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Columnas y artículos de opinión
A salto de mata
Una esperanza moribunda
Gino Raúl De Gasperín Gasperín
3 de agosto de 2016
alcalorpolitico.com
En la instalación del grupo de investigadores que elaborarán el Plan Veracruzano de Desarrollo y ante representantes de los diversos sectores de la población veracruzana, el gobernador electo para el miserable bienio que estableció su antecesor dijo muchas cosas que, si llegara a sobrevivir la moribunda esperanza de los ciudadanos, podrían ser el principio de la supervivencia de la pálida democracia y de la anémica paz social del estado.
 
Dijo, por ejemplo: «la nueva historia de Veracruz ha comenzado a escribirse», «el Plan de Desarrollo no será la expresión del diseño de tecnócratas, menos aún la expresión de un nuevo grupo caciquil», «la situación actual obliga e pensar en una profunda y extensa reorganización de las fuerzas de producción,(de) las fuerzas culturales y social(es)», etc. etc. Y dijo que el reto es «formidable, histórico, de proporciones mayúsculas».
 
¿Y por qué tantos adjetivos tremendistas? Él mismo lo explicó así: «(porque) Veracruz y los veracruzanos vivieron (vivimos, hemos vivido y seguimos viviendo) malos tiempos, tiempos de pobreza (de miseria), de inseguridad, de crisis financiera, de crisis social, pero, sobre todo, de una profunda crisis moral pública, de corrupción y de mal gobierno», en una palabra, de desastre total, vaya, tan malo que peor no puede ser.
Luego se pregunta si ante este que es el peor escenario posible puede hacerse un plan de desarrollo «realista, sensato, que sea posible de realizar… que tenga soluciones viables, tangibles para que en parte, en una parte sustancial, se alivien y reviertan algunas de las múltiples carencias que lastiman a la sociedad».

 
Él, como buen político, avezado en que sin esperanza no hay futuro, dice que sí, pero que habrá que enfrentar dos obstáculos «de gran adversidad: la débil credibilidad de la sociedad en la política, en la democracia y en los gobiernos, (y) la desmotivación y el enojo (endemoniado y encabritado coraje) social que impide a los ciudadanos pensar en su futuro como promesa luminosa, como posibilidad de haber realizado sus proyectos de vida, de acuerdo a sus propios deseos».
 
Yo ignoro de cabo a rabo cómo será ese Plan de Desarrollo. No dudo que el Comité rector del mismo pueda estar constituido por personas de gran capacidad profesional y solvencia moral (y por ahí merece un aplauso la participación –¡por fin!– de la UV en un trabajo que debe multiplicarse y atomizarse en muchos, muchísimos trabajos específicos de muy diversos órdenes), pero remontar esa «débil credibilidad de la sociedad en los políticos, en la democracia y en los gobiernos» y desmontar el coraje social que ya se está manifestando con toda la fuerza que suelen tener los movimientos sociales en los regímenes tiránicos, está más que en duda.
 
Se reconoce el esfuerzo de quien se está subiendo a un barco barrenado, por años y más años, por la especie de carcomas más voraces que se conozca, y notamos que percibe con claridad que solo hay tres caminos posibles: el primero: «aceptar la apatía de los ciudadanos recluidos en su vida privada»; el segundo: «optar por las revueltas “furiosas”, por las descargar emocionales surgidas de la inconformidad y la impotencia» y, el tercero: «que hagamos el compromiso de salir de la crisis… que todos nos apoyemos para salir adelante y… restauremos la libertad y el progreso de Veracruz».

 
Yo me pregunto ¿cómo podrá lograrse esta tercera vía si seguimos viendo y padeciendo, día tras días, a los mismos políticos, cada vez más mentirosos, más falsos, más soberbios, más antidemocráticos, más injustos, más corruptos, más impunes, más implicados en amiguismos y favoritismos, más represores, más comprometidos con sus propios intereses, sus propias ambiciones, sus propias trácalas, sus propias conveniencias; más ciegos y sordos a esa sociedad lastimada, y día a día ejecutando acciones lesivas a la sociedad que desmienten todas sus promesas y sus reformas optimistas?
 
¿Será Veracruz un oasis en este país?
 
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