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Columnas y artículos de opinión
Prosa Aprisa
¿Por qué con Pepe sí y con Héctor no?
Arturo Reyes Isidoro
4 de julio de 2012
alcalorpolitico.com
La pregunta es obligada: ¿por qué con Pepe sí y con Héctor no? El pie (el texto informativo) de la fotografía publicada en el Diario de Xalapa ayer martes se concreta a señalar que el gobernador Javier Duarte de Ochoa comió el lunes con el virtual candidato electo al Senado, José Yunes Zorrilla, para “conversar sobre el proceso electoral” del domingo. En la gráfica, que tiene como trasfondo la casa de la familia Yunes en La Calera, en Perote, se observa al titular del Ejecutivo flanqueado por los Pepes, padre e hijo, Yunes Suárez uno y Yunes Zorrilla el otro. Completan el elenco el presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, Erick Lagos Hernández, el alcalde de Perote, Juan Velázquez Yunes, primo del inminente nuevo senador, y Julián Yunes, primo de Pepe Yunes papá.

La imagen sería una más si no se tratara de políticos de primer nivel, de hombres públicos, con poder y en el poder político (cuatro de los seis). Mueve a curiosidad que haya sido el propio Gobernador quien haya viajado hasta Perote a reunirse y a comer con un correligionario suyo, lo que está dentro de la normalidad política, y no que haya sido al revés, que, como se acostumbra, como un acto de cortesía política, el virtual nuevo senador no haya ido a Palacio de Gobierno a presentarle sus respetos a la primera autoridad del estado y de paso a informarle de su triunfo conforme a la copia de las actas que seguramente obran en su poder y que dan fe de su victoria.

Llama la atención que se haya salido de la formalidad habitual en estos casos, de que el Mandatario estatal, conociendo los resultados preliminares, se hubiera concretado a llamar por teléfono al virtual ganador para felicitarlo y pedirle trabajar en estrecha colaboración por el bien de Veracruz y bla bla bla. Pero no fue así. Hubo viaje especial, porque así fue, no fue una visita de pasada porque se cumplía una encomienda oficial por el rumbo y se aprovechó para ir a saludar al compañero, al amigo.


¿De qué hablaron? ¿Solo sobre el proceso electoral? ¿Acaso del triunfo el domingo de la selección española de futbol sobre su similar italiana lo que le valió la Eurocopa?, ¿o sobre lo que se espera de Hugo Sánchez al frente de los Tuzos del Pachuca?, ¿o sobre el éxito que está teniendo entre los niños la versión 3 de la película Madagascar?, ¿o que Beyoncé arrasó con los BET?, ¿o sobre el divorcio de Tom Cruise de Katie Holmes?, ¿o sobre el éxito que está teniendo la nueva versión del Hombre Araña?

Pero si todo lo anterior despierta curiosidad, llama poderosamente la atención que el jefe político del estado y de los priistas en especial no haya tenido el mismo detalle con el otro virtual candidato electo al Senado, Héctor Yunes Landa, es decir, que no lo haya visitado en su hogar, en Xalapa. Anoche después de las 22 horas, cuando ya había distribuido mi columna, se hizo circular una gráfica de Héctor con el gobernante pero éste lo visitó en la Casa de Gobierno, acompañado de su esposa. Debido a ello, esta versión que está usted leyendo ha sido modificada y reenviada de última hora.

En política no hay nada casual y a partir de que prácticamente está definido el relevo presidencial, donde el nuevo Presidente priista se convertirá formalmente –en los hechos, en la práctica ya lo es desde ahora– en el jefe también de su partido a nivel nacional, nada de lo que se haga entre actores políticos tricolores con presente y con futuro dejará de tener significado especial.


Cualquier pensaría que falta mucho tiempo para el relevo del poder en el estado. Sí y no. Para que concluya el periodo legal, constitucional, del actual gobierno faltan cuatro años y cuatro meses, relativamente muchos. Pero para que se decida al sustituto, resta menos, acaso tres años y meses, que se irán como agua. Dadas las nuevas circunstancias y los no tan buenos resultados que logró el priismo en el estado el domingo pasado, no puede dejarse de considerar que Enrique Peña Nieto será mano y que, para evitar que suceda lo que ha ocurrido y le ha ocurrido con su partido en la entidad, buscará a la persona idónea, ya no al recomendado, sino al que tenga la aprobación ciudadana.

Pepe Yunes Zorrilla tiene la circunstancia a su favor. Tiene buena imagen y aceptación ciudadana y entre los medios, que es importante, clave; tiene buena relación –ya se acaba de ver– con el Gobernador del estado y tiene buena relación con la persona más cercana al virtual nuevo Presidente, Luis Videgaray, de quien los peroteños recuerdan muy bien que desde tiempos estudiantiles venía a vacacionar al rancho San Julián, en el municipio de Perote, invitado por su amigo y compañero de estudios hoy virtual nuevo senador.

En Palacio de Gobierno saben, deben saber muy bien, que desde ya tienen que construir una candidatura ganadora, porque los fuertes competidores, los otros Yunes, éstos Linares-Márquez, del PAN, ya no van a parar, se siguen de largo luego de lograr que el más chico del clan llegue también al Senado y luego de contribuir y de demostrar su capacidad operativa electoral que casi los tiene empatados en la disputa presidencial con el PRI.


¿Acaso la reunión, la comida del lunes, por lo que hace al nivel local, fue un punto o el punto de arranque?

Y de nuevo las preguntas: ¿y Héctor, qué?, ¿se formará ahora, de todos modos, a hacer cola Ranulfo Márquez Hernández, como mandó a hacerla a los “pinches chamaquitos” en 2010?, ¿entrará en la tómbola Adolfo Mota Hernández, quien acaba de entregar buenas cuentas en Coatepec?, ¿acaso también Alberto Silva Ramos, quien sigue con el bat al hombro y haciendo ejercicios de calentamiento?, ¿reconsiderará su decisión personal Gerardo Buganza Salmerón de no volver a militar en ningún partido político en lo que le resta de vida, se afiliará al tricolor y entrará al juego y al rejuego?, ¿alzará la mano también, previa reconversión al priismo, Tomás Ruiz González?

Un hecho cierto, el único cierto hasta ahora, a ojos vista, es la consideración que tiene el gobernador Javier Duarte de Ochoa con el virtual nuevo senador José Yunes Zorrilla. Con un dato adicional, cierto también, muy cierto como la foto que ha dado pie a esta larga elucubración: en ningún momento por parte de su “competidor” en el recién pasado proceso, de su “primo” el panista Fernando Yunes Márquez, ha existido ninguna intención de impugnar el resultado de las elecciones, es decir, el triunfo del primo Pepe –y de paso del tío Héctor–. La que busca camorra es la dirigencia estatal del blanquiazul, pero eso será motivo de otro comentario.