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Columnas y artículos de opinión
Hemisferios
Reforma política: vamos por más
Rebeca Ramos Rella
13 de agosto de 2012
alcalorpolitico.com
Miembros distinguidos de la materia gris de la clase política nacional, especialistas, analistas, académicos, líderes de opinión, desde 1988, han coincidido que el poder debe reformarse en México. Durante años han debatido y propuesto cambios políticos sustentados en la Constitución, que modernicen y transformen a fondo, nuestro sistema y régimen políticos.

Tras iniciativas, dilaciones, negociaciones empantanadas, por fin, hace unos días y en la ruta de la salida, el Presidente Calderón decretó la Reforma Política, un cúmulo de cambios que son un avance sin duda, pero que dejaron en le tintero otras propuestas tan trascendentales como este decreto.

Fue en 2007 cuando el entonces senador, hoy diputado electo y próximo coordinador priista de los diputados, Manlio Fabio Beltrones condensó en Las Ocho Erres, su propuesta de reforma del poder. Dos años después, en 2009, Calderón lanzó otro paquete similar. De ambas, surgió una propuesta única que fue la que durante tres años se discutió en el Legislativo. Recordemos su contenido:


1.- Consulta ciudadana, a solicitud de más del 2% de ciudadanos del padrón, debe ser convocada por el Congreso y organizada por el IFE.

2.-Candidaturas independientes para todos los puestos de elección federal y local.

3.-Iniciativa ciudadana, que debe ser presentada por al menos el 0.25% de la lista nominal de electores.


4.-Reelección inmediata de legisladores federales y estatales, que entraría en vigor en 2012, para la LXII Legislatura Federal; se aplicaría por primera vez en 2015. En el caso de los diputados, se podría obtener hasta en dos ocasiones y en el de los senadores por un periodo más.

5.-Reconducción presupuestal, que significa que el Presidente podría vetar el Presupuesto de Egresos de la Federación, pero la Cámara de Diputados podría rechazarlo. En el caso de no aprobarse la Ley de Ingresos en su momento, contemplaba que entraría en vigor la ley aprobada del año inmediato anterior; este mismo caso operaría para el PEF.

6.- Nuevas normas para sustitución del Presidente. Una gran innovación, pues en caso de ausencia definitiva del Ejecutivo, proponía su sustitución por el secretario de Gobernación. Este punto creaba un novedoso procedimiento para cubrir ausencias temporales y un protocolo para le eventualidad de no poder asumir el cargo.


7.- Ratificación por el Senado de órganos reguladores como la Comisión Federal de Telecomunicaciones, la Comisión Reguladora de Energía y la Comisión Federal de Competencia.

8.- Acotación de la Cláusula de gobernabilidad en la ALDF que obligaba a lograr el 40% de votación para tener mayoría absoluta –vale decir que sólo se consideraba para el D.F. y no para los demás Congresos locales y el Congreso federal, que es lo que ahora propone Peña Nieto-.

Finalmente después de un ir y venir de debates y correcciones entre las colegisladoras, fueron posibles los acuerdos para aprobar y enviar al Ejecutivo para su promulgación y decreto, la Reforma Política, la posible que no la idónea ni mucho menos la reforma completa, dados los escenarios pre y poselectorales.


No obstante es nuestra obligación, conocer y entender la relevancia política de este cúmulo de cambios que pretenden devolvernos el poder a los ciudadanos y acotar el control que tienen los partidos sobre decisiones y mecanismos que nos afectan para bien o para mal.

La Reforma Política promulgada por Calderón el pasado 8 de agosto, establece:
1.-La Iniciativa Ciudadana, que significa que ahora los ciudadanos podremos presentar iniciativas de ley para definir el rumbo del país. Antes sólo los legisladores y el Ejecutivo podrían hacerlo.

2.- Las Candidaturas Independientes. En el ejercicio pleno del derecho a votar y a ser votado, sin tener que ser postulados por ningún partido, como lo ha establecido la Constitución y el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, ahora cualquier ciudadano, cumpliendo los requisitos que pide la ley, podremos postularnos para ser candidatos a cargos de elección popular. De manera que los candidatos de partidos habrán de competir con candidatos netamente ciudadanos. Un cambio sin precedente en la historia del país.


3.- La Consulta Popular. De ahora en adelante los ciudadanos podremos expresar libremente nuestras opiniones acerca de los grandes temas de la agenda nacional, mediante una consulta nacional. Por supuesto que la organizarán el Congreso Federal y el IFE y se realizará sólo si más del 2% de los ciudadanos inscritos en el padrón electoral la solicitan, es decir algo menos de 2 millones de mexicanos. Como bien lo aseveró el Presidente en su discurso, con esta nueva herramienta de expresión social, se fortalece la democracia directa y se otorga valor, fuerza y determinación a la voluntad ciudadana sobre temas y asuntos que nos benefician y nos perjudican. Esta figura ampliamente democrática, resta el control de decisión de partidos, gobernantes y legisladores. Ahora los ciudadanos podremos definir más.

4.-La Iniciativa de trámite preferente. A diferencia del pasado, ahora al inicio de cada periodo ordinario de sesiones en el Congreso Federal, el Ejecutivo Federal podrá presentar dos nuevas iniciativas o hasta dos iniciativas pendientes de dictamen, que considere urgentes y que deberán ser discutidas y votadas en un plazo máximo de 30 días naturales. De forma que no habrá pretexto para el revanchismo, ni para la parálisis legislativa, por falta de acuerdos entre bancadas de partidos, para ignorar, omitir o congelar iniciativas del Presidente, que sean de inmediata atención de los legisladores.

5.- La ampliación de fecha para concluir la revisión de la cuenta pública. Este cambio significa que los legisladores podrán analizar con mayor precisión y hasta octubre, los gastos de la Administración Pública Federal. Esta innovación reforzará la transparencia y rendición de cuentas. Veremos.


6.- La Sustitución del Presidente en caso de ausencia total. Una gran aportación, ya que en nuestra Carta Magna no se preveía esta eventualidad, que hubiera significado una crisis constitucional y de gobernabilidad. De ahora en adelante ante la posibilidad de ausencia del Ejecutivo, el Secretario de Gobernación asumirá provisionalmente los asuntos de despacho del Presidente de la República, si acaso faltara o muriera en el ejercicio del mandato.

7.- Los Mecanismos alternos para la Toma de Protesta del Presidente Electo. Una reforma con dedicatoria y con memoria histórica reciente. Para no volver a arrinconar al país al precipicio de la inconstitucionalidad e ingobernabilidad por un vacío de poder, engendradas por la negativa de los candidatos y partidos perdedores a aceptar su derrota, como ocurrió hace 6 años y como seguramente ocurrirá este año, la Reforma prevé que la Toma de Protesta del Presidente Electo se realice ante las Mesas Directivas del Congreso, si acaso no hubiera condiciones ni seguridad para hacerlo frente al Pleno del Congreso General, como lo establece la Constitución. De esta forma no se volverá a arriesgar al país a otra crisis constitucional por la furia de ningún López Obrador, ni del original ni de ningún caudillo mesiánico reciclado.

8.- La Ratificación de los Integrantes de la Cofeco, Cofetel y de la CRE, por parte del Senado de la República. De esta manera, los órganos reguladores en materia económica serán autónomos para arbitrar sin sesgos partidistas ni compromisos, sin más labor que dar impulso a las áreas estratégicas de energía, competencia económica y telecomunicaciones, que requiere el país reforzar y potencializar para crecer.


Grandes avances, innovaciones que se reconocen. No obstante, la Reforma Política promulgada es reforma mutilada y mediana aún en sus alcances.

No hubo acuerdos parlamentarios lo suficientemente valerosos y determinados para aprobar lo que quedó pendiente y que en un ánimo de perfeccionamiento, seguramente volverán a ser abordados en el futuro. Veamos lo que no se aprobó, lo que se rasuró de las iniciativas originales:

1.- Reelección . Calderón proponía la reelección consecutiva de legisladores hasta por 12 años. Diputados hasta 4 veces y para Senadores hasta 2 veces. También la reelección de Presidentes Municipales y Jefes Delegacionales en el D.F. hasta por 12 años. La propuesta del PRI sólo la planteaba para Diputados hasta por 9 años, es decir 3 veces. Coincidía en 12 años para Senadores. No pasó. Ni pasará. Peña está en contra de la reelección.


2.- Reducción del Congreso Federal. Sobre la reducción de los integrantes del Congreso. Tanto la de Calderón como la del PRI coincidieron en rebajar de 500 a 400 los diputados –y Peña Nieto ya lo comprometió- y en el caso de los Senadores, quedarían de 128 a 96.

Sin embargo el PRI pretendía que se redujeran 100 de los 200 plurinominales, en tanto, la propuesta del Presidente intentaba sostener un balance entre diputados uninominales -240- y plurinominales -160-. En el Senado los dos planteamientos querían suprimir los plurinominales y planteaban elegir tres senadores por entidad. El PRI propuso dos Senadores para la mayoría y uno para la primera minoría y el Presidente propuso que dependiendo de los votos emitidos se abriera la posibilidad de que tres partidos distintos tuvieran senadores en un mismo estado. No pasó, pero Peña retomará y bajará 100 diputados.

3.- Ratificación del Gabinete por el Senado. Se pretendía que el Gabinete Presidencial pasara por el análisis y la autorización de los Senadores, salvo los secretarios de Defensa y de la Marina, pero se incluía a los titulares de PEMEX, CFE, Comisión Nacional del Agua. No pasó.


4.- Revocación de Mandato. La dejaron fuera desde el inicio. Beltrones la propuso para aplicarla en casos de notoria ineficiencia, incompetencia o conducta lesiva al interés público de los servidores públicos electos. Para él este mecanismo evitaba los abusos y excesos que tanto desprestigian a la política y al servicio público. Aún nos deben este derecho, los partidos, legisladores y gobernantes, nuestro derecho a quitarles el poder si son ineptos, corruptos e ineficientes.

5.- Segunda Vuelta Presidencial. Iniciativa que tenía dedicatoria, pues en el caso de una elección cerrada como la de hace 6 años y ante un bajo porcentaje de votación, la segunda vuelta permitiría otra competencia entre los dos más altos contendientes y elevar el nivel de legitimidad social del ganador. No pasó. Y no fue porque para esto, habría que transformar el sistema presidencialista que tenemos a uno semipresidencial o semiparlamentario –como el francés por ejemplo-, lo que obligaría a un gobierno de coalición o de gabinete. Una reforma de fondo, que quizá algún día será posible dada la competencia intensa que genera nuestra democracia electoral.

6.- Fomento del trabajo de las comisiones legislativas. Una excelente propuesta que quedó pendiente. Una obligación a los legisladores para ponerse a trabajar, desquitar sus dietas y cumplir con sus funciones. Es conocido que no asisten a sus reuniones de comisiones, lo que retrasa los trabajos legislativos. La iniciativa planteaba descontarles de su sueldo inasistencias. No pasó, no les convenía.


7.- Formato del Informe Presidencial. En el caso de que el Presidente asistiera al Congreso a rendirlo, habría debate abierto con los grupos parlamentarios. Se preveía también que el Presidente y los Secretarios de despacho pudieran acudir al Congreso para presentar sus proyectos de ley; así los Secretarios estarían obligados a presentar dos informes anuales de labores. El Congreso hubiera tenido facultad para iniciar mociones de censura contra los Secretarios de Estado o los titulares de PEMEX, CFE y demás órganos y hasta removerlos de sus cargos si así lo aprobaran. Este diálogo constante entre los Poderes Ejecutivo y Legislativo, hubiera arreciado las negociaciones políticas. Otorgaba dominio sólido al Legislativo sobre el Ejecutivo, un tanto lejos del equilibrio necesario. Tampoco pasó.

8.- Ampliación del porcentaje mínimo para registro de partidos. Calderón propuso que para que un partido conservara su registro, era necesario lograr el 4% de votación nacional en vez del 2% actual. No pasó. Ningún mini partido hubiera sobrevivido.

9.- La Reorganización de la Administración Pública. Planteamiento de Beltrones que se enfocaba a evitar duplicidades y a reducir altos mandos burocráticos; proponía que se extendiera a los gobiernos estatales. No pasó. Y vaya que hace falta adelgazar gobiernos.


10.-La Atribución de la Suprema Corte a presentar iniciativas al Congreso. Por vez primera daba esa posibilidad al otro Poder del Estado. No pasó.

Es importante que los mexicanos estemos bien informados sobre los cambios que la Reforma Política promulgada implica en nuestra participación ciudadana y en nuestros derechos políticos. Hemos de conocerlos y aprender a ejercerlos. Aquí también hemos sintetizado los cambios cercenados que siguen siendo una aspiración, la meta para fortalecer nuestra democracia como sistema de vida, donde efectivamente, los ciudadanos tengamos y hagamos uso del mandato.

La Reforma Política está inacabada. Es perfectible. Aún tenemos que transformar nuestro sistema político. Con las nuevas herramientas como la iniciativa y la consulta, ciudadanas, podremos impulsar otros cambios pendientes. Si la clase política nacional ha propuesto y aprobado modificaciones sustantivas al sistema y al régimen políticos, dispongamos los ciudadanos. Vamos por más. Es nuestro derecho y es nuestra obligación.


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