Cada día se confirma que el Ejército y la Marina Armada de México son las instancias que realmente se encuentran en el frente de batalla, en la lucha contra el crimen organizado que se ha extendido a la mayor parte el territorio nacional.

Lamentablemente, cada año se registran decenas de bajas de elementos de ambas instituciones en los operativos de combate desde que comenzó esta cruenta guerra. Como ya lo hemos mencionado con anterioridad, sin dejar de honrar las múltiples bajas que se han dado de elementos de corporaciones policiacas federales, estatales y municipales; verdaderos héroes que han dado su vida en el cumplimiento del deber, para rescatar a su patria de las garras del monstruo criminal y delictivo.

Los efectivos castrenses salen de sus bases militares o navales sin saber si volverán a ver a sus familias. Ante este grave riesgo, por fortuna en 1992 se creó el Fideicomiso de Apoyo a Deudos de Militares Fallecidos en Actos de Alto Riesgo, que opera y contempla únicamente a miembros del Ejército y Fuerza Aérea Mexicana.


La ciudadanía reconoce ampliamente la participación y entrega de los elementos militares y navales, por lo que ve bastante bien que se haya creado este fideicomiso y que esté funcionando, sin embargo, es justo que también se extienda o se pueda crear otro para los elementos de la Marina Armada de México, porque al igual que los militares, participan en esta guerra comprometiendo su vida.

Ojala que alguien se encargue de proponer la creación de un fideicomiso para la Marina Armada de México, porque como ya lo hemos dicho antes: los marinos además de gónadas también tienen madre, esposa, e hijos, para quienes existe el riesgo de dejar en el desamparo.

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