icono menu responsive
Columnas y artículos de opinión
Diario de un reportero
Y entonces ví la noticia
Miguel Molina
2 de junio de 2016
alcalorpolitico.com
Se acabaron las campañas. Mejor dicho: se acabaron las jornadas de debate y de discurso y de ponencia, de multitudes propias y vergüenzas ajenas, de séquitos y de saludos de paso, y de conversaciones públicas y privadas sobre lo que hay y sobre lo que hay que hacer, aunque eso ya se sabe...
 
Pero el silencio oficial no implica que se callen todos. Las redes sociales (que permiten el diálogo aunque también difundan el prejuicio y la intolerancia) están llenas de voces que no se han callado ni callarán, porque en el ciberspacio están todos y ninguno, y ahí van a seguir las campañas que ofenden a quienes las emiten, a quienes las permiten y a quienes las vemos.
 
En fin, pronto tendremos que aceptar que los discursos de campaña son palabras que ofrecen un futuro que nos convenga a todos. También tenemos que aceptar que cualquier futuro es mejor para unos que para otros porque la vida no es justa, pero hay que tener en cuenta que en el pasado reciente fue mejor para pocos y mal para muchos, casi casi todos...
 

De todos modos, mientras los equipos de cada candidato clasifican las promesas que se hicieron en campaña, mientras se ajusta el proyecto del candidato para satisfacer urgencias y reclamos, mientras se organiza una estrategia de gobierno y se actualizan los datos de la realidad veracruzana, muchos, todos, tendríamos que pensar qué se puede hacer por Veracruz, y a quién le toca hacerlo.
 
Pero gane quien gane tendremos que aprender a dialogar, es decir: a hablar sobre nuestras ideas y las del otro hasta encontrar un punto común (o no encontrarlo, porque la vida es así) sin que el otro se vuelva enemigo porque ve al mundo de una manera distinta de la nuestra. Tendremos que aprender que la democracia no consiste nada más en votar o en desahogarse en las redes sociales.
 
Tendremos que encontrar mejores maneras de que se oigan todas las voces sin que se enciendan todos los rencores...
 

Y entonces ví la noticia
 
...y entonces ví la noticia de que un grupo secuestró en Chiapas a seis profesores que no apoyan el paro magisterial. Unos dicen que fueron los de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, y los del sindicato dicen que eran infiltrados, y según algunos medios eran miembros de organizaciones campesinas.
 
La turba los hizo caminar dos kilómetros descalzos para que los viera la gente, rapó a varios profesores entre burlas e insultos, les colgó carteles humillantes porque los considera traidores: algunos habían ido a Comitán para recoger documentación que le entregarían directores de escuelas con datos de profesores que no están de acuerdo con el apoyo al paro contra la reforma educativa.
 

La CNTE declaró que nada tiene que ver con el grupo pero no condenó como debería la agresión a profesores que no eran de los suyos. Me di por vencido. Nuestro país, la suave patria que fue, el lugar a donde uno iría cuando sobrevenga el cansancio del fin, está en manos de otros. Allá ellos.