icono menu responsive
Columnas y artículos de opinión
Nuevo Siglo
El derecho a disentir: logro sagrado.
Jenaro del Ángel Amador
7 de septiembre de 2012
alcalorpolitico.com
 Voltaire. "A los vivos se les debe respeto, a los muertos, nada más que verdad."

El derecho a disentir es un logro que la sociedad del mundo, no tiene porqué perder, y su consagración en los textos de ley, es obligación de los gobernantes en cada una de sus esferas de poder. Pero disentir no es, necesariamente, oposición a cualquier idea por el prurito de no estar de acuerdo. Todo disentimiento debe tener fundamento, así como toda acusación debe probarse.

Pero disentir no es lo mismo que resistir sin razón. No todo lo que resiste apoya. Resistir para apoyar es tener un razonado punto de vista con lo que no se está de acuerdo. Pero aceptar como verdad absoluta que la “resistencia civil” es el camino viable para manifestar que se disiente, es un camino que eligen los suicidas sociales.


Resistirse a aceptar la verdad legal que pronuncian los que están investidos por la propia ley para hacerlo, habiéndose agotado el principio de definitividad y exhaustividad, es obsesión, y tal calidad del pensamiento sólo conducen al trastocamiento de la ley.

Pero AMLO y su flota, la que ha sido convocada para que asista el domingo 9 de septiembre al Salón de Sesiones ubicado en el Zócalo de la capital de la república, aplaudirán todo lo que el Caudillo dicte, como cuando “invistió” al tal Juanito como candidato del PT por la Delegación Iztapalapa, y le ordenó que, al ganar la elección, debía abdicar a la Jefatura para que la Asamblea Legislativa del DF, a las “órdenes del Jefe”, nombrara, designara o impusiera, a la señora Clara Brugada, como lo está.

Así será la “Asamblea Informativa” del domingo: Un monólogo aplaudidor para desacatar la resolución del Tribunal Electoral, e irse “a la resistencia civil” que sólo él sabe en que consistirá.


Pero bien, aparte de eso, las ruedas siguen rodando. Y disentir seguirá siendo eso: No estar de acuerdo en un punto de vista y fundamentar el propio, como lo querrían hacer los legisladores “de las izquierdas” en el Congreso de la Unión, si es que pueden hacerlo, respecto, por ejemplo, a la reforma a la ley laboral.

La ley dice que una iniciativa preferente debe resolverse en treinta días. Analizarse, votarse en comisiones y llevarse al Pleno. Pero la misma ley no dice que deba aprobarse en sus términos. Sólo que se atienda con preferencia a otras iniciativas. Sólo eso.

Y si hay grupos legislativos que disientan al proyecto presidencial, que presenten su pliego de reformas.


Las trampas <<si las hay>> serán abortadas con ánimo de querer hacer bien las cosas, conservando su derecho a disentir pero no bajo la presión y obsesión de hacer lo mío “porque es mejor”.

Las batallas legislativas inician.

P.D. Durante su gira duranguense Enrique Peña Nieto expresó: “…el Presidente Electo de México insistió, además, que el suyo será un gobierno plural y democrático…”
“No se trata, y nunca será así, que este gobierno sólo trabaje de manera sesgada y parcial para unos cuántos, y menos que los criterios que eventualmente se den dentro de la Administración, sean de carácter partidario. Pero también, en la esperanza y expectativa que hay en toda la sociedad mexicana, es el contar con un Presidente de la República que trabaje y sirva a todos los mexicanos por igual”, enfatizó. O sea, no más parcializar y partidizar las decisiones de gobierno.


¿Porqué Durango como sitio para su primera gira como Presidente Electo? Que los genios lo indaguen…