque en lugar del llano. Lo explico: De acuerdo con el ITESO (Sistema Universitario Jesuita), nuestro país llegó a acumular hasta junio de 2015, 195 mil 400 millones de dólares de reservas monetarias, comprando cada divisa norteamericana a un promedio de 12 pesos. De esa fecha para acá se han vendido 20 mil 999 millones de dólares a un promedio de 17 pesos cada uno, tomando en consideración que el viernes 19 tenía el Banco de México 174 mil 401 millones de dólares (5 pesos de ganancia por cada dólar), pues bien, haciendo matemáticas tenemos que el gobierno federal acumuló una ganancia por dólares enajenados todos los días de 104 mil 995 millones de pesos (olvídese que los vendía dizque para contener la voracidad en el mercado de la divisa norteamericana, y evitar con ello que no se devaluara nuestro peso –que nunca consiguió- en una flotación sucia, que la explicaré en el siguiente artículo), ¿Dónde están? ¿Qué ha hecho el gobierno de Enrique Peña Nieto con todo ese dinero? ¡Es casi similar al monto que redujo al gasto público!
 
Me di a la tarea de buscar alguna respuesta a estas interrogantes en toda la estructura gubernamental pero no existe, no la encontré porque tenemos un gobierno poco transparente con los dineros públicos, poco eficiente en cuanto a resultados de crecimiento económico y sin ideas para sacar al país de la crisis económica que ellos mismos sembraron con sus tesis neoliberales y entreguistas a los organismos financieros internacionales.

 
Estas 3 nuevas medidas económicamente hablando tienen para el grueso de la sociedad una sola traducción: contracción del mercado interno, desempleo, nulo crecimiento económico comparado con la tasa de crecimiento, disminución del ingreso Per-cápita. En pocas palabras, recesión.  
 
Concluyo con una buena noticia para que no me tilden de amargado. Si usted es uno de los 8 de cada cien mexicanos que tiene una inversión en los bancos ¡Felicidades, porque al subir las tasa de interés los bancos le pagarán mayores rendimientos! Prepárese pues para viajar, estrenar auto, cambiar de casa y le puede alcanzar hasta para adquirir un yate y lanzarse a la mar.
 
Sigo afirmando como hace ya varias décadas. En toda crisis económica el rico se hace más rico y el pobre…..miserable.