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Columnas y artículos de opinión
Y al despertar...
Helí Herrera Hernández
18 de abril de 2016
alcalorpolitico.com
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Twitter: HELÍHERRERA. Es
 
¿Qué es lo que lo sostiene? Pregunte el viernes por la noche a un hombre ligado al candidato del Partido Revolucionario Institucional, Héctor Yunes Landa, y éste me contestó, cada vez más seguro de su respuesta: Enrique Peña Nieto.
 
Conocedores ambos del sistema político mexicano, del poder y la fuerza del presidente de la república que da y quita, y que basta un manotazo en la mesa para que sus órdenes se ejecuten sin chistar, en el caso Veracruz es incomprensible cómo no ha tomado la decisión el verdadero jefe del PRI >el ejecutivo federal< de remover por todo lo que conocemos al señor Javier Duarte, que no es poca cosa: tener en la quiebra a un estado próspero mal administrado no sólo por éste, sino también por su antecesor Fidel Herrera Beltrán y otros más que llegaron con una mano adelante y otra atrás, pero que al final de sus mandatos salieron con líneas aéreas, ranchos ganaderos, cientos de placas de taxi, gasolineras, plazas comerciales, chalets en las mejores playas del país, departamentos en las zonas de mayor plusvalía en Nueva York o Miami, cuentas bancarias en Estados unidos y Suiza y hoy, como nos enteramos, en paraísos fiscales para evitar ser investigadas esas riquezas mal habidas y pagar impuestos.

 
Con el mismo personaje comentamos mi artículo del 24 de enero de este año titulado "fuego amigo", cuando tras bambalinas me informaron que era cuestión de horas para que Duarte cayera, que la decisión ya la había tomado el que la debía de tomar porque el recuento de los daños cometidos por el fidelato eran tan adversos, que en las encuestas mandadas a realizar por la Secretaría de Gobernación desde México el PRI no solo perdía la elección a gobernador sino también el Congreso, y que una decisión de esa envergadura levantaría simpatía por el candidato tricolor pero, en la medida en que se deshojaban los calendarios de pared se fue desvaneciendo poco a poco, inexplicablemente.
 
Adjunté un comentario más que le hice en aquella ocasión a mi informante: "el candidato del PAN-PRD es el plan B de Peña Nieto" que le generó risa y una sarta de calificativos afirmándome que iba para atrás mi conocimiento en política. 87 días después me está dando la razón convencido desde el bunker que es el presidente de la república quien de manera perversa protege al ejecutivo estatal para que pierda Yunes Landa y gane Yunes Linares.
 
No puede entenderse de otra manera. La fortaleza del azul es salir a gritar "agarren al ratero ya, ya, ya", copiando aquel grito mercadotécnico –en aquel tiempo de su adversario político Vicente Fox "hoy, hoy, hoy"-, derivado del discurso de barrio "voy a meter a la cárcel a todos los priístas ratas y corruptos, sean chicos o sean grandes, charales o tiburones", como hoy lo pregona el diputado federal con licencia boqueño, en una calca total, como serán también los resultados: lo escribo con mayúsculas NO METERÁ NI A FIDEL NI A DUARTE, como no lo hizo Fox ni siquiera con los líderes sindicales nefastos, en caso de ganar la gubernatura. Acuérdese de lo que hoy escribo.

 
¿Acaso no generaría credibilidad Peña y el PRI si hace que renuncie Javier Duarte? ¡Por supuesto que sí!, es clamor popular que lo que las masas están exigiendo es su cabeza y si se las ponen en charola de plata el presidente y su partido apuntalarían sobremanera la candidatura de Héctor. Repuntaría, así lo comentan expertos en psicología electoral. Ya hay estudios al respecto. Entonces ¿Por qué no han tomado la decisión si en verdad son compañeros de Yunes Landa, si en verdad ven como un enemigo a Miguel Ángel, si son adversarios políticos?
 
Sencillo: primero porque comparten ambos el modelo económico. El exdirector del ISSSTE no plantea un rumbo distinto a las políticas públicas de Fidel y de Javier Duarte. Matiza en la forma de administrar y suministrar los dineros públicos, pero no ofrece un golpe de timón a la economía veracruzana; en segundo lugar porque ideológicamente esta hecho en el PRI como su primo, allí los formaron, de allí que la guerra de ideas se circunscribe a que Miguel Ángel acusa a Héctor de proteger a Javier Duarte y el no, pero no profundizan en la austeridad presupuestal del gasto corriente (recortar los altos salarios de todos los funcionarios gubernamentales, de los mismos miembros del Poder Judicial y de todos los diputados), de recortar los dispendios económicos disfrazados de viáticos, del cómo y de qué manera reactivarían el mercado interno, insisto, porque sus diferencias son de forma, pero no de fondo porque piensan igual y abrazan el mismo modelo económico depredador.
 
El candidato amarillo-azul no es un peligro para el gobierno de la república ni para el PRI porque es uno más de la nomenclatura surgida y amamantada del neoliberalismo. La –litis- aquí es por qué sacrificar a Héctor, ¿por qué lanzarlo a ser devorado por la jauría, que hizo, que dijo, que se comió que para Peña Nieto es mejor que gane Miguel Ángel a que lo haga Héctor?

 
Hoy la única diferencia entre el PRI y Acción Nacional son las siglas pero no el proyecto de nación. En ese convergen, de allí que augure como lo manifesté en el Comité Central del partido Popular Socialista de diciembre de 1987 cuando el PRI con Salinas de Gortari empezó a derechizarse y abandonar el bajage revolucionario que le dio vida, que de nueva cuenta saldrán de ese partido miles de priístas enemigos de la economía de mercado como lo hicieron en aquella época Ifigenia Martínez, Cuauhtemoc Cárdenas, César Buen Rostro, Porfirio Muñoz Ledo entre otros, y como lo han venido haciendo a finales del siglo pasado y lo que va de éste otros cuadros políticos de ese instituto político (varios exgobernadores y Senadores), y que no se han ido al partido de Manuel Gómez Morín porque no coinciden ideológicamente con ellos y han pasado a formar parte de la social-democracia y la izquierda nacional.
 
Quizás por ello la postura de Andrés Manuel López Obrador que identifica al verdadero enemigo del Estado nacionalista en su recorrido por tierras veracruzanas la semana pasada: duro contra Yunes Linares y nada contra Yunes Landa. No tiene otra explicación posible.
 
Así, salvo que como último recurso (que entre mas se acerque al 5 de junio menos efectivo será), Peña Nieto decida tumbar de su cargo a Duarte, Héctor tendrá posibilidades de triunfar en las elecciones. De lo contrario sólo les quedará un camino: La judicialización de la elección buscando como destino la nulidad de la misma para que la LXIV Legislatura nombre un interino que desde luego no será ni el Yunes Rojo ni el Yunes Azul.

 
Estamos a menos de 50 días para conocer el desenlace.