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Columnas y artículos de opinión
Economía y sociedad
5% sí: por una universidad colapsada, por un Veracruz en ruinas
Hilario Barcelata Chávez
16 de marzo de 2016
alcalorpolitico.com
La precaria situación financiera que vive la Universidad Veracruzana le ha impedido en los últimos años, proveer de manera creciente educación superior a miles de jóvenes que por ello, han perdido la oportunidad de estudiar una carrera profesional.
 
Durante el período 2006-2016, la matrícula de la UV apenas creció en 5,368 alumnos (tan sólo un 7.3%) y en algunos de estos años incluso se redujo como en 2008 cuando registró un descenso de más de 6,000 alumnos.
 
 
Este comportamiento contrasta con el observado de la matrícula total de educación superior en el estado, la cual creció en 81,453 alumnos en el mismo período, lo que muestra el enorme rezago en las oportunidades que debe brindar la UV como garante primordial del derecho a la educación consagrada en la constitución del estado.  
 

Por esta razón la participación de la UV en total del sistema de educación superior en Veracruz se redujo de un 46% en 2007 a un 33% en 2015.
 
 
 
Esto situación se debe primordialmente a que la oferta de nuevos lugares dentro de la UV no sólo no ha crecido sino que además se ha reducido de manera considerable de tal modo que mientras que en 2008 se ofertaron 16,234 nuevos lugares, en 2015 fueron 15,924, es decir un descenso de 400 lugares menos. 
 
 
 
Y si se observa el comportamiento de la oferta año por año, se puede identificar que de 2010 a 2014 las oportunidades para estudiar en la UV se redujeron aún más, particularmente en 2012 cuando la oferta fue de 15,383 lugares, esto es 941 lugares menos que en 2008.
 
 

De modo que mientras que la oferta de lugares decreció en -2% en el período de análisis, el número de estudiantes que solicitó ingreso creció en 13% y como resultado, los rechazados aumentaron en 27%.
 
Lo anterior condujo producir un pasivo educacional muy profundo en Veracruz, que viene creciendo año con año, de tal modo de alcanzar un máximo de 26,875 en 2007 para disminuir hasta 17,585 en 2009 y después incrementarse hasta alcanzar un monto de 23,011. De este modo de 2005 a 2015 un total de 401,304 jóvenes solicitaron un lugar en la UV, pero sólo hubo 167,061 disponibles lo que propició que en ese período se acumulara un total de 234,243 estudiantes rechazados.
 
 
De esta manera mientras que el total de alumnos que cursa actualmente algún grado de nivel bachillerato y solicitará un espacio en la UV en el año actual y en los próximos dos años, alcanza un total de 332,194, la UV apenas podrá ofrecerles en promedio 16,000 lugares por año, esto es 48,000 nuevos espacios en el período 2016-2018, lo cual representa apenas 15% de total de alumnos en bachillerato.
 
 

El profundo pasivo educativo que genera la falta de crecimiento de la UV ha propiciado un proceso de privatización de la educación superior, pues ante la falta de atención a los jóvenes que solicitan nuevo ingreso, los que pueden pagar optan por estudiar en una universidad privada. Esto ha generado la proliferación de una enorme cantidad de instituciones privadas que ofrecen educación superior en Veracruz, algunas de muy dudosa calidad.
 
En total hay 174 instituciones de educación superior privadas, las que han ido desplazando a la UV de manera significativa- Así, por ejemplo, el número de lugares ofertados por las instituciones privadas en 2014 fue de 38,180, más del doble de lo que ofreció la UV que fue de 16,210 lugares. Eso ubica a la UV con una participación de apenas el 15% de la oferta total de nuevo ingreso y con el 24% del total de los lugares ofrecidos por instituciones de educación superior públicas.
 
 
Asimismo, la matrícula de las instituciones privadas casi iguala a la UV, ya que es de 62,223 en las y de 62,522 en la segunda. De manera entonces que la matrícula de la UV representa apenas el 25% de la matrícula total (pública y privada) y un 33% del total de las instituciones públicas.
 
 

Donde se puede ver un avance aún mayor de la educación privada es en el nivel de posgrado, en donde las instituciones privadas tienen una matrícula de 8,082 estudiantes, cantidad que casi cuadruplica la matrícula de la UV que es de sólo 2,222. Es decir, mientras los posgrados privados representan el 68% del total de la matrícula en ese nivel, la UV tiene sólo el 19%. Asimismo, las instituciones privadas con un total de 7,375 lugares ofertados de nuevo ingreso a posgrado, superan considerablemente a la UV la que ofrece sólo 1,502, esto significa que las instituciones privadas concentran el 75% del total de esa oferta en tanto que la UV apenas contribuye con el 15%
 
 
Esta situación de enorme rezago académico y crecimiento de pasivos educativos, es resultado de una mediocre, esquizofrénica e irracional visión del desarrollo del estado y del papel que la universidad pública desempeña en el impulso al crecimiento, al desarrollo humano y al bienestar social. Una mediocre visión que genera a una perversa política de limitaciones presupuestales que propician el exterminio de la educación superior pública y gratuita y con ello eliminan las posibilidades de progreso material de miles de familias veracruzanas.  
 
Pero no sólo eso, la extinción de la UV o al menos su nulo crecimiento, tiende a cancelar las posibilidades de crecimiento de la competitividad del estado, de sus regiones, de la eficiencia de sus sectores productivos, de la calidad de sus empresas, de las habilidades de sus trabajadores, del intelecto y del arte, la ciencia, la tecnología, la cultura y el deporte. Todo aquello que enriquece y engrandece el espíritu humano y provee de valores a la sociedad.
 

Un proyecto de desarrollo sin una universidad pública creciente y vigorosa es una propósito hueco y vacío, demagógico y populista que no tienen ninguna posibilidad de éxito y por el contrario, garantiza lo que ya se ve hoy en Veracruz: el derrumbe económico y un profundo y dramático abismo de pobreza y miseria, que bajo esa mirada, no tiene remedio. [email protected]