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Columnas y artículos de opinión
Tierra de Babel
Mientras en Veracruz...
Jorge Arturo Rodríguez
6 de octubre de 2016
alcalorpolitico.com
Las desigualdades no sólo van en aumento, se asientan y ensanchan, enredadera maligna de una sociedad enferma, porque, cierto, “no es al amor quien muere, somos nosotros mismos”. Corta es la vida, dice el poeta, pero también porque no la dejamos que viva; somos de una cortedad a veces extrema que hacemos del tiempo nimiedades. Qué tiempos se viven y se sufren.
 
Dije que las desigualdades se multiplican y sucede con brutal cinismo. Mientras los pensionados están dure que dale para que se les paguen sus gastadas moneditas, los ministros, magistrados y jueces reciben su lanota jugosa y a tiempo. Cabecea La Jornada (04-10-16): “Ministros admiten que tuercen la ley para su 'guardadito'”, y leo: “El Poder Judicial de la Federación (PJF) aplica un ‘‘doble rasero’’ en materia de pago de pensiones: por un lado es generoso con ‘‘pensiones complementarias’’ para ministros, magistrados y jueces federales, que les permiten incrementar sus ingresos hasta 80 por ciento del sueldo mensual que recibían en activo, mientras la segunda sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha ratificado que el monto máximo de pensiones para trabajadores del IMSS y del Issste debe ser el equivalente a 10 salarios mínimos mensuales”.  
 
Y qué tal el Congreso federal que “en una década ha costado a los mexicanos más de 94 mil millones de pesos, por el aumento de comisiones, personal y las dietas y prestaciones de los 500 diputados y 128 senadores”. Ahí nada, pescadito.
 

Mientras en Veracruz más deudas, más porquerías, más lodo y más… Pero dicen que todo cambiará. Ojalá, no queda de otra… por los siglos de los siglos, amén.
 
Los días y los temas
 
Cierto, nos lamentamos de tanta injusticia y desigualdad –¿es lo mismo que maldad?-, tanto que luego no la soportamos ni nos soportamos. Según el Inegi, “el estrés, lo bajos salarios y los compromisos familiares fueron los principales motivos que orillaron a miles de trabajadores en México a abandonar sus puestos de trabajo durante la primeros tres meses de este año”, es decir, más de 759 mil”. (El Universal/26-07-16). ¿A dónde vamos a llegar? ¿Vamos a alguna parte? Por cierto, ¿dónde están los aviadores? ¿Les irá igual?
 

Quizás lo mejor sea suicidarnos, con eso de que “en los últimos diez años se han registrado en México 51 mil 381 suicidios; de ellos, 41 mil 867 corresponden a casos de hombres y nueve mil 508 a mujeres. De acuerdo con estadísticas oficiales, en tres de cada cuatro casos el método utilizado es el ahorcamiento, seguido del disparo con arma de fuego y en tercer sitio el envenenamiento”. (Excelsior/13-09-16). Usted decide.
 
De cinismo y anexas
 
¿Qué queremos? ¿Que el río vuelva a su cauce? ¿Qué nos caiga un rayo o que nos asista un milagro? ¡Por Dios!  
 

“Como ha expresado Augusto Zamora: “¿Para qué preocuparse del desempleo, las desigualdades, la violencia social, si lo más importante del mundo es caminar como zombis cazando muñecos virtuales? En sociedades privadas de valores, vaciadas de contenido, juegos como el Pokémon Go llenan los espacios ociosos, desolados, del cerebro, así como el espíritu de millones de seres. Incitados a olvidar la realidad, privados de metas e ideales, los videojuegos se erigen en depositarios de la dejadez humana, en trampas donde dilapidar el tiempo finito de vida.” (“La realidad suplantada: Pokemones en el ciberespacio”, de Miguel Ángel Adame Cerón, en La Jornada Semanal, 28-08-16). ¡Qué pokemadres!
 
Por lo pronto, ahí se ven.