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Columnas y artículos de opinión
Al Pie de la Letra
FCH: juicio en puerta
Raymundo Jiménez
20 de septiembre de 2012
alcalorpolitico.com
En la historia más reciente de México ha habido Presidentes de la República que se han ganado a pulso el repudio popular, pero a pocos se les han contado de manera tan ansiosa los días del fin de su administración como al panista Felipe Calderón.
 
Y es que a su antecesor, Vicente Fox, se le tildaba de locuaz y hasta de mandilón por la influencia que ejercía en él su megalómana esposa Marthita Sahagún, pero el ranchero guanajuatense, a pesar de haber sido una decepción como primer Presidente de la alternancia, no llegó a los niveles tan altos de impopularidad como los que ahora tiene Calderón, quien es repudiado hasta por algunos de sus propios correligionarios como el senador chihuahuense Javier Corral, que en una carta personal lo acusó de traidor. 
 
A los reclamos y rechiflas de los jóvenes del movimiento #YoSoy132 que se llevó la noche del sábado 15 durante la tradicional ceremonia del Grito de Independencia, este miércoles 19 el presidente Calderón fue nuevamente increpado en un acto público por universitarios que lo acusaron de “¡asesino, asesino!”.
 
El mandatario mexicano fue interrumpido mientras pronunciaba su discurso en la ceremonia de apertura de la Novena Semana Nacional de Transparencia.
 
Una joven que le gritó “asesino” a Calderón también se manifestó en contra de la reforma laboral, mientras que otra compañera levantaba una pancarta alusiva a las corruptelas por la Estela de Luz.
 
Otro mensaje escrito de los jóvenes de la UNAM y UAM que se manifestaron, lo cuestionó sobre la cantidad real de los miles de muertos que ha dejado su guerra contra el narco.
 
Anteayer, en su artículo semanal que publica en el diario capitalino “Reforma”, el ex dirigente nacional del PAN, Germán Martínez Cázares –muy allegado a Calderón, en cuya administración sirvió primero como secretario de la Función Pública–, alude precisamente al último grito septembrino que le tocó dar al Presidente, y anuncia que no tardan en subir y colgar la estampa del michoacano en Palacio Nacional, una pintura del retratista Santiago Carbonell que ya está lista y cuyo sitio –en la Galería de Presidentes del lado sur– está preparado y vacío.
 
“Tendrá a su derecha a Vicente Fox, y al lado izquierdo la puerta por donde se ingresa al Salón de Acuerdos, testigo mudo de la traición y aprehensión a Francisco I. Madero”, describe Martínez Cázares, quien refiere que este sábado 15 el Presidente cumplió el rito, gritó lo que tenía que gritar; sin sorpresas, estridencias ni añadidos, y que “afuera, bajo un aguacero, sólo medio Zócalo replicó las arengas presidenciales”, ya que “la otra mitad estaba ocupada por escenarios y pantallas e impedían ver la Catedral.”
 
Sin embargo, el calderonista reseña que “comparado con el evento del Bicentenario, las ausencias de personajes en los salones Verde, Azul, Morado, por donde marchan los cadetes y cruza el Presidente, fueron notorias.”
 
El ex secretario de la Función Pública concluye que su ex jefe gritó “adiós” pero que ahora lo espera “no sólo una pared, sino el juicio de la historia”.
 
HOMENAJE APLAZADO   
  
Ayer, por cierto, el almirante Mariano Francisco Saynez Mendoza recibió un justo reconocimiento del gobierno del estado por las acciones desplegadas en Veracruz por la Marina Armada de México en contra del crimen organizado.
 
Para ello, la LXII Legislatura local tuvo que declarar recinto oficial la Escuela Naval de Antón Lizardo, donde este miércoles sesionó para hacerle entrega al titular de la Semar de la medalla “Veracruz” y un diploma. 
 
Este homenaje se había planeado originalmente para finales de mayo, en la víspera de la celebración nacional del Día de la Marina –1 de junio–, fecha en la que se inscribió con letras de oro el nombre de la Heroica Armada de México en los muros del salón del pleno del Congreso del estado.
 
Sin embargo, según trascendió en aquella ocasión, el almirante Saynez no pudo asistir porque su jefe Calderón  se lo impidió, razón por la que de última hora tuvo que mandar a un representante personal.
 
JDO: 12-12-12-12
 
Hace 27 años, el 19 de septiembre de 1985, fue un día que marcó para siempre al gobernador Javier Duarte de Ochoa.
 
En esa precisa fecha cumplía 12 años de edad cuando su padre don Javier Duarte Franco perdió la vida en el terremoto que sacudió a la ciudad de México.
 
La fiesta infantil tuvo que suspenderse y desde entonces no celebra con plena alegría sus cumpleaños, que ayer sumaron 39.
 
Su padre, un respetado ex dirigente ganadero, tampoco pudo atestiguar y presumir con orgullo los logros políticos que dos décadas más tarde obtendría su hijo, quien en noviembre próximo está por cerrar el segundo año de la actual administración estatal en la que ocupa el más alto cargo de elección popular al que puede aspirar un veracruzano.
 
A pesar de este doloroso pasaje de su vida y de otros tragos amargos que ha tenido que pasar primero como candidato y ahora como gobernador, Javier Duarte es un hombre que dice estar muy agradecido con Dios, tal como lo reiteró ayer en la celebración eucarística que en la iglesia La Gran Madre de Dios, del puerto de Veracruz, se ofició en memoria de su desaparecido progenitor.
 
El jefe del Ejecutivo estatal cuenta aún con la cercanía y el maternal apoyo de doña Cecilia de Ochoa Guasti –una mujer de gran temple que a pesar de haber enviudado joven decidió dedicarse de tiempo completo a sus hijos para sacarlos adelante–, y con la amorosa compañía de su esposa Karime Macías de Duarte, quien en menos de tres meses dará a la familia del gobernante un motivo más de felicidad, pues para el próximo 12 de diciembre (décimo segundo mes del año en curso), a las 12 horas del día, está previsto el nacimiento de un nuevo varón que llevará el nombre de “Emilio”.
 
LABOR DE EQUIPO
 
Ante la ausencia del gobernador Javier Duarte de Ochoa, quien se hallaba en Antón Lizardo como anfitrión del secretario de Marina, Mariano Saynez, el secretario general de Gobierno, Gerardo Buganza Salmerón, tuvo que entrarle con todo a destrabar el bloqueo carretero de ayer en Banderilla, a la altura de La Martinica, donde decenas de pobladores afectados se movilizaron para protestar por el retraso y deficiencias de la obra del Colector Pluvial.
 
En la solución de este conflicto funcionó la labor de equipo, pues tuvo que emplearse a fondo también el subsecretario de Gobierno, Enrique Ampudia Mello, quien a través del director general de Gobernación, Rogelio Hernández Madrid, detectó y desactivó los intereses económicos individuales y de grupos políticos que han buscado anteponerse a las genuinas demandas de la comunidad que reclaman más y mejores obras y servicios públicos.
 
Vamos, hasta el secretario de Desarrollo Social, Marcelo Montiel, y Pedrito Montalvo, director de la Comisión del Agua del Estado de Veracruz (CAEV), tuvieron que dejar sus cómodas oficinas para tomar al toro por los cuernos.
 
Hasta las 18:30 horas los inconformes desbloquearon el tramo carretero una vez que los interlocutores del gobernador Duarte anunciaron la rescisión del contrato a la empresa constructora y se comprometieron a que el gobierno del estado se encargaría directamente a través de la CAEV a continuar y concluir esta polémica obra a la mayor brevedad posible.