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Columnas y artículos de opinión
Veracruz esta en buenas manos
Luciano Blanco González
14 de octubre de 2016
alcalorpolitico.com
Seguramente alguien o algunos celebraron la licencia del Doctor Javier Duarte como Gobernador del Estado y triunfantes colocaron una vistosa raya más al tigre, como si la salida significara el fin de una lucha que aparentemente se fundamenta en una cerrada ofensiva contra la corrupción y el enriquecimiento ilícito de un Gobierno que todavía no rinde cuentas y que a priori, e irresponsablemente, ya se juzga por el pleno de los comunicadores que asumen el papel de magistrados y jueces, y modestamente por el papel de investigación que asumimos no pasamos de ser investigadores que difundimos nuestro trabajo.
 
Así es, tristemente nuestra cultura, que los mismos gobernantes, presas de la vanidad y de la ciega egolatría, que no de la ignorancia, primero recurren a los medios de comunicación y luego a las instancias.
 
Tal es el caso del Doctor Duarte, quien revestido de un hábito de santidad, concurre ante los medios nacionales a anunciar su licencia y no a la Legislatura, cuyos diputados se enteran de su decisión a través de los televisores.
 

¿Por qué lo hizo de esta manera? Debemos de pensar en dos razones: La primera y más importante es la de enviar un mensaje claro de que convierte su licencia en una poderosa arma política para continuar la añeja riña con el Gobernador electo, Miguel Ángel Yunes, a quien pretende exhibir mediante el denuesto y la descalificación, invitándolo a un debate, en el que él, ya no tiene nada que perder y si mucho que ganar, pretendiendo inocentemente que Yunes se ponga los guantes y se suba a pelear con él en la arena nacional de la Televisión, donde nada se prueba, nada se resuelve, pero si se propicia un ambiente a la medida de quienes contrataron los carísimos servicios de Televisa para limpiar o ensuciar la imagen de los actores, según lo desee el pagador, o usted cree que esto es gratuito y que Emilio Azcarraga se ha convertido en un mecenas de la democracia.
 
Con razón el abogado Miguel Ángel Yunes, hoy Gobernador electo, a la tortuosa invitación al debate, contestó categórico, refiriéndose al doctor Duarte: “Que él debata con los Agentes del Ministerio Público de la Federación” y es una aseveración correcta porque ahí es donde se están haciendo las investigaciones que nos darán luz, sobre esta penosa y engorrosa situación penal excesivamente politizada.
 
La segunda razón del doctor Duarte para concurrir primero a Televisa donde sí le hacen caso, fue tratar de mostrarle al país que él es inocente de todo lo que se le acusa, de hecho por sus declaraciones y su actitud puede calificársele de valiente porque se airea ante la opinión pública nacional como un hombre honesto al que no le avergüenza comparecer y decirle a todos que él no se ha robado nada, que en efecto deja una deuda manejable y apela a la fuerza de la ley para demostrar su inocencia.
 

Todo esto lo declara en medio de un clima de desasosiego y de intranquilidad de todos los veracruzanos, asechados por una delincuencia agresiva y depredadora que somete al miedo a toda la indefensa población civil, que tiembla ante la repentina aparición de miles de cadáveres embolsados, quemados, enterrados, acidificados, cientos de muertos por todos lados, miles de hogares enlutados y cientos de familias reclamando justicia e implorando con lágrimas, alguna ayuda para encontrar a sus desaparecidos.
 
Mientras tanto, todos somos consolados por una frase indolente y fría. “En Veracruz no pasa nada” pretendiendo esconder la lastimosa y lamentable realidad. Frase que indigna y golpea la conciencia de quienes han sufrido o sufren algún embate criminal, en el que se cuenta gran parte del pueblo de Veracruz, victima de esta violencia psicológica.
 
¿Es Javier Duarte, responsable de esta situación? Es y lo sería, si su actuación se hubiera ceñido a tolerar con indiferencia el desarrollo del crimen organizado, pero nos consta que los tres niveles de gobierno se han esforzado por combatir esta hidra que brota y se multiplica por todas partes, desafortunadamente, tenemos que admitirlo, nuestras fuerzas de seguridad han sido rebasadas, no por falta de medios y recursos, pues como se nos ha informado, nuestras fuerzas cuentan con todo el apoyo de medios tecnológicos y personal certificado para actuar en estas circunstancias, pero también tenemos que admitirlo, no cuentan con el apoyo ni con la confianza de la población e irresponsablemente aplaudimos cuando son cuestionados por las comisiones de derechos humanos por supuestos excesos.
 

Es cierto todos hasta el peor de los criminales tiene derecho a ser llevado a los tribunales y a ser juzgado conforme a la ley. Pero un secuestrador in fraganti, un chupaductos en acción, un asaltante en plena operación, no esperan al policía con flores o con amables saludos, ahí se juegan la vida y se rompen los protocolos del humanismo y de la legalidad, ahí es donde debe de prevalecer la obligación y el deber del Estado de brindar la seguridad necesaria.
 
Respecto de este renglón está pendiente una evaluación sensata que ponga a cada quien en su lugar y si algún funcionario público del estado, policía o mando, faltó a la confianza coludiéndose con la delincuencia, brindándoles protección, debe de ser sometido a la ley.
 
Ojalá y sea válido el baño de honradez que se dio el doctor Duarte ante los sorprendidos televidentes y que su afirmación sea confirmada por los tribunales en su momento, pero ello no lo libera de la responsabilidad que tenía y tiene de informarnos, a dónde se fue el dinero de la Universidad Veracruzana, en qué se utilizó el dinero de los jubilados, en qué se gastó el dinero de los proyectos productivos de los campesinos, en qué se gastó el dinero que elevó la deuda pública a los 35 mil millones, dónde está el dinero que la federación envío a los municipios y que éstos se quejan de que no les ha llegado, por qué se desvío el impuesto a la nómina, por qué a sabiendas de la insolvencia se siguió adquiriendo deuda pública y privada.
 

Nos dejaría satisfechos el saber con números reales que el dinero que envía la federación por concepto de la recaudación que hace de nuestros impuestos, con motivo de los acuerdos de recaudación fiscal de impuestos, derechos, productos, contribuciones y aprovechamientos, es insuficiente para cumplir mensualmente con los pagos y gasto corriente mensual y que se arrastra un déficit presupuestario de tal manera que el dinero no alcanza, lo que provoca una gran acumulación de pasivos y que hay que agarrar dinero de donde caiga para cubrir lo mas urgente.
 
Duarte se fue, este no era el final que deseábamos, nos hubiera gustado despedirlo con aplausos, homenajes, reconocimientos, muchas fanfarrias, diplomas y pergaminos. Muy a pesar de sus adversarios hay gente que lo respeta y lo quiere. Yunes no le cortó la cabeza, se degolló él mismo. Yunes sólo lo presionó y lo incitó con una visible estrategia de acoso múltiple, manipulando a sus deudores de dinero, de ofensas, de justicia, en las calles y carreteras, en declaraciones irreverentes e inimaginables de líderes otrora en un pasado reciente que lo apapachaban y comían de su mano y luego se unieron para acabarlo. Dejarlo solo ante una sociedad que insolente lo señala de los peores arrebatos administrativos, puesto que nunca les informó del por qué enajenar o donar importantes bienes del Estado.
 
Pero la contienda continúa, la pendencia tiene ahora un nuevo ángulo, la querella tiene los mismos motivos, solo que ahora Duarte como ciudadano común, con todos sus derechos a salvo, puede soltar la lengua con toda la estridencia que desee y puede continuar la reyerta ya sin reglas, ni formas. Su actuar será igual al de una fiera herida, igual al de una avispa recién testereada, lo veremos actuar con bravura y con coraje en defensa de su maltrecho honor, ello como un compromiso consigo mismo y del que parece estar muy convencido.
 

Después de la obligada licencia de Duarte, la comisión permanente del congreso local, a pesar del berrinchito de quinceañera y del papelito nada decoroso del resto de los diputados, acordó designar al doctor Flavino Ríos Alvarado, como Gobernador interino para que concluya el periodo constitucional.
 
El doctor Flavino Ríos, a pesar de su reconocida laicidad, llega con todas las bendiciones del cielo, a su llegada como Secretario de Gobierno, la mitra católica saludó con buen talante al en aquel entonces nuevo funcionario. Independientemente de sus virtudes como político, él sabrá sortear la crisis de poder por la que atraviesa el estado, reencauzándolo por la necesaria y urgente gobernabilidad. Apoyado en una característica única e irrebatible es un político íntegro que goza de un envidiable prestigio personal de rectitud y honestidad a toda prueba, él es un político que inspira confianza y goza de un factor indispensable para desempeñarse correctamente en estas lides que se llama credibilidad.
 
No tengo duda de que tiene el modo y la forma para convencer al señor Presidente y a su Secretariado para que apoyen a Veracruz en este difícil momento, porque aunque no estamos en el fondo de un abismo sin fondo, pero poco nos falta para caer, nosotros lo hemos dado todo por la República y toca en este momento a la federación corresponder, Flavino, que es un político serio y confiable, sabrá cómo convencer a la Federación de un plan de rescate económico que nos permita respirar en adelante con mas energía para salir avantes.
 

Él sabrá organizar las fuerzas de seguridad para ponerlas con eficiencia, al servicio del pueblo y sabrá cómo interesar al señor Presidente para que la federación invierta más en el estado y se combata a la delincuencia con fuentes de empleo a la par de una policía especializada en atacar la inseguridad sobre todo en los delitos mas virales, como el secuestro, el asalto, la extorsión y la presencia de grupos armados que todavía transitan y operan en el territorio veracruzano.
 
Por lo pronto le corresponde instrumentar todo lo relativo a la transición, entregarle la administración a un nuevo gobierno cuya esencia se caracteriza por ser exigente y desconfiado de todo, Flavino lo sabrá hacer con orden y transparencia y como siempre lo ha hecho con estricto apego a la ley.
 
Podemos asegurar que él no es de los que no desean que Miguel Ángel Yunes no tome posesión el primero de diciembre como nuevo Gobernador, por el contrario estamos seguros que le allanará el camino, pues el doctor posee una formación democrática que le viene desde la juventud. Eso sí, será con respeto y con armonía, se acabaron las ocurrencias, las groserías, las descortesías y las conductas ofensivas, ambos son juristas brillantes y en ese campo cada quien sabe dónde está parado.
 

En la Huasteca le celebramos la designación del nuevo Secretario de Gobierno, Genaro Mejia de la Merced, hacía tiempo que no teníamos el honor de ser distinguidos con tan alta responsabilidad, lo digo así, porque este nombramiento lo sentimos como un reconocimiento a la clase política local.
 
Genaro es entre nosotros un igual que ha recorrido los pueblos y comunidades más recónditos, que gusta de venir con nosotros y placear para disfrutar un rico zacahuil en el mercado o zapatear un huapango en la fiesta del pueblo con botín y pañuelo al cuello pero también sabe escuchar a los paisanos contagiándose de sus problemas y buscando las soluciones apropiadas. Nos enorgullece porque él, accesible como es, será una pieza clave en este difícil trabajo de reconstituir el deteriorado tejido social, cuyas fibras sensibles se encuentran afectadas por un enfado viral producto del engaño, la simulación y el discurso ofensivo y retador.
 
Por lo pronto el priismo veracruzano, guiado acertadamente por su líder Amadeo Flores Espinosa, se prepara para recibir el próximo lunes al presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, que trae consigo un mensaje contundente para la oposición y que seguramente será motivo de escándalo a nivel nacional.
 

No cabe duda de que pronto respiraremos otro ambiente, los ciudadanos estamos dispuestos a respaldar las acciones positivas del nuevo Gobernador de quien no esperamos ni milagros, ni actos de magia para convencer con actos insubstanciales y artificios soluciones efímeras. 49 días marcarán la diferencia de casi 6 años desafortunados, pero ahora coadyuvemos con la nueva administración que confiamos reencauzará al Estado por el rumbo que todos deseamos, el de la tranquilidad y el trabajo fructífero. Veracruz, esta en buenas manos, limpias y firmes.- Por el bien de la causa.

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