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Columnas y artículos de opinión
Metrópoli
La suerte política de Flavino está en el aire
Francisco L. Carranco
17 de octubre de 2016
alcalorpolitico.com
El gobierno tiene otra cara, pero, aclaro, físicamente, porque el nuevo gobernador interino Flavino Ríos Alvarado, asume el mandato de la administración estatal arriesgando el capital político de toda su vida en un momento crítico para las instituciones del estado de Veracruz que se han convertido en iconos de la corrupción y violencia nacional, al aceptar el cargo.
 
El doctor Flavino, quien se había obstinado en ser alcalde de su “natal” Minatitlán y que por razones de fuego amigo y patadas por debajo de la mesa no ha logrado su objetivo, hoy, es el gobernador que, en menos 46 días, tendrá que dejar una gestión pulcra o lo más cercano a ella, contener a los ambiciosos que, por usos y costumbres, desvalijan lo que queda en el connotado año de Hidalgo, o séase…!  
 
Además, de detener, también, el estallido de circunstancias en escenarios sociales que devastarían la tranquilidad social del estado en los momentos de transición política y dentro del hartazgo de la sociedad que ya no aguanta que los trastupijes políticos los avasallen.
 

La seguridad pública, alto a la violencia, respeto al pago puntual de salarios a empleados, profesores, jubilados, prestadores de servicios y otros adeudos, el deslinde total del duartismo para poder operar la estabilización del estado, es decir, dejar atrás el gobierno soberbio y autoritario para ejercer un gobierno con prudencia política, fuerza contra los funcionarios desbocados y control estricto de las finanzas públicas, acciones y estrategias transparentes y firmes para medio ordenar que el gobierno no caiga en un bache peor, para luego dejar el cargo con dignidad.
 
Definitivamente, el 90% de los problemas en Veracruz es la escasez del circulante, porque al igual que las empresas fantasmas el dinero que, según Gómez Pelegrin y el ex Gobernador Duarte, dicen que ahí está pero nadie lo ve, pero que eso sí, mes con mes el dinero de las arcas estatales se dirige a un destino que sólo el secretario de Finanzas, el Orfis, la Contraloría y los beneficiarios saben dónde va, el nuevo gobernador deberá apretar a Orfis y Contraloría para cuentas claras.
 
El Gobernador Flavino, tendrá que paliar las manifestaciones y protestas de los ciudadanos para cumplirles, principalmente, con el pago de sus sueldos y salarios, para que el colapso económico no acabe de aniquilar a los ciudadanos veracruzanos.
 

En charla de café, se ha sabido que varios empresarios muebleros y de almacenes que no venden perecederos están al borde del cierre, la cartera de pago de sus clientes ahora es una larga lista de morosos que no pagan porque el gobierno no les paga, en cadena los empresarios empiezan a despedir gente para ahorrase sueldos y prestaciones y otros costos fijos, engrosando las filas del desempleo y miseria.
 
La chamba del gobernador interino es un trabajo complicado, pero, con ciertas ventajas, es un gobernador que llega al ejercicio del poder sin haber prometido nada, claro que está bajo los reflectores y el escrutinio de los ciudadanos, sin embargo, el mismo ha dicho que tiene la experiencia política y el poder para hacer las cosas sino de la mejor forma sí que mantengan un equilibrio entre las necesidades de la sociedad veracruzana y los problemas políticos y económicos que el duartismo generó.
 
La primera acción que desarrolló como Gobernador fue convocar al Consejo de Seguridad Pública con el que replanteó la estrategia en esta materia para el sur de la entidad, Coatzacoalcos y Minatitlán que son los focos más candentes de inseguridad pública e ingobernabilidad.
 

Cual fue la lectura de Flavino sobre ese tema. Qué él sabe en dónde están los problemas y puntos álgidos de la mala política veracruzana, y que Duarte dejó crecer sin control, es sabido de los lazos de permisibilidad que los grupos delictivos han tenido con los gobiernos municipales y estatales antes del Flavinismo.
 
Algo a favor del nuevo gobernante, es reconocer la ausencia de seguridad pública en la región sur y que ésta está urgida de soluciones contra el peor flagelo de la ciudadanía: la violencia, inseguridad y miedo; humildemente convocó al Secretario de Gobernación para tener una reunión de trabajo, específicamente, para detener la violencia y la amenaza constante de los grupos delincuenciales en contra de los ciudadanos veracruzanos de aquella región.
 
Flavino, si quiere, puede ser uno de los mejores gobernantes interinos que pudiera tener la dicha de, medio arreglar, todos los yerros de su antecesor, demostrar que la juventud que llegó al poder con Duarte y el duartismo no estaba preparada y él con la experiencia y madurez que la vida política y propia le ha dado, además, de conocer todas las debilidades de la política duartista, quizás, logre enfrentar todos los problemas que ocasionó la corrupción, el autoritarismo, soberbia y bajos escrúpulos de la clase política que finalmente llegará a su fin el próximo uno de diciembre.
 

También existe la incertidumbre de que, Flavino, no quiera o no pueda contra la herencia maldita, que los propios funcionarios enquistados en la administración estatal, hagan un muro de desobediencia y, con el gran boquete que dejó el ahora el gobernador con licencia, el caos político se lo puede llevar entre las patas y adiós, el Gobernador Interino será un exgobernador tachado de cómplice, tapadera y el estigma duartista lo acompañará siempre en la peor debacle que un estado priísta pudiera padecer, abandonando el poder gubernamental por la puerta de atrás.  
 
La suerte política de Flavino está en el aire
 
Suburbio 1
 

Felicidades a Raúl Peimbert Díaz, por haber obtenido otro premio Emmy en su trayectoria periodística, por el estupendo reportaje y cobertura de la visita del Papa Francisco a México.
 
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