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Columnas y artículos de opinión
Colosio, el asesinato
Eduardo de la Torre Jaramillo
15 de junio de 2012
alcalorpolitico.com
Debo aclarar que no soy experto ni crítico de cine pero en esta ocasión escribiré sobre esta película y la pequeña parte que me tocó vivir en mi primera campaña presidencial con Luis Donaldo Colosio Murrieta en 1994.

En esa última sucesión presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio fue “destapado” el 28 de noviembre de 1993, muy tarde si se compara con el 4 de octubre de 1987 cuando anunciaron que el ungido era Carlos Salinas de Gortari; mi ingreso a esa campaña se produjo porque yo estaba estudiando el Diplomado de Análisis Político de la Universidad Iberoamericana pero debido a su saturación lo estudié en el Claustro de Sor Juana, dicho Diplomado era una moda para los cuadros políticos medianos del PRI en el DF, y por supuesto que había dos grupos: los camachistas y los colosistas, con quienes mantuve una excelencia relación, y en broma me decían, “cuando ganemos te invitamos a la campaña”, y así fue, entre los colosistas estaban los egresados de la carrera de ciencia política de la Universidad Iberoamericana, y la invitación la cerró mi amigo Juan Carlos Morales Páez.

Es importante recordar brevemente el contexto económico-político de ese tiempo para ubicar el asesinato de Luis Donaldo; en el aeropuerto de Guadalajara se había asesinado al Cardenal Posadas Ocampo, irrumpió en enero de 1994 el EZLN en Chiapas, con cualquier declaración de algún político se producían las constantes fugas de capitales (Jorge Carpizo, Manuel Camacho, etc.), se redujeron las reservas internacionales, el peso se deslizaba rápidamente frente al dólar (así se llamó eufemísticamente a las microdevaluaciones), etc.; este fue el clima de aquella campaña electoral, además del ingreso de México al TLC.


Centrándome en la película “Colosio, el asesinato”, el guion de la película lo escribió Hugo Rodríguez y la dirigió Carlos Bolado, lo interesante de la película es que no menciona los nombres de los personajes, porque se entiende que conocemos a los actores del triller de 1994, no analiza, no hay hipótesis, todo se lo deja al espectador y a su información que tenga sobre la época; donde el timing político es perfecto, justo a 20 días de la elección presidencial, porque seguramente incidirá en los jóvenes que les alimentará su antipriismo, más allá del #YoSoy132.

Los personajes y la trama son impecables políticamente hablando, desde el que desarrolla Daniel Giménez Cacho, el cual es magnifico, quien aparece como José Córdoba Montoya, el alter ego de Carlos Salinas, a quien podemos imaginar como el “autor intelectual” del asesinato; Odiseo Bichir quien hace el papel de José Francisco Ruiz Massieu, al cual lo reducen a un papel de policía, personificación que no me agradó, porque Ruiz Massieu era un ideólogo, lo escuché un par de veces y era más estratega que policía; la actuación del primer fiscal, Miguel Montes, interpretado por José Sefami, es igual, va de la teoría de la “acción concertada” a la inconcebible teoría del “asesino solitario”.

El investigador Andrés, personificado por José María Yazpik, desnuda a los varios “Mario Aburto”, lo que observaron perfectamente en su momento los mexicanos, y va armando la “teoría del complot” que tanto agrada a la clase política mexicana.


Luis Donaldo Colosio se convirtió en un candidato incómodo para un sector de la clase política priista o mejor dicho para Raúl Salinas, primero rechazó a los priistas que estuvieron vinculados a la corrupción, de ser un nonato político, buscó convertirse en el actor político, ésta fase se podría localizar en su famoso discurso del 6 de marzo de 1994; fue un negociador político, prueba de ello es el pacto que realiza con Manuel Camacho Solís, un día antes de su asesinato, ésta quizá es una de las mejores escenas de la película, porque Camacho Solís pudo haber sido el candidato presidencial del PVEM, allí todo su grupo lo hubiese apoyado, el regente sustituto, Manuel Aguilera Gómez, Fernando Ortiz Arana, presidente del CEN del PRI (quien pensó que le podía disputar a Salinas de Gortari la candidatura), Jorge Carpizo, secretario de gobernación, y otros; por eso fue importante el pacto político Colosio-Camacho para enfrentar a los adversarios del primero, algo que ya no le dio tiempo.

Definitivamente, ésta película le restará votos al PRI el próximo 1 de julio, porque evidencia que el PRI es el mismo de siempre, pero quizá con el énfasis de que ese instituto político nació con el asesinato de Álvaro Obregón y cerró su ciclo con el asesinato de Luis Donaldo Colosio.