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Columnas y artículos de opinión
Metrópoli
Calderón entrega su Sexto Informe y el país: Habemus Presidente
Francisco L. Carranco
3 de septiembre de 2012
alcalorpolitico.com
No hay tiempo que no se cumpla ni deuda que no se pague dicen las frases populares que contextualizan ciertos eventos de relativa trascendencia que tienen que ver con la cotidianeidad en la vida de los mexicanos. Que sirva esta expresión para comentar tres situaciones que tendrán gran significación en la vida política de nuestro México y el destino que le espera los próximos años.

Habemus Presidente: la expresión latina que significa tenemos Presidente, quedó avalada con la decisión suprema del Tribunal Federal Electoral que sentenció la validez de la elección del primero de julio con la cual Enrique Peña Nieto es, ahora, Presidente Electo de esta nación.

En “sesión pública”, fuertemente custodiada y cercada por policías antimotines, la Sala Superior del TEPJF aprobó por unanimidad la resolución jurisdiccional de Cómputo Final, Calificación de la Elección y declaración de Presidente Electo de los Estados Unidos Mexicanos, bajo el argumento de que los comicios del 1 de julio pasado fueron libres, auténticos y equitativos en términos de la Constitución y conforme a derecho.


El Trife asegura que rodas las impugnaciones se resolvieron puntualmente y que las pruebas presentadas por la coalición Movimiento Progresista, definitivamente, no fueron consistentes ni contundentes para invalidar el resultado de los comicios, por lo tanto, Peña Nieto, recibió la constancia de mayoría que lo hace elegible para ocupar la Presidencia de la República Mexicana.

El Presidente Calderón, entrega su último informe, el sexto: Casi en el mismo tiempo en que Peña Nieto recibiera la validez de la elección, Felipe Calderón cumplía el mandato constitucional de entregar, ante la nueva LXII legislatura, el último informe de su gestión como mandatario de México.

Calderón es un Presidente que la historia y la sociedad juzgarán a partir del primero de diciembre, ya que su gobierno será contrastado con la gestión del Presidente Peña Nieto, cuya investidura presidencial, esta impregnada de las inercias negativas del partido político que lo llevó al triunfo, es decir, vuela en el ambiente la inconformidad de los cuidadnos porque éstos creen que el partido esta asociado a la corrupción, impunidad, asociaciones dudosas y que, como aparato político, que sólo privilegia a los grupos con intereses económicos particulares, alejándose cada vez mas de la sociedad mexicana.


Circulan ya, en las pantallas televisivas, algunos spots cuyos mensajes hablan de los logros presidenciales de Calderón, pero, también exhiben la figura del hombre solitario que camina, por última vez, por los recintos del supremo poder político sólo y con su circunstancia; y así será hasta el, primero de diciembre, día de la entrega del Poder al Priísta Enrique Peña Nieto.
Los logros y yerros los tiene a la vista el ciudadano, los respaldan los datos del informe y las instituciones que, así como avalaron la elección, deberán hacer lo propio con la glosa del Sexto y último Informe, de Felipe Calderón, como presidente de México.

Calderón entrega un país con más pobres y mucha violencia, pero también, entrega un país con un crecimiento sostenido y bases económicas sólidas, con una reserva de $ 158 mil millones de dólares, que mantienen una economía sana y la base para un desarrollo económico que deberá impulsar Peña Nieto.

El país que hemos forjado todos los mexicanos, a la fecha, mantiene latente un clima raro, de posiciones encontradas entre los ciudadanos, donde muchos individuos, por ejemplo, la izquierda sostiene la invalidez del triunfo de Peña Nieto, acusan, provocan y convocan a una resistencia civil, pero no hay pruebas y la ley es ciega ante las palabras.


Los ciudadanos, incluidos los jóvenes universitarios, ninis y desempleados, protestan porque sus expectativas de vida no encuentran nichos en corto plazo para incorporarse a la fuerza laboral o el desarrollo productivo de un país, con cero inversión interna, para el desarrollo de las actividades económicas para el progreso.

La violencia, inseguridad, tráfico de influencias, impunidad para ciertos grupos, corrupción, simulación, crimen organizado, privilegio a las elites, discriminación, deterioro ambiental, prepotencia, división social, desesperanza, miedo, incertidumbre, pobreza y marginación, entre otros, son los componentes de la enfermedad que este país tiene y que no hay medicamentos milagrosos, en el corto tiempo, que pueda resolver el nuevo Presidente de México, ´ta feo el panorama.

Suburbio 1


No olvidemos que en Xalapa el movimiento económico lo genera la cultura, no subestimemos este importante motor de desarrollo, digo.

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