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Columnas y artículos de opinión
Al Pie de la Letra
Ineptos y deshonestos
Raymundo Jiménez
13 de julio de 2012
alcalorpolitico.com
Dicen quienes han tenido oportunidad de conversar con él después de los comicios federales del pasado 1 de julio, que el gobernador Javier Duarte de Ochoa no sólo está molesto con algunos colaboradores y alcaldes priistas que no se aplicaron para abonar a favor del virtual candidato electo Enrique Peña Nieto una amplia cuota de votos en la elección presidencial, sino que también estaría decepcionado por la deshonestidad con que operaron y le desinformaron en este proceso electoral.

Y es que esos funcionarios y ediles fallaron no solamente en sus proyecciones de promoción del voto priista sino que además existe la presunción de que no ejercieron eficaz y totalmente los recursos millonarios que recibieron para acarrear simpatizantes a los mítines que encabezó Peña en varias regiones de Veracruz y, lo más grave aún: que tampoco los usaron para movilizar más votantes el día de la elección.

Por ejemplo, un caso sería el de un operador que para el evento que el mexiquense presidió a mediados de mayo en Córdoba, la tierra del gobernador Duarte, habría solicitado y recibido recursos para movilizar mil autobuses. Pero según habrían confirmado después los concesionarios del autotransporte de la región, no fue un millar sino sólo 300 las unidades arrendadas.


En Boca del Río, donde el PRI fue apabullado por el PAN, presuntamente de Xalapa les hicieron llegar antes de la elección 22 millones de pesos a los operadores del alcalde priista Salvador Manzur Díaz para la movilización de votantes. Por el saldo electoral tan desfavorable, ahora en Palacio de Gobierno dudan que esos recursos hayan sido aplicados cabalmente por el equipo del compadre del gobernador.

En la capital del estado, el ex procurador duartista Reynaldo Escobar Pérez tampoco fue lo suficientemente honesto con su ex jefe y se empecinó en ser postulado a la diputación federal por el décimo distrito electoral a pesar de que era el priista peor calificado en las preferencias electorales.

Por esta candidatura, Escobar se confrontó fuertemente con la alcaldesa Elízabeth Morales, quien primero pretendió impulsar a su ex secretaria particular Shariffe Osman y luego a la secretaria general del CDE del PRI, Ericka Ayala, quien terminó siendo suplente del aspirante a senador Héctor Yunes Landa.


Es más, el ex secretario de Gobierno y ex procurador logró convencer al gobernador Duarte de que le diera la oportunidad de elegir también a su propia suplente, vetando otras propuestas que le habría hecho la munícipe xalapeña.

Escobar decidió entonces llevar como compañera de fórmula a Irma Zamora Cortina, dirigente regional de la Federación Estatal de Sindicatos y Asociaciones de Personal Académico de la Universidad Veracruzana (Fesapauv), pero el voto de la comunidad universitaria de la zona Xalapa se volcó a favor de los candidatos del Movimiento Progresista, cuyo abanderado a la diputación, Uriel Flores Aguayo, que nunca había ganado una elección constitucional ni interna en el PRD, obtuvo más de 74 mil votos en las urnas, casi el doble de los obtenidos por el PRI.

Hace una semana, el viernes 6, el gobernador Duarte de Ochoa convocó por la tarde a una reunión de gabinete en la Casa Veracruz, en la que el mandatario estatal les adelantó que ante el desastre en la elección presidencial haría cambios en su equipo de gobierno y que, además, les prohibía irse de vacaciones.


Desde entonces comenzó a rumorearse que uno de los primeros en salir del gabinete duartista sería el secretario de Finanzas y Planeación, Tomás Ruiz González, pues en ese cónclave llevado a cabo en el salón “Yanga” de la Casa Veracruz, el titular de la Sefiplan fue requerido por el Ejecutivo estatal pero no estaba presente.

Una versión que corrió es que como habitualmente lo hace cada fin de semana, Ruiz se hallaba fuera de la entidad.

Y es que en este proceso electoral, el gobernador Duarte también ya había tenido otra desavenencia con su secretario de Finanzas debido a la relación sentimental de éste con la actriz porteña Ana de la Reguera, quien realizó un abierto activismo a favor de la candidatura presidencial de Andrés Manuel López Obrador, del Movimiento Progresista.


Inclusive trascendió que Ruiz habría sido obligado a persuadir a De la Reguera para que impidiera la difusión de un spot que había grabado, en el que la guapa actriz veracruzana, como también lo hizo el actor Héctor Bonilla, aparecía promoviendo el voto por el “cambio verdadero”.

Sin embargo, el primero en dimitir no fue el titular de la Sefiplan sino el subsecretario de Gobierno, José Tomás Carrillo Sánchez, quien la noche de este miércoles 11, ante la ausencia del gobernador Javier Duarte, entregó su carta de renuncia al secretario Gerardo Buganza Salmerón, con el cual llegó retrasado a la reunión del pasado viernes en la Casa Veracruz.

Carrillo Sánchez había sustituido el 23 de enero de este año a Erick Lagos Hernández cuando éste dejó la Subsecretaría de Gobierno para presidir el Comité Directivo Estatal del PRI tras la renuncia de Héctor Yunes, quien buscaba la postulación al Senado de la República.


Además de haber perdido este primer domingo de julio la elección en Cosamaloapan –el distrito electoral federal que de septiembre de 2009 a noviembre de 2010 representó en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión antes de asumir la titularidad de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario al inicio de la administración duartista–, a Carrillo, como subsecretario de Gobierno, le detonaron algunas situaciones que mediáticamente afectaron la campaña presidencial de Peña. Un caso fue la golpiza propinada por un grupo de choque del PRI a jóvenes antipeñistas en la ciudad de Córdoba durante el mitin del mexiquense, la cual fue atestiguada pasivamente por uno de sus subordinados: Juan de Dios Sánchez Abreu, director general de Política Regional.

Pero la gota que habría derramado el vaso habría sido el incidente ocurrido al día siguiente, sábado 7, en el que un joven armado, Juan Pablo Franzoni, amenazó con una pistola desde la segunda planta de un restaurante ubicado en la calle de Xalapeños Ilustres al contingente de la marcha antiPeña que avanzaba hacia la Plaza Lerdo, frente a Palacio de Gobierno.

La versión extraoficial es que este hecho, que mediáticamente tuvo revuelo no sólo en las redes sociales sino en los principales noticieros de Televisa, tomó a Carrillo y a sus subordinados en fuera de lugar. Por eso es que, dicen, el gobernador Duarte instruyó que junto con Carrillo todos los demás directores de la Subsecretaría de Gobierno presentaran su renuncia también.