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Columnas y artículos de opinión
Palo dado, ni Dios lo quita
Luciano Blanco González
17 de junio de 2016
alcalorpolitico.com
Como si se tratare de un repentino despertar, los reacomodos de las fuerzas políticas y sociales del Estado se comienzan a dar, de conformidad con los intereses individuales y de grupo que cada quien ostenta.
 
En tropel y como si se estuvieran quemando las habas, cada uno de los interesados ahora que los vientos soplan hacia otros rumbos, trata de acomodarse para disfrutar junto al poderoso de las mieles del poder, no importa el rubor, no importa la jerarquía, a un lado la pena y la vergüenza, a un lado la estorbosa o flamante jerarquía o la majestad del mando, hay que apersonarse desde ahora para ser tomado en cuenta.
 
Y tienen razón, lo intuyen, se lo han dicho sus buenas fuentes, Miguel Ángel Yunes es el gobernador electo y tomara posesión el día primero de diciembre, opóngase quien se oponga, porque su designación fue un acuerdo presidencial que instrumentó el apoyo y cuidado a su persona y a su candidatura, pueden interponerse los recursos y las apelaciones fundadas que se deseen, los tribunales electorales ya tienen indicaciones en nombre de la santísima democracia de desecharlos, por insuficiencias de pruebas, por intrascendencia en el resultado de la elección o por falta de lo que sea.
 

Pueden abrirse las averiguaciones o carpetas de investigación por cuanta acusación se les ocurra a sus detractores, no procederán, como no ha procedido ninguna de ellas, porque en la obscuridad y en el silencio está la mano presidencial para cobijar al Gobernador electo y librarlo de todos los enemigos, así sea la bancada priista en el Congreso federal, así sea el Congreso de Veracruz o la Auditoria Superior de la Federación o la Fiscalía General del Estado, con todo el odio o razón que puedan tener. No importa el gramaje de los señalamientos, pesa más la fuerza de los acuerdos cupulares que se impondrán a cualquier eventualidad.
 
Ahora que ya se ha dado el palo, Dios no es capaz, mas que de restañar las heridas y amortiguar el dolor, ahora salen como fantasmas que permanecían ocultos en la penumbra para no manchar su perfumada costra de integridad, o para no poner en duda su lealtad a quien sahumaban aromatizadas palabras celebrando su capacidad, inteligencia y astucia de gobernante. Salen saludando con graciosidades, se atropellan y se forman por donde va a pasar el señor, rogándole a Dios que voltee a verlos y que los reconozca, que los salude y que les sonría, ello les permitirá maquinar un futuro promisorio y echar a andar con entusiasmo su imaginación sobre una posible buena chamba o mejorar la que actualmente tienen.
 
Por eso no sorprende que los magistrados del Tribunal Superior de Justicia, cuya mayoría aun cuando llegaron a esa magistratura por meritos propios y por su capacidad en tiempos del maestro Fidel Herrera y del actual Gobernador Javier Duarte, repentinamente cambien de piel y concurran al conciliabulo futurista con el Gobernador electo, vestidos de azul y amarillo, renegando de repente de quienes les iluminara y les despejara el camino, saben que en la ruta dejaron impotentes y dolidos por ser desplazados, a eminentes jueces que aspiraban a que se les reconociera su trabajo, sintiéndose con más derechos, pero que no eran amigos del Gobernador en turno.
 

Estoy de acuerdo en que el Gobernador electo, Miguel Ángel Yunes Linares, en cuanto a que no quiera nada con el Duartismo o con el Fidelísimo pero en un repaso imaginario de quienes integran aquella institución encontrará que hasta antes de su entrevista mas del 50% de los presentes, formaban parte incondicional de aquellas corrientes políticas y la verdad es que la adhesión no se ve mal, la coordinación es necesaria, lo criticable es lo incongruente de unos y otro.
 
Diferente parece la entrevista con la Rectora de la Universidad Veracruzana, pues Doña Sara no es militante ni activista de ningún partido político, ella es Miguelista de tiempo atrás y su trabajo a favor del virtual fue visible durante la campaña pero ahora la tienen entorilada junto con sus colaboradores, los resentidos y enojados ideólogos de Morena que ya planean como deshacerse de ella. Doña Sara como el PRI, tienen a quien echarle las culpas de los malos resultados al Gobernador Javier Duarte. Quizás lo más importante de la entrevista haya sido transmitirle al Gobernador electo, su preocupación para desenpantanar a nuestra querida Universidad y sacarla de su mediocre lugar en el Ranking de medición de la calidad académica, que nos coloca en el degradante lugar 132 entre las Universidades de América Latina.
 
Doña Sara, aparte de andar despotricando del Gobernador, es saludable que se ponga a trabajar para remontar la decadencia académica, porque la comunidad universitaria que somos todos, esperábamos y esperamos mucho de ella, aún es tiempo. No olvide que la observamos, la apoyamos y la apoyaremos en todo lo que signifique mejorar nuestra Alma Mater, inclusive si el camino es la política, estamos con usted.
 

En el PRI, quien crea que el desencanto y la desilusión generalizada nos asaltan por los resultados electorales, están equivocados, esta desencantada la inútil burocracia oficial que no tendrá posibilidades de conseguirse una nueva chamba, en el nuevo gobierno estatal y desde luego también, aquellos que aspiraban a una chambita, privilegios, canonjías y prestaciones.
 
Fuera de ahí, nada inquieta, ni incomoda a los miembros de las estructuras acostumbradas a luchar y no tener nada más que el privilegio de luchar por el progreso y el desarrollo del Estado.
 
La lección debe de servir a los dirigentes, para no tener olvidados a sus líderes de sectores, organizaciones y seccionales ignorados por la cúpula, minimizados por operadores centrales, indolentes al reclamo popular, arrinconados por una militancia exigente de justicia, empobrecida por la falta de recursos y apoyo oficial para sus nimios proyectos de desarrollo que para ellos representa la salvación.
 

Acosados por una población desempleada inexplicablemente por los efectos de las reformas que ya huelen a fracaso, trabajadores privados de sus conquistas sindicales que representaban un seguro personal y patrimonial propio y para su familia.
 
Ellos saben que van a continuar igual, su esperanza era la redención anunciada por Héctor Yunes Landa de quien se creía que desbancaría la arrogancia de los funcionarios públicos, para crear canales de comunicación permanenente, para amortiguar las necesidades y a veces la desesperación en que se encuentran miles de padres de familia a quienes se les ha arrebatado la posibilidad de darle a su familia una vida digna, cuando menos el PAN duro, los frijoles con gorgojo, la manteca rancia o el té de hojitas.
 
Duele andar con los tenis o zapatos rotos, con el estomago gruñendo, con la camisa desteñida y con los bolsillos vacíos. Pero más duele acordarse del hijo, del padre, de la hija que ya no están o que están desaparecidos por la violencia, la inseguridad y la torpeza e incapacidad de quienes tienen la obligación de combatirlas. Hector había diseñado un programa funcional de seguridad, ojalá el plan se retome y el licenciado Miguel Ángel Yunes, reflexione muy seriamente sobre estos problemas.
 

La verdad, al pueblo no le interesa lo que haga con Duarte, lo puede poner en un nicho, lo puede ungir con una nueva corona, lo puede meter a la cárcel o se lo puede llevar a su casa si así lo desea, al pueblo le interesa la seguridad personal y patrimonial de la que ha sido privado.
 
Cómo iba a ganar el PRI en Poza Rica, así tuviera como tuvo la mejor candidata, primero la enfrentan a los aliados tradicionales quien con la bandera de que somos los mismos, alentó a que nuestros liderazgos se postularan por el Verde, Alianza, Ave y Cardenista, pulverizando el voto y confundiendo a militantes y simpatizantes. Luego las bases obreras desempleadas, desesperadas por falta de trabajo en PEMEX, que despidió miles de trabajadores de confianza, transitorios y eventuales, con las consabidas repercusiones en la cadena económica del comercio y de los servicios públicos que se encuentran deprimidos y rencorosos contra un sistema que a destruido sus expectativas de vida. Lo mismo sucedió en Coatzacoalcos y Minatitlán. Extraterritorialmente Reynosa y Ciudad Madero que no tienen un Duarte para culparlo también, pero perdieron por la misma causa.
 
En Xalapa y en Martínez de la Torre, al partido lo vencieron los engañosos espejismos de visualizar liderazgos sólidos, que lo pueden ser, pero no aplicó la regla de que nunca segundas partes fueron mejores, no es lo mismo Ricardo Ahued Bardahuil que Adolfo Toss o Ernesto Callejas Briones que Nora González. Pero además Adolfo cotejó al sistema frente a una sociedad resentida, con una burocracia molesta, empobrecida, mal pagada, con miles de jubilados, maestros y ex trabajadores del Estado con una perspectiva insegura por la quiebra de pensiones donde depositaron su sudor, sus esfuerzos, su futuro y ahora es preocupación, desvelos, lágrimas y mucha desesperación. Se enfrentó a un estudiantado sin futuro laboral que refugia sus frustraciones en el partido que grita y exige como ellos, aunque no les de soluciones pero ejercen la oportunidad de la venganza. En Coatepec lo mismo que en Poza Rica, el PRI se enfrentó a sus naturales aliados, diluyó sus fuerzas, debilitó sus posibilidades y finalmente fue derrotado.
 

Finalmente hay que concluir afirmando que el PRI, participó dignamente en la contienda, dio muestras de madurez y de constancia a pesar de los malos augurios que de inicio tuvo que enfrentar de arranque con 10 puntos abajo, según encuestas propaladas por el licenciado Miguel Ángel Yunes, Héctor se esforzó por remontar la adversidad, lo acompañó un partido sólido, unido, en el que todos participaron con responsabilidad.
 
Un reconocimiento especial merece el licenciado Amadeo Flores Espinosa, quien en todo momento marchó al lado de los candidatos, alentándolos y brindando todo su apoyo, ello le permitió que nadie desertara de las filas tricolores y que cada quien asumiera con gusto sus funciones.
 
930 mil votos es un gran patrimonio político que se debe de administrar con orgullo y deben de ser la base para emprender las tareas futuras, las mediatas y las inmediatas.
 

Las mediatas son las elecciones de los ayuntamientos en el 17 y las federales de diputados, senadores, gobernador y presidente de la república en el 18.
 
Las tareas inmediatas del Partido son las inherentes a su reorganización a partir de la revisión y si es necesaria la renovación de sus estructuras, que le permitan enfrentar todos los retos con visión triunfalista de futuro.
 
Amadeo mejor que nadie, sabe quién trabajó y quiénes simularon, sabe quiénes son verdaderos líderes y quiénes son líderes con pies de barro, a quiénes substituir y a quiénes premiar, sabe quiénes deben de estar y en qué puestos, por que sabe en política para qué sirve cada uno, ahí debe de permanecer, pero si quienes dominan las decisiones en el partido se precipitaran peligrosamente a proponer un cambio y si este fuera inevitable, los priistas del Estado desearían que quien fuera poseyera como mínimo un perfil destacado de trabajo, con la suficiente emoción para convencer a quienes pretende dirigir, que es la mejor opción para sacar adelante al partido, queremos verlo convenciendo, molestaría una decisión caprichosa, entendamos: No se confundan, esta es la oportunidad de reinventar al partido no de sepultarlo.
 

Los elementos colaterales que debe de reunir el próximo Presidente del Partido si el cambio se diere, serian que no fuera de origen grupista porque se presiente una lamentable ruptura entre Pepe y Héctor que va a cimbrar la unidad y nos va a obligar a tomar bando, en contra de nuestra voluntad. El segundo elemento colateral es que debe de tener la personalidad suficiente para representar al Partido con dignidad y con capacidad de conciliación, para conducirnos como oposición responsable, capaz de disentir y de conciliar con el que será el nuevo Gobernador.
 
Si escarbáramos en los expedientes de los cuadros distinguidos del partido encontraríamos entre el kilataje a miembros expertos y sobre salientes como el licenciado Luis Sardiña Salgado, con un largo historial político, que conoce y es conocido en todo el estado, con un equipo político ya andando y que no llegaría a inventar o a improvisar, llegaría a trabajar, a construir a resembrar la confianza y la seguridad que solo gente exitosa sabe hacerlo.
 
En el poderoso arsenal ubicado en la Avenida de Ruiz Cortines, si fuera hora de los jóvenes se avizoran dos prospectos de grueso calibre. Américo Zúñiga, actual Alcalde de Xalapa, poseedor de una imagen de trabajo que no posee ningún otro alcalde priista, creativo, congruente y muy respetuoso, contaría con el apoyo incondicional de las bases y de la cúpula partidista, este sí reinventaría al partido.
 

Otro xalapeño con formación y con escuela priista irrefutable seria el actual delegado federal del ISSSTE, el licenciado en Ciencias Políticas y ex presidente del PRI Municipal en Xalapa Renato Alarcón Guevara, quien se destaca por su dinamismo y por su carácter sencillo y agradable proclive al diálogo y a la concertación.
 
En fin es momento de determinar si continúan los compromisos sucesorios entre quiénes y con quién, para que cada uno se atrinchere y si es necesario comenzar a lanzar los obuses del fuego amigo o enemigo, pero en el partido no queremos nuevas aventuras ni aventureros que pongan en peligro la unidad y la fortaleza del partido. Si las bases carecemos de influencia para poner orden y ponerle freno a los caballos, hay quien lo haga y esto debe de ser de inmediato.
 
Por lo pronto calmemos nuestras ansiedades, cuidemos los tiempos y las formas, el licenciado Miguel Ángel Yunes debe de esperar los tiempos marcados en noviembre para que inicie con la entrega-recepción y la consiguiente investigación de la actual administración pública estatal, que tenga la seguridad la va a encontrar limpiecita, bien planchada, si algún funcionario sustrajo algún centavo o muchos millones y dejaron evidencias, huellas de sus latrocinios, debe de someterlos a proceso, a la cárcel si así lo determina un juez, y debe de castigarlos no por ladrones, sino por pendejos. Porque hasta los gatos tapan su caca para que no apeste. Pero nada de precipitarse, ni de violentar la ley.
 

Hagamos votos pues, para que lo que será el nuevo Gobierno, no sea más de lo mismo y que no se haga realidad lo que afirma el pueblo en cuanto a lo que dice, de que todos los políticos son iguales, si así fuere cuando menos que lo mejore y que después de las auditorías, nos precise con honradez y con valentía si todo lo que a dicho de Duarte y de sus colaboradores, es cierto. No estamos preparados para grandes decepciones, esperamos no estar, frente a una de ellas.- Por el bien de la causa.
 
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