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Columnas y artículos de opinión
Discursos largos, ideas cortas
Helí Herrera Hernández
29 de febrero de 2016
alcalorpolitico.com
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Era el lunes 22 por la noche cuando un amigo me informó: "Acabamos de salir de acuerdo con Miguel Osorio Chong y Manlio Fabio Beltrones. Duarte se va; es lastre, todo lo que hace nos está dañando y todo lo que habla nos perjudica. Es insostenible al frente del Ejecutivo. Ya lo entendieron el secretario de Gobernación y el dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional. Antes del miércoles manda su solicitud de licencia al cargo al Congreso, para que cite la directiva a una sesión extraordinaria para aprobársela y nombrar un interino que culmine el mandato".
 
Lo oí agitado y emocionado, sabedor que todos los estudios de impacto social que desde meses atrás ha mandado hacer el equipo de Héctor Yunes Landa le arrojaban una sentencia: Con Duarte el precandidato del PRI se debilita y fortalece a la oposición. Si se va, todos los grupos económicos agraviados por su gobierno se reconcilian con el tricolor y cerrarán filas con el senador con licencia. Me pidió silencio absoluto sabedor que cuantas veces me lo ha solicitado siempre ha sido correspondido, pero que me lo contaba porque esa decisión animaba sobremanera a la burbuja del precandidato que ya no veía lo duro sino lo tupido con todas las pifias que ha cometido el Gobernador, y que lo estaban lastimando frente a los veracruzanos.

 
Si saco a relucir esta confesión es por autorización expresa que 48 horas más tarde me diera el informante, agregando que lo hacía debido a que alguien que también había estado en el War-room ese lunes, le había filtrado la primicia al precandidato del PRD, Miguel Ángel Yunes Linares y éste, que nunca ha tenido un pelo de tonto, inició un ofensiva mediática desde el martes 23 anunciándole a todos los veracruzanos la renuncia de Javier Duarte de Ochoa, y que de acuerdo como la manejaba prácticamente se debía a él. De esta forma canalizaba la caída del gobernador y con ello las simpatías de decenas de miles de veracruzanos que exigen no sólo la renuncia del mandatario, sino hasta la cárcel para él y para el que fuera su primerísimo círculo de funcionarios como Jorge Carballo Delfín, Erick lagos, Edgar Spinoso, Beto Silva, a quienes se les responsabiliza de la quiebra económica en que se encuentran las finanzas del gobierno de Veracruz.
 
Conocida la estrategia del expriísta Yunes Linares y los efectos positivos que le estaba generando en las redes sociales, desde la oficina donde se tomó el acuerdo para "renunciar" a Javier Duarte, el miércoles 24 a la una de la tarde se tomó la decisión de dar marcha atrás para evitar el coronamiento del amigo íntimo de la profesora Elba Esther Gordillo, con un plus que quién sabe por qué no lo habían hecho: ser contestatario el candidato a toda la metralla que le viene dando Yunes Linares, cobijado, además, por una campaña de su partido el PRI en Twitter, Facebook, prensa escrita y spots en la radio y televisión donde le recuerdan al exsecretario de Gobierno de Patricio Chirinos Calero que por sus venas corre el ADN verde blanco y rojo; las defensas apasionadas que dio por ese expartido, así como desde la tribuna mas alta del pueblo de México, la cámara de diputados, de Carlos Salinas de Gortari, defendiendo una y otra vez las reformas económicas que le dieron cuerpo al neoliberalismo; la privatización del ejido que engendró el neolatifundismo, el regreso del fuero y derechos al clero político olvidándose de toda la historia Juarista que nos dio prestigio y liderazgo en el mundo. Hoy circulan miles de videos donde vemos a un Yunes Linares repitiendo frente a las cámaras que quería ser el candidato del PRI al gobierno de Veracruz; y que Salinas de Gortari era un presidente de la república de excepción.
 
Se acabó el monologo de acusaciones que traía el candidato perredista-panista contra Duarte y el PRI (ciertas, eso sí), para dar paso a una guerra de videos entre el PRI y el PAN para ver quien es el partido mas protector de ladrones; más hacedor de funcionario corruptos y el que más le ha hecho daño a México. Gracias a este escenario los veracruzanos jóvenes y maduros ya tienen una mejor perspectiva no sólo sobre estos partidos políticos que trajeron el actual modelo económico depredador, sino de sus candidatos a gobernador. El Yunes azul acusando al Yunes rojo de formar parte del sistema y el PRI contestándole que el también, prácticamente toda su vida; el Yunes amarillo acusando al Yunes verde por proteger a un gobernador ladrón, y éste contestándole que él esta siendo también investigado por diversos delitos. El Yunes azul-pálido acusando al Yunes roji-verde-turquesa de formar parte de la pandilla de saqueadores de los dineros de los veracruzanos y su partido contestándole con videos muy ejemplificadores las cuantiosas residencias multimillonarias que posee en Boca del Río, el puerto de Veracruz y en el extranjero, así como sus obesas cuentas bancarias.

 
¿Y la propuesta? ¿Y el plan para rescatar Veracruz? ¿Y la oferta programática que le de esperanza a los veracruzanos de conseguir un empleo, de encontrar seguridad, de tener escuelas dignas para sus hijos, de recibir los maestros todos sus emolumentos, de cobrar sus pensiones a tiempo todos los jubilados?
 
En esta guerra de lodo entre los partidos y candidatos de la burguesía parece no impórtales la problemática aguda de los veracruzanos. Para uno sólo parece interesarle meter a los funcionarios priístas corruptos (como debe ocurrir, sin distinción de siglas) a la cárcel, y para el otro sacudirse la sombra del fidelato, autor de todas las desgracias. ¿Pero a la gente de a pie qué?
 
¡Sí, claro, cárcel para los pillos rojos pero desde arriba, desde quien los enseñó a robar y hoy lo protege Peña desde España, pero aparejado a ello un plan de rescate para Veracruz que genere desarrollo, paz y crecimiento económico y bienestar familiar!

 
No lo tienen los Yunes, no lo tiene el PAN-PRD, No lo tiene el PRI y sus partidos lacayos Verde, PANAL, Cardenista y AVE. ¿Por qué? Porque a ellos sólo los mueve el poder por el poder mismo. El poder como medio para enriquecerse, para someter, para entregar la patria a los inversionistas extranjeros y a los barones del dinero en México que siguen engordando sus carteras mientras el pueblo enflaca.
 
Duarte se va ir, se los aseguro desde hoy. Será cuando al PRI, a Beltrones, a Osorio y a Peña les convenga. Lo tienen que sacrificar para tener posibilidades de mantener su reserva electoral porque lo que les importa verdaderamente a éstos es la elección de 2018, la presidencial. A los veracruzanos ni nos ven, ni nos oyen como decía aquel minidemonio Carlos Salinas de Gortari del que los Yunes se quieren deslindar, teniendo a la historia como la loza que los sepulta.
 
¡Discursos largos-ideas cortas. Hombres y partidos con mucho dinero, con carretadas de millones de pesos pero sin pensamientos coherentes, sin imaginación. Qué difícil es el decir y el hacer cuando no se tiene honradez ideológica y prestigio moral. ¡Lástima que estas cualidades no se encuentren en el mercado!