23 de agosto de 2012
alcalorpolitico.com
En los momentos de conflicto fácilmente confundimos emociones con razones, y “las partes con el todo”. Me refiero a los juicios que se han emitido sobre los medios de comunicación mexicanos en este periodo postelectoral. Coincido en que la T.V. abierta-privada, merece señalamientos y criticas, no por el período estrictamente de campaña, en el cual apareció como aséptica y equitativa, según el monitoreo de la UNAM, sino por los tiempos y espacios previos –cinco años- en los que la publicidad política tiene como regulación primordial el pago.
No debe generalizarse un juicio sobre los medios, pues existen periódicos, revistas y radiodifusoras, principalmente de cobertura nacional, que advirtieron a tiempo sobre la inequitativa disponibilidad de recursos y de propaganda antes del proceso electoral. ¿Qué vemos y qué oímos los mexicanos? Observemos algunos datos del censo de población 2010 (INEGI), actualizados en las encuestas de La Asociación Mexicana del Internet, en el 2011:
-El 98% de las viviendas tienen T.V., el 85% radio y el 29% computadora. La comunicación por internet desde casa es habitual para 20 millones de mexicanos, otro tanto lo hace fuera, en centros de servicios o en sus espacios laborales. El crecimiento promedio del servicio de internet en los últimos años ha sido del 10%. El Consejo Latinoamericano de la Publicidad reporta que en el 2012 el 45% de los mexicanos ya tienen acceso a la T.V de paga -ésta puede incluir los canales abiertos propios (Sky) o a prestadoras ajenas exigirles el pago y entonces, no las incluyen-.
Para ilustrar los contenidos habituales de la T.V. abierta- privada trascribo un comentario de Álvaro Cuevas (periódico milenio, 21-VIII-2012): “Abismo de pasión no solo se ha levantado, se ha convertido en la gran historia de este país y no dudo que en las próximas semanas llegue a ser uno de los fenómenos mediáticos más importantes de toda América Latina… esto no significa que nos hemos vuelto más estúpidos… significa que hay algo más poderoso atrás de las telenovelas clásicas a la mexicana, algo que tenemos que estudiar y reconocer”.
Para ese comentarista de la T.V. privada la gran historia del país pasa por las telenovelas clásicas mexicanas…que, según él requieren ser entendidas “a profundidad”; y los espectáculos televisivos, digo yo, escenificados con pleitos familiares, también necesitan ser estudiados, pero en la cabeza de los productores.
Los datos y la cita muestran no sólo la cobertura y tipo de contenidos de la TV abierta imperante. Uno de los meritos de # yo soy 132 ha sido poner a juicio público y moral –que no legal- la poca credibilidad que merecen algunos medios. Los intereses y los compromisos de quienes dan la concesión y quienes la reciben no deben de estar por encima de los propósitos de un desarrollo humano mayor para la sociedad mexicana. La TV abierta privada requiere una regulación que favorezca menos el consumo y más los valores universalmente reconocidos; cuando menos debe instaurarse una defensoría de la audiencia.
No debe generalizarse un juicio sobre los medios, pues existen periódicos, revistas y radiodifusoras, principalmente de cobertura nacional, que advirtieron a tiempo sobre la inequitativa disponibilidad de recursos y de propaganda antes del proceso electoral. ¿Qué vemos y qué oímos los mexicanos? Observemos algunos datos del censo de población 2010 (INEGI), actualizados en las encuestas de La Asociación Mexicana del Internet, en el 2011:
-El 98% de las viviendas tienen T.V., el 85% radio y el 29% computadora. La comunicación por internet desde casa es habitual para 20 millones de mexicanos, otro tanto lo hace fuera, en centros de servicios o en sus espacios laborales. El crecimiento promedio del servicio de internet en los últimos años ha sido del 10%. El Consejo Latinoamericano de la Publicidad reporta que en el 2012 el 45% de los mexicanos ya tienen acceso a la T.V de paga -ésta puede incluir los canales abiertos propios (Sky) o a prestadoras ajenas exigirles el pago y entonces, no las incluyen-.
Para ilustrar los contenidos habituales de la T.V. abierta- privada trascribo un comentario de Álvaro Cuevas (periódico milenio, 21-VIII-2012): “Abismo de pasión no solo se ha levantado, se ha convertido en la gran historia de este país y no dudo que en las próximas semanas llegue a ser uno de los fenómenos mediáticos más importantes de toda América Latina… esto no significa que nos hemos vuelto más estúpidos… significa que hay algo más poderoso atrás de las telenovelas clásicas a la mexicana, algo que tenemos que estudiar y reconocer”.
Para ese comentarista de la T.V. privada la gran historia del país pasa por las telenovelas clásicas mexicanas…que, según él requieren ser entendidas “a profundidad”; y los espectáculos televisivos, digo yo, escenificados con pleitos familiares, también necesitan ser estudiados, pero en la cabeza de los productores.
Los datos y la cita muestran no sólo la cobertura y tipo de contenidos de la TV abierta imperante. Uno de los meritos de # yo soy 132 ha sido poner a juicio público y moral –que no legal- la poca credibilidad que merecen algunos medios. Los intereses y los compromisos de quienes dan la concesión y quienes la reciben no deben de estar por encima de los propósitos de un desarrollo humano mayor para la sociedad mexicana. La TV abierta privada requiere una regulación que favorezca menos el consumo y más los valores universalmente reconocidos; cuando menos debe instaurarse una defensoría de la audiencia.