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Columnas y artículos de opinión
El exterminio de la educación pública
Helí Herrera Hernández
16 de mayo de 2016
alcalorpolitico.com
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Twitter: HELÍHERRERA.es
 
El Colectivo en Defensa de la Universidad Veracruzana integrado por la Dra. Rocío Córdoba Plaza, Dra. Zaira J. Domínguez Esquivel, Mtra. Mayra Ledesma-Arronte, Dr. Hilario Barcelata Chávez y el Dr. Alejandro J. Saldaña Rosas invitaron a todos los partidos políticos al foro “La Educación Superior en Veracruz: hacia una iniciativa popular de Ley” para el jueves 12 de mayo en el salón de conferencias de la Universidad de Xalapa.
 
El Mtro. Armando Méndez de la Luz, candidato a gobernador de Movimiento Ciudadano me participó su decisión a que fuera yo el que representara a todos los candidatos uninominales y plurinominales de este instituto político aceptando hacerlo, consciente desde mi formación académica de lo que es la educación pública en este país, y lo que significaría, con un sentido nacionalista y popular, para el desarrollo de México.

 
Tuve 3 intervenciones argumentativas y de respuesta a los cuestionamientos que el colectivo diseñó, mas un cierre-llamamiento, diría yo, al igual que el resto de los demás candidatos de los distintos partidos políticos. Cuestioné la pasividad de la Universidad Veracruzana mientras los gobiernos corruptos de Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte de Ochoa no le debían dinero a nuestra máxima casa de estudios; precise hasta cierto grado la complicidad de sus autoridades >principalmente el rector en turno<, de justificar un doctorado del actual cónsul de México en Barcelona que lo hizo, asenté, a las tres de la mañana los sábados y domingos. Y que fue hasta hoy que el Ejecutivo les escamoteo dos mil setenta y siete millones de pesos que su comunidad ha salido a las calles a protestar contra estos intentos bastardos de liquidar la educación superior en Veracruz, no como un hecho aislado, les dije, sino como una consigna nacional de los mandaderos del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo, los presidentes de la República que hemos tenido de 1985 a la fecha.
 
Comenté con todos los asistentes que esta actitud gangsteril contra la UV es también contra los institutos tecnológicos y contra las normales en todo el país, dado que forma parte de los objetivos del neoliberalismo, a fin de apuntalar el fortalecimiento de la educación privada, discutiendo con representantes de otros partidos políticos que lo negaban, aduciendo que solo es un problema de pesos y centavos, y que con correr y meter a la cárcel a Duarte un gobierno de transición bastaba.
 
Les hable de los recortes no sólo al presupuesto educativo del gobierno federal sino también al sector salud y al de la ciencia que vienen desde Miguel de la Madrid, pasando por Carlos Salinas, por Ernesto Zedillo y también, desde luego, con Vicente Fox y Felipe Calderón, que cuando estuvieron en el poder no se diferenciaron de los que acusan de día de corruptos, pero que en la noche acuerdan entre ellos los golpes contra el pueblo de México.

 
Debatí con seriedad con aquellos candidatos y candidatas que argumentaban que el asunto no era cuestión de ideologías sino de dinero, argumentándoles que dinero sí hay, porque mientras por un lado ejecutan recortes al gasto social los gobernantes, por el otro le aumentan sustancialmente sus presupuestos a las secretarías de Gobernación y de Gobierno a nivel federal y local, a la secretaría de Seguridad Pública (aparato policíaco-militar), a la secretaría de Desarrollo Social (aparato electoral del PRI y del PAN), a los ejecutivos federal y estatales, a los poderes Legislativo y Judicial y organismos públicos descentralizados como el INE y el TRIFE, cuyos magistrados y directivos ganan hasta 300 mil pesos mensuales.  
 
Precisé que las matrículas totales de educación superior a nivel nacional se van rezagando por la precaria situación financiera que viven todas esas instituciones, ya que no tienen ni la infraestructura académica ni material para ampliar su oferta educativa, perdiendo cientos de miles de jóvenes la oportunidad de estudiar una carrera profesional (la participación de la Universidad Veracruzana se redujo de un 46% en 2007 a un 33% en 2015), negándoles el Estado de esa forma su derecho a los jóvenes de cursar estudios superiores.
 
Si todo esto es de suyo grave, mas lo es –precisé-, que todos esos miles de jóvenes rechazados en todo el país opten por la educación privada superior sin calidad, porque en esa perversión de los políticos neoliberales hechos presidentes de la República o gobernadores de los estados, se han dedicado desde hace ya varios años a extender fiats a todo aquel que tenga una casa con un patio y un baño una clave para que opere una escuela privada, con “catedráticos” que salieron reprobados en las escuelas públicas. (hay que entender que casi el 93 por ciento de los rechazados son hijos de trabajadores del campo y la ciudad que no les alcanza para pagar colegiaturas en la UDLA, en el Tec. de Monterrey en sus distintos Campus, en la Universidad Anáhuac etc.).

 
Y lo peor, ¿Cómo se insertan al campo laboral todos estos egresados poseedores de una educación mediocre, por llamarla benignamente, a un mercado laboral cada vez más competitivo, donde los sectores productivos exigen eficiencia y calidad?  
 
Allí mismo está la respuesta. El Sistema educativo nacional neoliberal está ahorcando al sector educativo gratuito y de calidad (la UNAM, a pesar de todo sigue siendo calificada como la mejor escuela superior del país, por encima del Tec. de Monterrey y la UDLA), para obligar a los jóvenes a “formarse” en las escuelas privadas ineficientes para que sean siempre peones y nunca directivos, con la perversidad que de esa manera México, como país, está condenado a ser una nación tercermundista, en vías de desarrollo, donde los grandes capitales extranjeros y nacionales sigan enriqueciéndose con la explotación de la mano de obra manual e intelectual. ¡Así les conviene y así les convenimos!
 
Cerré mi intervención llamando a todos los académicos allí reunidos a cerrar filas en la defensa de la educación superior gratuita; a la movilización para doblar a estos gobiernos apátridas y entreguistas al Consenso de Washington, y a votar en contra de ellos y sus partidos el PRI y el PAN que son su instrumentos para lograr esta perversidad.