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Columnas y artículos de opinión
Juan Simbrón Méndez
Rafael Martínez Zaleta
16 de febrero de 2012
alcalorpolitico.com
Juan Simbrón Méndez
“La paloma blanca”
 
Al Ing. Jesús Cuauhtémoc Cienfuegos Meraz,
Presidente Municipal Constitucional de Papantla
de Olarte, Ver., con inmodificable afecto.
 
Juan Simbrón Méndez, nació el 7 de noviembre de 1916. Día martes, en la comunidad de El Tajín, municipio de Papantla. En aquel comienzo de siglo, el guía espiritual de la localidad inspirado en el movimiento astrológico de aquella noche, sentenció: “Será un hombre del que saldrá mucha fuerza, le gustará inventar cosas, los trabajos que haga tratará de hacerlos bien y completos. Será de los hombres que por su manera de pensar, otros hombres y mujeres le seguirán. Será valiente, inconforme y rebelde, traerá cosas nuevas a nuestra raza, llegará a los más altos honores y dignidades…” Sin embargo, su primera infancia no fue nada grata, vivió en la escasez. Por aquellos aciagos días en la comunidad de El Viejo Ojite perdió a su padre. En aquellas soledades, Juan Simbrón en las noches gusta mirar el cielo. Observa con mucha atención el cambio de los cuerpos celestes. Es testigo del milagro de un amanecer y rayando el mediodía suele acercarse al río para escuchar en su constante murmullo el alegre canto de las aguas que llegan y el nostálgico canto de las aguas que se van.
 
Juan Simbrón Méndez diariamente fue aprendiendo las enseñanzas de la naturaleza. Fue conociendo el canto y mensaje de las aves silvestres. Supo interpretar la gutural y trágica voz del tecolote; el preventivo silbido de la lechuza; el lastimero aullido del perro, venteando la muerte en una oscura noche; la lavada de cara del gato, anunciando la visita; el veloz e inquieto movimiento de las arrieras, presagiando el mal tiempo; el ronco lenguaje del cotorro, presintiendo un temblor; el peregrinar de las aves migratorias, que señalan el fin y el principio de una estación. Juan Simbrón en medio de aquella exuberante vegetación, aprende las bondades del reino vegetal y mineral; aprende que lo más importante del ser humano es la salud. Sabe que la naturaleza en sus frutos, semillas, hojas, maderas y corteza; en la hierbabuena, ajo, cebolla, tomillo y manzanilla, sábila, cuachalalote, uña de gato, albahacar, árnica, hojas de aguacate…; en el bicarbonato de sodio, el azufre, hidróxido de aluminio, el caolín, el magnesio, etc., está la infinita gama de sustancias, que cuando se ha perdido devuelven la salud. Sus conocimientos médicos son producto de la entrega recepción, que de generación a generación, y a veces mancomunados a la costumbre, se hacen a través del tiempo y el espacio.
 
Atrás, en la historia de Juan Simbrón ha quedado su antiguo cargo de policía, su honroso desempeño como topil, el prestigiado comandante, el honorable agente municipal. Su intachable conducta lo convierte en Presidente del Consejo Supremo Indígena Totonaco, en promotor agrario de la Secretaría de la Reforma Agraria, en Consejero de la Unión de Pequeños Propietarios Indígenas Totonacas, y un día de noviembre del 2007, es nombrado Presidente de la Confederación Nacional de los Pueblos Étnicos, en el Parque Temático Tajín Takilhsukut. Pero Juan Simbrón Méndez es un hombre inquieto, laborioso y pensante como el que más, y reuniéndose con sus colaboradores más cercanos hace llegar al Congreso del Estado de Veracruz, la propuesta de creación de la Secretaría de Asuntos Indígenas, esta iniciativa se dio el 13 de agosto de 2010, aún saboreaba en su mente fresca el haber recibido la medalla que desde entonces lleva su nombre y que se entrega actualmente como parte del programa Tesoros Veracruzanos Vivos, que adopta las disposiciones de esquemas “Tesoros Humanos Vivos” de la UNESCO. Un 19 de marzo del 2009 fue objeto de este homenaje.
 
Juan Simbrón Méndez recorrió varias veces el país, actuando como mediador entre las comunidades indígenas y el gobierno federal. En su trayecto por su manera de ser y de pensar, por su indumentaria y los mensajes que portaba fue conocido como “La paloma blanca”; y ya convertido en verdadero representante de los pueblos originarios del Estado de Veracruz, el 3 de diciembre de 2011, el Gobernador de Veracruz, Dr. Javier Duarte de Ochoa, lo hace acreedor a la medalla “Adolfo Ruiz Cortines” en la Tribuna más alta del Estado de Veracruz. Hecho sin precedente. Reconocimiento al genio y a la figura de uno de los personajes más dignos y representativos del Totonacapan. Esta nominación honra con justicia a Juan Simbrón Méndez que la recibe y al Gobernador de Veracruz que la entrega. Aquí se comprueba el viejo adagio, que entraña una doble virtud, “el que honra se honra”.
 
En su especial manera de escribir y con el tinte filosófico muy propio de él, don Fernando Hernández Flores, nos dice al respecto: “Don Juan Simbrón es músico, porque sabe tocar el violín; es médico tradicional, porque conoce cuales son las plantas medicinales que sirven para determinadas enfermedades; es un hombre muy sabio y profundo conocedor de los problemas indígenas del país. El Tata Juan menciona: <Dios no me ha dado estudios, pero me ha dado sabiduría>. También es <La Paloma Blanca>, porque ha volado por diversos rincones del país y otros países del mundo como Canadá, Australia, Estados Unidos; se ha reunido con Presidentes de México como Miguel de la Madrid, Luís Echeverría, con el Gobernador Javier Duarte de Ochoa en el Parque Takilsuhkut en la Cumbre Tajín. El Tata Juan Simbrón, tal como le decimos los que lo estimamos, sabe de campo y de la vainilla que perfuma al mundo, baila los sones en el ritual de los voladores, es el gestor principal para que a Papantla se le vuelva a denominar Pueblo Mágico y que los voladores recibieran reconocimiento internacional como patrimonio de la humanidad”.
 
Juan Simbrón Méndez es un integrante de la cultura totonaca, de esa cultura que ha sido en toda su vida, la fuente de inspiración del maestro Teodoro Cano García, de Carlos Juan Islas y de tantos otros célebres personajes que pueblan el universo del Totonacapan.
 
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