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Columnas y artículos de opinión
¡Ya cayó, ya cayó, la reforma ya cayó!
Helí Herrera Hernández
11 de julio de 2016
alcalorpolitico.com
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Twitter: HELÍHERRERA.es
 
La lucha que desde hace más de 3 años hemos dado el magisterio democrático y revolucionario contra la mal llamada reforma educativa observo, esta a punto de consolidarse gracias a las movilizaciones de decenas de miles de maestros miembros en la inmensa mayoría de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación, y últimamente, después de la masacre de Nochixtlán, de diversas organizaciones sociales que se han sumado al reclamo ya no sólo contra esa reforma constitucional, sino contra el gobierno dictatorial de Enrique Peña Nieto (por cierto el más repudiado de las últimas décadas), que una y otra vez le miente a los mexicanos.
 
Justo cuando el Secretario de Gobernación amenazaba con utilizar de nueva cuenta la represión contra los bloqueadores de carreteras, porque la paciencia, a decir de él, ya se le había acabado, revientan en la mayoría de los estados del norte de la república otras movilizaciones más, jamás vistas, con miles y miles de maestros y maestras apoyando la lucha del magisterio insurgente que llevan años caminando, protestando, enfrentando a los gobiernos ajenos de la educación pública, científica, gratuita y laica. Así, los contingentes norteños atiborraron las grandes avenidas de Monterrey, de Saltillo, de Durango, de ciudades de Baja California y Chihuahua, entre otras, rompiendo con el marasmo que abrazaban esos mentores, indiferentes a la lucha de la Coordinadora, lo que vino a fortalecer el movimiento y desequilibrar la decisión del gobierno federal de reprimir e imponer una paz policíaca en Oaxaca, Michoacán, Guerrero, Chiapas y la ciudad de México donde la disidencia magisterial es mayoría e hizo que Osorio Chong volviera a la mesa del diálogo pero con otra estrategia: Reformar la reforma educativa y de esa manera no dejar en el ridículo a Enrique Peña Nieto, que siempre afirmó que no estuvo ni siquiera a discusión.

 
Lo explico: La Reforma Educativa queda como membrete porque su parte medular, que era la evaluación, la van hacer Light al dejar de ser punitiva, es decir, está a punto de ser sólo un requisito para subir de categoría y aumentar salarios de quienes la aprueben, pero ya no más requisito para mantener la plaza de maestro. Se acabaron los ceses para quienes no la presenten y la amenaza de perderla para quienes no alcancen el puntaje que el Instituto Nacional de Evaluación Educativa precisó. Tan esta a punto de alcanzar y alzarse con esta victoria la Coordinadora y muchos miles de maestros que sin ser miembros de ella, decidimos combatirla desde distintas trincheras, que Peña Nieto ya instruyó al sindicalismo oficial del SNTE que se sume al reclamo dado que ha sido siempre actor proactivo del sistema educativo nacional, y en razón de ello exijan "su derecho a expresar su posición sobre los avances, contradicciones e insuficiencias que registra la implementación de la Reforma Educativa, así como las exigencias y propuestas que surgen de los maestros desde las diversas escuelas del país y que nosotros (el SNTE, hágame usted favor) encabezamos como representantes legales y legítimos."
 
Y ya encarrerados los dirigentes nacionales oficialistas exigen voz en las mesas donde esté sentado el Secretario de Gobernación y la CNTE para darles a conocer varios resolutivos, entre los que destacan los siguientes: "….tercero.- Exigir a la Secretaría de Educación Pública y al Instituto Nacional de Evaluación Educativa y a las autoridades educativas estatales, que reconozcan que la formación inicial continua y la profesionalización docente representan el eje de la Ley General del Servicio Profesional Docente. En este sentido, exigimos eliminar del proceso de Evaluación toda visión o acción sancionadora o punitiva. Cuarto.- Exigir a la SEP, al INEE y a las autoridades educativas estatales de >versificar los instrumentos de evaluación docente, tomando en cuenta los contextos para garantizar la igualdad de oportunidades, la equidad e inclusión de las comunidades marginadas, incluyendo a los pueblos originarios. Quinto.- Exigir a la SEP, al INEE y a la Coordinación Nacional del Servicio Profesional Docente la instalación inmediata de un mecanismo de revisión y análisis riguroso de las primeras etapas de evaluación, y replantear todo el proceso, considerando todas las observaciones, reclamos justos de los sustentantes, así como valorar las demandas y propuestas de la organización sindical. Incorporar al proceso de evaluación del desempeño, la autoevaluación, la evaluación entre pares, la evaluación de directores y colectivos docentes, como formas de participación directa de los trabajadores en todo el proceso, con la finalidad de lograr una evaluación más realista, pertinente y más cercana a la experiencia cotidiana y contextual de los docentes."
 
Asimismo, por fin salen en la defensa de las escuelas normales que Fox, Calderón y Peña Nieto han querido destruir al "Demandamos a la SEP el plan de transformación de las escuelas normales para fortalecerlas como el espacio privilegiado para la formación docente", y en un afán de demostrarnos que saben donde está mal realmente la educación y/o porque no hay calidad educativa, acordaron "mandatar a los órganos de gobierno sindical para que dialoguen con los distintos grupos parlamentarios del Congreso de la Unión y de los Congresos Locales, a fin de construir consensos sobre la importancia de invertir en la educación para alcanzar el sistema educativo al que aspiramos los mexicanos."

 
En este contexto, comparados los resolutivos del SNTE con los puntos petitorios de La Coordinadora concluyo que no existe diferencia alguna entre ambos. A los maestros que no se han expuesto ni a los rayos solares, ni al cansancio de las marchas, ni a las desveladas por dormir en banquetas, ni a los estreñimientos por mal comer en los plantones, ni al linchamiento mediático por los poderes fácticos, ni a la cárcel como la padecen los líderes de la sección 22 del SNTE de Oaxaca, les salió lo revolucionario, lo progresista 3 años más tarde, y decidió subirse al tren bala del magisterio disidente para abrogarse el triunfo del gremio sobre las políticas neoliberales educativas de los "Chicago boys", porque habrá que apuntarlo, este gobierno peñista prefiere ceder ante ellos que ante las secciones del SNTE de Guerrero, Michoacán, Distrito Federal, Oaxaca y Chiapas y, aunque en menor medida, también de Veracruz, de Nuevo León, de Durango, de Baja California, de Chihuahua que se sumaron a las marchas en contra de la reforma laboral mal llamada educativa.  
 
Ha caído una vez más ahogado en su propio vómito don Enrique, ese que repitió una y otra y otra vez que con las reformas estructurales México despegaría para colocarse entre las naciones del primer mundo, ese mismo que se cansó de engañarnos al afirmar que con la reforma energética las gasolinas iban a bajar de precio así como luz eléctrica. Que quede claro, las movilizaciones y protestas de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación no fueron contra los planes de estudio, o porque estuvieran en desacuerdo con las metodología de enseñanza-aprendizaje, o por la llegada de la tercera revolución industrial a la educación (robótica y cibernética), que le arrojan excelentes resultados a los educandos. No, fue por los cambios aplicados para los criterios de ingreso, selección, evaluación, permanencia y promoción de la carrera docente que afectan seriamente las condiciones laborales y contractuales que por años lograron conquistar.
 
Solucionados los nodos que parecían irresolubles, los maestros deben regresar a sus aulas y reponer todo el tiempo perdido en las movilizaciones. Esta acción también debe ser un ejemplo de congruencia del magisterio insurgente y como retribución, además, a las comunidades enteras que se solidarizaron con su lucha.