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Columnas y artículos de opinión
¿Traición?
Luciano Blanco González
16 de septiembre de 2016
alcalorpolitico.com
Los contrastes y conflictos que se viven entre los principales actores políticos del gobierno, el clero y los partidos, producen entre la población una efervescencia anímica de inquietudes y de zozobra.
 
La tremolina verbal en los medios de comunicación, tribunales y fiscalías nos anuncia que algo nuevo e inédito va a suceder, algunos personajes ante los barruntos y malos augurios, experimentan un temperamento agitado, se acaloran, sudan, tiemblan, pasan horas sin dormir, se irritan fácilmente, se sobresaltan por el timbre del teléfono, espían por la rendija de las cortinas se empastillan para medio dormir y eso que apenas viene lo bueno.
 
El que será el nuevo Ejecutivo del estado, origina su poder en un partido distinto al actual, lo que presupone un enfrentamiento de corrientes y de partidos, acompañado de una iracunda depuración a fondo de todos los funcionarios del poder publico, pero no es así, porque finalmente su partido o su alianza son compañeros históricos en la construcción de este país, por más descalificaciones que se hagan durante los procesos electorales, para después amancebarse y continuar en la simulación de adversarios, esto lo tiene muy claro la ciudadanía que afirma que el PAN y el PRI son lo mismo y tienen razón cuando su verdadero fin es el de lograr el progreso del país, aunque los medios sean distintos.
 

Esto es así porque ningún partido legítimo abanderaría la causa de destruir a México o menoscabarlo irresponsablemente, por eso las banderas de todos ellos son las mismas, coinciden en luchar contra la corrupción, la honestidad, no robar, predican contra la demagogia. No mentir, ni engañar, todos postulan brindar la necesaria seguridad pública, salud, carreteras, educación, etc.
 
¿Por que? porque supuestamente somos un país civilizado que ha escogido la vía de la democracia para conquistar el poder. Por ello somos un país de instituciones y por lo mismo todos, independientemente del color partidista, estamos obligados a trabajar por los grandes objetivos de la nación.
 
Ahora pasada la lucha electoral, después de la tormenta, se argumentan y se sospechan tortuosos pactos en los que intervino el poder público y las Iglesias, para difamar al PRI y su candidato Héctor Yunes Landa, que se enfrentó a la conspiración secreta instrumentada desde palacio, para consumar la mal llamada traición que lo llevó a la derrota, a la que no se le puede llamar de esa manera, porque de todos es sabido que Héctor Yunes nunca fue el candidato del Gobernador, por el contrario siempre se le dio un trato de adversario, de enemigo o de aliado nada confiable.
 

Toda la santísima banda del obispado Veracruzano, consecuentemente, sacerdotes, monjas, párrocos, diáconos, se encargaron de señalar al PRI, como un partido negativo que promovía legislativamente el mayor de los crímenes al no brindar ninguna protección a los indefensos cigotos, embriones o fetos, desde su concepción sembrando una nube de odio y de desprecio en contra de las mujeres que tienen necesidad de abortar y cuestionando las políticas públicas sobre maternidad, salud femenina, concepción y aborto, en envalentonado reto al Estado Laico, todo ello de manera maliciosa y turbia porque de antemano el Gobernador Duarte, desde el 18 de enero había entregado la iniciativa de reforma al artículo 4 de la Constitución local, misma que se aprobó el 21 del mismo mes.
 
Sin embargo, con malévola insistencia, aprovechando el furor electorero y la pureza espiritual de las almas buenas que abundan en el reino de dios, levantaron y enardecieron con su proclama hipócrita la inducida indignación, incitando a un ciego coraje en el rebaño del señor, a quien adoctrinaban con el suave sesgo que tiene la palabra dulce y paternal de los respetables curitas. Así lo acreditó el PRI ante el OPLE, quien en el resolutivo aprobatorio de la elección, acordó solicitar una investigación en contra de estos depredadores de la democracia que descaradamente intervinieron para ganar una batalla que ya tenían ganada. Mediante pactos secretos a los que son muy dados en nuestra iglesia católica.
 
A los obispos les tocó hacer el trabajo sucio contra Héctor y contra el PRI, lo que les fue pródigamente recompensado una vez pasadas las controvertidas elecciones, pues el 28 de julio, pasada la elección, sin ningún rubor y con absoluto desprecio al Estado Laico, se obligó a la mayoría del congreso integrada por el PRI y el PAN (otra vez juntos) para que aprobaran esta iniciativa retrógrada que ya era promesa y compromiso del Señor Gobernador con el obispo de Xalapa, según el propio Hipólito Reyes quien en cínica luna de miel, festinó el acontecimiento en el Colegio Rouger del Puerto de Veracruz.
 

Qué pena que tengamos a nuestros mandatarios de rodillas, besando el anillo cardenalicio, qué pena que el Señor Presidente se deje ofender por un patán como el Obispo de Culiacán que insolente y despectivo, ante la iniciativa presidencial de legalizar los matrimonios igualitarios, privilegiando la universalidad de los derechos humanos, insolente y bravucón, irónico en su estupida interpretación, se atrevió a decir que el Presidente lo que quería era un “Gavioto” refiriéndose al nombre artístico de su esposa la Señora Angélica Rivera.
 
Donde esta Miguel Ángel Osorio Chong, nulo Secretario de Gobernación, que es el encargado de vigilar que las instituciones religiosas se conduzcan con respeto a la ley, lo más grave, la institución religiosa llamada iglesia católica, viola sistemáticamente la Constitución política del país, al participar abiertamente en política y al entrometerse abiertamente en las políticas públicas, con el absoluto beneplácito de la autoridad, si Osorio le tiene miedo a los maestros disidentes y pavor a la clerecia, debe de irse ya, de inmediato, pues la ingobernabilidad es visible, él podría ser buen candidato del PAN, pero no del PRI. Su inacción ofende a todos los Mexicanos.
 
Cuanta ignorancia de la geografía electoral revela el vocero de el Frente Nacional de la familia, al advertirle triunfante al Estado Mexicano, que sus manifestaciones del 10 de septiembre encabezadas por los obispos y organizadas por la clerecía en 120 ciudades, habían congregado aproximadamente un millón y medio de participantes, por favor el 12 de diciembre de cada año nos congregamos más en la villa del Tepeyac, para venerar con amor a la virgencita de Guadalupe, pero no para participar en las manifestaciones de odio hacia la diversidad sexual y sin embargo, ese gran numero de guadalupanos en las elecciones constitucionales votamos con absoluta libertad y 50 millones de mexicanos sí somos la mayoría, aunque 20 millones votemos por el PRI, 16 millones por Andrés Manuel, verdadero promotor de estas políticas rechazadas en provincia y aceptadas en la Ciudad de México y 13 millones por la panista Josefina Vásquez Mota, auténtica patrona del obispado.
 

Claro que la religión cuenta y vale para las cosas de diosito, pero en los asuntos de Estado, vamos y vivimos motivados por el libre albedrío que nos otorgó el señor para decidir nuestro propio destino, inclusive para que abracemos la o las creencias que queramos, pues todos somos hijos de dios, aunque la católica en el santísimo credo proclama que Jesucristo es su único hijo y a toda la humanidad la reduce a otra condición. Pero no nos quebremos la cabeza con estos misterios y simplemente definamos que en México una cosa es el Estado y otra la Iglesia.
 
Regresemos a nuestra diletancia, para anotar que desde que nació la iniciativa en el seno de una organización cristiana, ésta fue motivo de polémica pública, sin embargo el señor Gobernador la hizo suya y la presentó al Congreso local el día 18 de enero siendo aprobada en primera instancia el día 21 de enero, pero en Veracruz para que una reforma constitucional se perfeccione es necesario que su ratificación se haga en un segundo periodo de sesiones, siendo en el inter cuando se generó una gran oposición a la reforma por parte de grupos feministas y de organizaciones sociales, por lo que se creyó justamente que por fin se había escuchado la voz del pueblo y que la ley no se aprobaría, esto fue motivo suficiente para que la impaciencia se apoderara de la jerarquía católica, que para presionar utilizó sus armas más poderosa que son la política, mediante acuerdos, pues el mismo Hipólito divulgaba que Duarte no les había cumplido para aprobar la ley en comento y con aparente discordancia, optó por la manipulación electoral de los fieles mediante engañifas sesgadas y retorcidas, para conducir al rebaño agitado por el aparente buen camino. Hasta que Hipólito y su pandilla ganaron la elección.
 
Creo en el licenciado Miguel Ángel Yunes, sé de su fortaleza de carácter y de la claridad de sus objetivos, pero no creo que logre romper las fuertes ataduras pactistas de su partido, que estaría dispuesto a traicionarlo y entregarlo a cambio de impensadas canonjías, porque en ese instituto no valen los principios, ni las ideas, valen los intereses personales y de grupo que se sobreponen a cualquier inquietud por importante esta que sea, si quien las enarbola estorba o puede estorbar a sus grandes intereses, por eso las deserciones, los pleitos de familia, la suma egolatría y en el PAN de eso están sobraditos, a cada elección corresponden deserciones masivas de personajes que le han dado lustre y con el pretexto de puritanismos, defeccionan y se convierten en verdaderos caníbales.
 

Pronto su incondicional aliado el PRD, ha de ser un pesado e incómodo lastre que ha de condicionar su lealtad al inmerecido cobro del gran favor que le hicieron de apoyarlo para que ganara, seguro de que no apetecerán ni las migajas ni las sobras de poder, porque su protagonismo exigente los hace creer que ellos son los artífices de su fuerza política, luego entonces las perlas de la virgen, son poco pago a su titánico esfuerzo.
 
El Gobernador electo tiene una enorme deuda con el electorado veracruzano, producto de 2 campañas en las que ha contraído grandes compromisos que pronto le serán exigibles, pero sin duda las de mayor impacto serán el de seguridad y el de corrupción, temas de los que nos hemos ocupado bastamente. Pero quiero detenerme particularmente en el segundo.
 
El panorama judicial no varía, por el trajín de denuncias a los funcionarios públicos del actual régimen y al propio Gobernador electo de quien se presume le amarrarán las manos con una carpeta de investigación hechiza para que no actúe en los tribunales en contra de sus presumibles adversarios, para llevarlos a la cárcel y a él en lo personal, le harán efectiva alguna denuncia que podría ser la presentada en su contra, por la muy honorable y transparente Sección 32, no porque vaya a resultar responsable de algún ilícito, sino que se va a aprovechar cualquier indicio para tenerlo con el cuchillo en el cuello, para evitar acciones no deseadas, o para que haga sólo lo que se le indica, imponiéndole condiciones y paralizarlo, cuando se mueva en un camino no aceptable, afectando intereses partidistas o no convenientes al sistema.
 

En lo demás las condiciones en este momento son las mismas y el sistema de leyes penales y administrativas son las mismas, nada ha variado, por eso no pasará de escandalosos juicios políticos múltiples contra todos los no gratos o contra aquellos que se opongan a voluntad del próximo Gobernador, estos comenzarán tan pronto como se instale la Cámara Local el próximo 5 de noviembre.
 
Para esas fechas ya habrá comenzado la entrega- recepción de los bienes y de las cuentas públicas, pero como la Ley otorga un mes para este proceso, la entrega será lenta y desesperante, porque alguien en palacio se carcajea de las exigencias inútiles de quien será el nuevo gobernador, quien difícilmente se dará abasto para atender los abundantes problemas que hereda, pago del gasto corriente, aguinaldos para 24 000 trabajadores, (maestros, burócratas, policías, médicos) pago de pensiones y aguinaldos a los jubilados, pago del subsidio a la Universidad, reversión del impuesto a la nomina, rescatar los inmuebles enajenados por el Estado por vía de graciosa donación o en pago de deudas, pagar las deudas públicas y privadas del Estado, revisar la viabilidad de la deuda, recuperar las sumas millonarias que supuestamente fueron sustraídas, iniciar los juicios políticos si son necesarios para recuperar el control de algunas áreas estratégicas de control, como la fiscalía, que es por donde comenzará si quiere que se investigue y se sancione a los saqueadores, cuidar la unidad interna de su partido y fortalecer sus relaciones con los líderes nacionales del PAN y con los funcionarios públicos de la Federación que son los únicos que pueden sacarlo del atolladero económico, cuidar su alianza con el PRD, establecer las alianzas necesarias para una eficiente gobernabilidad y no soltar, por nada del mundo lo que ya tiene amarrado y luego preparar las futuras elecciones municipales.
 
Es cierto que cuenta con un excelente grupo de colaboradores leales y eficientes, como el siempre fiel licenciado Enrique Pérez Rodríguez. El médico Joaquín Guzmán Avilés, calificado como el mejor y más leal de sus paladines. El licenciado José de Jesus Mancha Alarcón, el licenciado Leopoldo Domínguez Armengual. El licenciado Jaime Téllez Marie. El licenciado Mario Marín Zamora. El contador Manuel Muñoz Ganem. El licenciado José Luis Lagunes López, la licenciada Silvia Edith Mota, Maryjose Gamboa Torales y una cantera de operadores y operadoras de muy alta calidad política y moral que ha subrayado su capacidad y confianza en el desempeño de las elevadas responsabilidades que se les han encomendado y que han acompañado a Miguel Ángel, en su difícil y controvertido transitar en las buenas y en las malas, siempre juntos a él.
 

Pero aun en general quienes han permanecido al margen de los negocios oficiales pueden estar tranquilos, soñando en el venturoso primero de diciembre, más aquellos que hicieron negocios con la actual administración oficial serán o ya están siendo investigados y si el olfato Yunista percibe malas vibras, entonces sí es el momento de atenerse a las consecuencias o agarrar las maletas para emigrar a otros estados o esconderse y cambiar de identidad, porque en política al perdón se le llama solapamiento y ahí sí, que nadie espere esa gracia, inexistente en el futuro Gobernador. No es tiempo de estar nerviosos, todavía faltan 50 días para que comience la fiesta en el Congreso y 75 para darle la bienvenida.
 
Por lo demás, los priistas estamos serenos, nuestro líder el licenciado Amadeo Flores Espinosa, conoce bien la ruta para sortear los eventos difíciles, su tarea fundamental de mantener al priismo unido, lo está desempeñando a carta cabal, los amagos de los aspirantes para substituirlo no le quitan el sueño, el tiene la confianza del líder nacional Enrique Ochoa Reza quien en su afán de fortalecimiento del partido sabe que en Amadeo tiene a su mejor aliado.
 
Amadeo sabe jalar las pitas sin estridencias, sabe sugerir con prudencia el consejo oportuno para moderar los ímpetus de quienes sueñan con substituirlo. Calmar los brios de Jorge Carballo Delfín, abonar la sensatez de Carlos Aceves Amezcua, cultivar la institucionalidad de Américo Zúñiga Martínez es una actividad de rutina, que se sella con su simpatía hacia todos los aspirantes a quienes si tienen la venia conducirá hacia la silla mayor de la Avenida Ruiz Cortines, pero todo a su tiempo.-Por el bien de la causa.
 

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