4 de abril de 2016
alcalorpolitico.com
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Twitter: HELÍHERRERA.es
Con una serie de encuestas “a modo” arrancaron las campañas a gobernador con un Héctor Yunes Landa postulado por un partido de verdad, el Revolucionario Institucional, y cuatro morrallas (el verde ecologista, el PANAL, el cardenista y Alternativa veracruzana). Un partido (de) Acción Nacional con cuatro candidatos >Miguel Ángel Yunes Linares, Alba Leonila Herrera Méndez, Alejandro Vázquez Cuevas y Juan Bueno Torio<; MORENA, con el diputado Federal con licencia Cuitláhuac García, y Movimiento Ciudadano con el maestro Armando Méndez de la Luz éste domingo 3 de abril en diferentes puntos del Estado.
Independientemente que aún falta por resolver la autoridad electoral el recurso de inconformidad interpuesto por acción nacional y el partido de la revolución democrática contra la candidatura independiente avalada por el Organismo Público Local Electoral, el OPLE de manera muy sospechosa, lo cierto es que la inmensa mayoría de los analistas y expertos electorales coinciden que sólo cuatro tienen la posibilidad de alzarse con la victoria el próximo 5 de junio: Héctor, Miguel Ángel, Cuitláhuac y Armando.
Tendrían sesenta días para darle a conocer a los y las veracruzanas que tienen credencial de elector y aparecen en el padrón sus proyectos de gobierno, su plataforma electoral, su plan de contingencia para rescatar a Veracruz de la quiebra en que se encuentra, gracias a la corrupción, a la desviación de recursos públicos a cuentas bancarias de funcionarios y amigos del gobierno de Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte de Ochoa, que en menos de 11 años acumularon riquezas que ni en sus sueños más felices hubieran logrado.
No se trata pues de tener un discurso bélico, amenazador, que se circunscribe al compromiso de meter a la cárcel a todos estos funcionarios y exfuncionarios como lo vienen sosteniendo los candidatos del PRI y del PAN, porque de hacerlo faltarían penales para todos estos pillos, inclusive de los mismos que lo andan prometiendo, sino de ofrecerles a sus electores las medidas que pondrán en vigor para ya no ver a los jubilados y pensionados en las calles exigir sus dineros cada mes; a los maestros exigir en manifestaciones y desplegados los emolumentos vencidos y no pagados por su patrón-gobierno; a los músicos plantarse frente a la plaza Lerdo para exigir el pago de sus tocadas en los eventos gubernamentales; a los empresarios, prestadores de servicio y constructores les paguen lo que les deben en conferencias de prensa; a los concesionarios de medios de comunicación como la radio y la televisión en comidas con el secretario de finanzas gritándole que ya quieren su dinero, pero sobre todo, al pueblo en general que puja por caminos, puentes, escuelas, hospitales, medicinas en los centros de salud, por empleo, seguridad y depuración de los mandos policíacos municipales y estatales.
Si Héctor y Miguel no tienen ese plan de rescate dado que en la precampaña no lo dieron a conocer, Armando sí (lo hizo público en el casino xalapeño en un desayuno con los principales líderes de las colonias de la ciudad capital del Estado, junto a periodistas de infinidad de medios de comunicación este domingo), pero requiere, ante la falta de dinero, darlas a conocer profusamente a través de las redes sociales, en las plazas públicas, perifoneando, a través de radio bemba, volanteando en los cruceros, donde vayan compendiadas todas esas acciones que son las que necesitan conocer los y las veracruzanas para votar por él.
La sociedad debe estar informada sobre las medidas que aplicará para lograr el reordenamiento financiero tan indispensable y necesario para pagar las deudas que dejará el gobierno, en el primer año, y en el segundo para generar empleo y así reactivar la economía estatal, el mercado local. Eso es lo que queremos saber aparte del castigo y el destierro de la fidelidad, de suyo necesario, pero no tanto como la reingeniería económica que deberá partir si, con la confiscación de todos los bienes y dineros que estén a nombre de los saqueadores, sus familias, amigos y prestanombres, pero con las ideas claras, precisas y alcanzables que detonen crecimiento económico, social, educativo, productivo, en salud y sobre todo, en seguridad y paz pública.
Deberá Méndez de la Luz multiplicarse, caminar más de prisa para recorrer la geografía veracruzana sin grandes concentraciones, en una campaña cuerpo a cuerpo, a ras de piso, con un grupo de activistas estrictamente necesarios que hagan lo que él: hablar y convencer en lugar de hacer bulto, ante la falta de recursos económicos.
Deberá acompañarse de 15 mujeres guerreras y de 15 quince varones en cada uno de los 30 distritos electorales que como él, tengan la calidad moral para ver de frente a los obreros, a las profesionistas, a los pequeños y medianos empresarios, a los industriales, a las maestras, a los jóvenes estudiantes mayores de edad, honrados todos y todas ellas como candidatos a diputados y legisladoras, con una visión clara y objetiva de lo que es el Congreso, y no sola vayan a calentar la curul, a dormirse, a estar checando el celular, a fusilarse iniciativas de ley de otros estados y a cobrar sus jugosas dietas, sin aportar nada a la vida legislativa a través del debate parlamentario.
Armando tiene toda para crecer porque tiene la experiencia en los tres niveles de gobierno (fue presidente municipal de Xalapa, diputado local y senador de la república, a mas del primer director nacional de protección civil), pero su arma mas importante, la trascendental, la que hoy quiere ver la sociedad, es un hombre que a pesar de todos los cargos públicos no es rico, millonario, sino que vive en la justa medianía que le han dado sus salarios.
No tiene gasolineras, placas de taxi, residencias, ranchos ganaderos, hoteles de 5 estrellas y cuentas bancarias producto del paso por la función pública, insultantes para una sociedad que no come, no se educa, que se enferma y no tiene dinero para unos mejórales. Si eso sabe transmitirlo al pueblo, no me cabe la menor duda que como lo hizo Enrique Alfaro en Guadalajara, que partió de un 3% de preferencia electoral al inicio de su campaña y terminó apabullando al PRI y al PAN el día de la jornada electoral, Armando puede ser gobernador de Veracruz, por el bien de este estado que durante décadas fue la locomotora que impulsó el desarrollo de México, y de los veracruzanos que ya estamos hartos de corrupción, inseguridad, desempleo, hospitales sin camas ni medicinas y de jóvenes sin oportunidad de estudiar.
Aquí empieza la cita con la historia.
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Con una serie de encuestas “a modo” arrancaron las campañas a gobernador con un Héctor Yunes Landa postulado por un partido de verdad, el Revolucionario Institucional, y cuatro morrallas (el verde ecologista, el PANAL, el cardenista y Alternativa veracruzana). Un partido (de) Acción Nacional con cuatro candidatos >Miguel Ángel Yunes Linares, Alba Leonila Herrera Méndez, Alejandro Vázquez Cuevas y Juan Bueno Torio<; MORENA, con el diputado Federal con licencia Cuitláhuac García, y Movimiento Ciudadano con el maestro Armando Méndez de la Luz éste domingo 3 de abril en diferentes puntos del Estado.
Independientemente que aún falta por resolver la autoridad electoral el recurso de inconformidad interpuesto por acción nacional y el partido de la revolución democrática contra la candidatura independiente avalada por el Organismo Público Local Electoral, el OPLE de manera muy sospechosa, lo cierto es que la inmensa mayoría de los analistas y expertos electorales coinciden que sólo cuatro tienen la posibilidad de alzarse con la victoria el próximo 5 de junio: Héctor, Miguel Ángel, Cuitláhuac y Armando.
Tendrían sesenta días para darle a conocer a los y las veracruzanas que tienen credencial de elector y aparecen en el padrón sus proyectos de gobierno, su plataforma electoral, su plan de contingencia para rescatar a Veracruz de la quiebra en que se encuentra, gracias a la corrupción, a la desviación de recursos públicos a cuentas bancarias de funcionarios y amigos del gobierno de Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte de Ochoa, que en menos de 11 años acumularon riquezas que ni en sus sueños más felices hubieran logrado.
No se trata pues de tener un discurso bélico, amenazador, que se circunscribe al compromiso de meter a la cárcel a todos estos funcionarios y exfuncionarios como lo vienen sosteniendo los candidatos del PRI y del PAN, porque de hacerlo faltarían penales para todos estos pillos, inclusive de los mismos que lo andan prometiendo, sino de ofrecerles a sus electores las medidas que pondrán en vigor para ya no ver a los jubilados y pensionados en las calles exigir sus dineros cada mes; a los maestros exigir en manifestaciones y desplegados los emolumentos vencidos y no pagados por su patrón-gobierno; a los músicos plantarse frente a la plaza Lerdo para exigir el pago de sus tocadas en los eventos gubernamentales; a los empresarios, prestadores de servicio y constructores les paguen lo que les deben en conferencias de prensa; a los concesionarios de medios de comunicación como la radio y la televisión en comidas con el secretario de finanzas gritándole que ya quieren su dinero, pero sobre todo, al pueblo en general que puja por caminos, puentes, escuelas, hospitales, medicinas en los centros de salud, por empleo, seguridad y depuración de los mandos policíacos municipales y estatales.
Si Héctor y Miguel no tienen ese plan de rescate dado que en la precampaña no lo dieron a conocer, Armando sí (lo hizo público en el casino xalapeño en un desayuno con los principales líderes de las colonias de la ciudad capital del Estado, junto a periodistas de infinidad de medios de comunicación este domingo), pero requiere, ante la falta de dinero, darlas a conocer profusamente a través de las redes sociales, en las plazas públicas, perifoneando, a través de radio bemba, volanteando en los cruceros, donde vayan compendiadas todas esas acciones que son las que necesitan conocer los y las veracruzanas para votar por él.
La sociedad debe estar informada sobre las medidas que aplicará para lograr el reordenamiento financiero tan indispensable y necesario para pagar las deudas que dejará el gobierno, en el primer año, y en el segundo para generar empleo y así reactivar la economía estatal, el mercado local. Eso es lo que queremos saber aparte del castigo y el destierro de la fidelidad, de suyo necesario, pero no tanto como la reingeniería económica que deberá partir si, con la confiscación de todos los bienes y dineros que estén a nombre de los saqueadores, sus familias, amigos y prestanombres, pero con las ideas claras, precisas y alcanzables que detonen crecimiento económico, social, educativo, productivo, en salud y sobre todo, en seguridad y paz pública.
Deberá Méndez de la Luz multiplicarse, caminar más de prisa para recorrer la geografía veracruzana sin grandes concentraciones, en una campaña cuerpo a cuerpo, a ras de piso, con un grupo de activistas estrictamente necesarios que hagan lo que él: hablar y convencer en lugar de hacer bulto, ante la falta de recursos económicos.
Deberá acompañarse de 15 mujeres guerreras y de 15 quince varones en cada uno de los 30 distritos electorales que como él, tengan la calidad moral para ver de frente a los obreros, a las profesionistas, a los pequeños y medianos empresarios, a los industriales, a las maestras, a los jóvenes estudiantes mayores de edad, honrados todos y todas ellas como candidatos a diputados y legisladoras, con una visión clara y objetiva de lo que es el Congreso, y no sola vayan a calentar la curul, a dormirse, a estar checando el celular, a fusilarse iniciativas de ley de otros estados y a cobrar sus jugosas dietas, sin aportar nada a la vida legislativa a través del debate parlamentario.
Armando tiene toda para crecer porque tiene la experiencia en los tres niveles de gobierno (fue presidente municipal de Xalapa, diputado local y senador de la república, a mas del primer director nacional de protección civil), pero su arma mas importante, la trascendental, la que hoy quiere ver la sociedad, es un hombre que a pesar de todos los cargos públicos no es rico, millonario, sino que vive en la justa medianía que le han dado sus salarios.
No tiene gasolineras, placas de taxi, residencias, ranchos ganaderos, hoteles de 5 estrellas y cuentas bancarias producto del paso por la función pública, insultantes para una sociedad que no come, no se educa, que se enferma y no tiene dinero para unos mejórales. Si eso sabe transmitirlo al pueblo, no me cabe la menor duda que como lo hizo Enrique Alfaro en Guadalajara, que partió de un 3% de preferencia electoral al inicio de su campaña y terminó apabullando al PRI y al PAN el día de la jornada electoral, Armando puede ser gobernador de Veracruz, por el bien de este estado que durante décadas fue la locomotora que impulsó el desarrollo de México, y de los veracruzanos que ya estamos hartos de corrupción, inseguridad, desempleo, hospitales sin camas ni medicinas y de jóvenes sin oportunidad de estudiar.
Aquí empieza la cita con la historia.