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Columnas y artículos de opinión
Pentagenario busca luces
Helí Herrera Hernández
20 de agosto de 2012
alcalorpolitico.com
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Twitter:HELIHERRERA.es
 
No me cabe la menor duda que la declaración que hiciera a la prensa nacional el presidente Felipe Calderón Hinojosa el sábado pasado, en un convite por sus 50 años, relativa “a que al inicio de su mandato existió una amenaza contra su vida, durante un viaje de trabajo a la ciudad de Reynosa”, es fantasiosa y busca los reflectores, justo cuando el ocaso se apodera de la vida del mandatario.
 
Si la versión que da el ejecutivo federal fuera cierta, la misma aclararía los atentados que le costaron la vida a sus secretarios de gobernación José Francisco Blake Mora y Juan Camilo Mouriño, dado que murieron en accidentes aéreos durante su mandato. Estos, en consecuencia, fueron ordenados y efectuados por el crimen organizado tendríamos que entender, interpretando la declaración dada al periódico “El Universal” de México por Felipe Calderón.
 
Pero yo no creo ni la versión que da el Presidente de la República sobre un posible atentado en su contra, ni la de que las muertes de estos dos exsecretarios de gobernación se debieron a complots urdidos para acabar con sus vidas. No, para mi la mala fortuna corrió con ambos y en todo caso abrazo más la tesis de que fueron fallas mecánicas atribuidas a malos mantenimientos de las aeronaves las que generaron los trágicos decesos de esos dos funcionarios.
 
Pero volvamos al tema de este artículo que lo motivó el pentagenario Calderón Hinojosa, cuando afirmó al Universal que “un día el general Jesús Javier Castillo, Jefe del Estado Mayor Presidencial me informó que tenían datos relacionados con un atentado al avión presidencial, justo cuando iba a inaugurar a la ciudad fronteriza el hospital materno infantil”, que por ello ordenó a personal de CEPROPIE (Centro de Producción de la Presidencia), para que abordara el avión oficial y grabara un video dirigido a sus familiares, a fin de que lo vieran en caso de que fuera asesinado.
 
Ya melancólico el mandatario les dijo a los reporteros y fotógrafos de ese periódico nacional, que grabó el video para que sus hijos lo recordaran como un patriota que había dado la vida por México, y “que había vivido una vida plena, llena de realizaciones, razón por la que deberían recordarlo con alegría y gratos recuerdos”
 
Tal acontecimiento nunca sucedió. La realidad y el protocolo del Estado Mayor Presidencial le hubieran impedido al presidente de la República abordar el avión oficial si tenían no conocimiento pleno, sino tan solo indicios de alguna falla mecánica y, por supuesto, menos le hubieran autorizado viajar si sabían de un posible atentado del crimen organizado contra la aeronave oficial.
 
Lo que pasa con don Felipe es que quiere reflectores, luces, seguir siendo noticia porque observa el declive de su mandato el cual, ya lo cuestionó el pueblo de México el pasado primero de julio en un referéndum que lo mandó a él y su partido al tercer lugar, precisamente por el desastre en que esta dejando al país y a los mexicanos.
 
Pero además es él el responsable también que el Partido (de) Acción nacional se encuentre enfrentado, dividido, porque no conforme con el resultado electoral del que es él directamente responsable por haber determinado las políticas públicas que situaron a más de 52 millones de compatriotas en la pobreza, y más de 17 en la miseria, independientemente de los millones de jóvenes que no ingresaron a las escuelas superiores públicas, a otros más que egresados de las mismas no encuentran empleo, que 14 millones vivan en la economía informal, y que el precio de los combustibles haya encarecido el nivel de vida de todos, menos de los privilegiados de siempre, ha decidido meter las manos en su instituto político para dizque refundar al PAN, imponiendo a la dirigencia nacional y con ellos y desde allí, impulsar la candidatura de su esposa Margarita Zabala en el 2018 a la Presidencia de la República.
 
Por eso quiere reflectores, luces, seguir siendo noticia, ser fuente y corriente de opinión entre los mexicanos y en el extranjero, porque solo así podría catapultar a su esposa a lo que se les metió al matrimonio Calderón-Zabala entre ceja y ceja: la reelección presidencial que por lo que observo, es un mal panista, porque con Vicente Fox ocurrió lo mismo con doña Martha Sahagún.
 
Solo que este panista sí es más inteligente que el otro y la disfraza, y la provee, y la trabaja, y la acuerda, y quiere pactarla con los grupos de poder económico y políticos de adentro y fuera del país que no la ven tan mal porque como alfil, don Felipe, sí que les cumplió muy bien. Falta, claro está, qué digan los panistas panistas, y llegado el caso, el pueblo de México para esa elección.
 
Se apaga el mandato y se desvanece el poder. Con él huyen los poderes fácticos que abandonan al viejo rey para lisonjear al nuevo rey. Les ha tocado vivir esa rutina a todos los presidentes de México pero habrá que reconocerlo (con excepción de Carlos Salinas de Gortari), la han asimilado muy bien los que fueron del PRI, porque los de Acción Nacional allí los tiene usted: Un Fox que cada vez que abre la boca arroja serpientes, y hoy un Calderón que no fue capaz, desde el poder mismo, de mantener unido su partido, por lo menos.