Ha pasado tanto tiempo y tantas cosas, que es virtualmente imposible relacionarlas una por una. Sin embargo, él sí podrá recordarlas. Una a una, por no tener tantos años como para olvidarlas. Llegó a Veracruz con entorchados políticos de años que ya hace mucho se fueron.

Alineaba en el equipo con Rodolfo Echeverría Ruiz en la Legislatura XLIX al Congreso de la Unión, habiendo sido elegido en el distrito primero de Aguascalientes, y pudo haber sido un político relevante, pero no fue así. Llegó y se ha quedado aquí porque el Comité Ejecutivo Nacional del PRI ha dictado sentencia, sin derecho a recurrirla.


Se ha vaticinado su partida; se le han hecho despedidas; le dedican columnas señalando que ahora sí. Pero allí está, viendo pasar el tiempo como si estuviera en Madrid, en la puerta de Alcalá. No se ha ido y el año próximo vienen nuevas elecciones.

José de Jesús Medellín Muñoz debiera, por iniciativa propia, pedirle al CEN del PRI que lo releve de su estadía en Veracruz. Ya estuvo muchos años. Ya hizo lo que pudo y no pudo. Ya debe irse porque sus servicios <<si alguna vez lo fueron>> ya no son necesarios.

Y no es porque el CDE esté integrado por políticos eficientes o eficaces, que en las últimas elecciones, dan bola aprovechando que los priistas duros aún votan por su partido. La generación de políticos jóvenes, en el Estado, se estancó. Se promueven más por inercia que tiene que ver con el género, que por méritos en el campo de batalla. Pero de esto no tiene culpa José de Jesús, sino porque todo tiene un principio y un final.


De lo que sí es responsable, es del anquilosamiento en que ha sumido al PRI en el estado, y del burocratismo conque se manejan las decisiones.

Es tiempo de que las cosas cambien, o las cosas cambiarán al PRI en el Estado.

El resultado de la elección para presidente de la república, siendo mejor que hace seis años, no es lo mejor que pudo sucederles.


Perder por 1518 votos, en otras circunstancias, quizá no tendría trascendencia; pero perder ahora con un candidato imán, es una calamidad.

Los candidatos a senadores ganaron <<por el margen que haya sido>> porque metieron muchas horas en la búsqueda del voto. Anduvieron por todo Veracruz; por todos los caminos, por todos los pueblos. Hablaron con todos y todos hablaron con ellos.

Con la candidatura de Enrique Peña Nieto no sucedió lo mismo. Los generales responsables de la batalla, estuvieron dormidos todo el tiempo. Se atuvieron a las mantas colgadas; a los espectaculares del camino; a los spots de la televisión. No talacharon en busca del voto. Dejaron que las cosas transcurrieran.


De esto también José de Jesús tiene culpa, por no informar que el responsable de la campaña no viajó; no hizo camino al andar. Prefirió el gabinete y la comodidad de las oficinas, atenido a su estirpe mexiquense.

No hizo su trabajo y José de Jesús no alcanzó a percibir que los buenos resultados se buscan, no se esperan.

Debe irse de Veracruz, Su ciclo terminó. Y salvo que el CEN del PRI castigue al buró dirigente local y a la militancia que ha sido leal con su partido, dándole votos, y mantenga por capricho o necedad a un político que ha creado muchos compromisos en el estado, entonces en el 2013, las cosas podrían ser diferentes a los resultados de hoy.


Ahora aún hay tiempo.

PD. Dice un refrán, o lo que sea: Cuando veas a tu vecino las barbas cortar, pon las tuyas a remojar.

PD. Ayer fue día de los abogados. Y no hubo fiestas ni festejos rimbombantes, porque el que perdió,<<AMLO>> todo ha contaminado con su obsesión por el poder, sus amagos, sus amenazas. Y ojalá nada más sea eso.