Un precepto leído en algún valioso libro, apunta: Los padres no deben enterrar a sus hijos. Los hijos sí deben hacerlo con sus padres. He visto el dolor y las lágrimas de Humberto Moreira ante el cadáver de su hijo de 25 años.

Y dijo: puedo soportar todo: Que me difamen, que me calumnien, pero no la muerte de mi hijo. Y no se necesitaba más. El dolor de un padre cuando pierde a un hijo, no tiene dimensión.

Aquí, entre la política de los que nos quedamos, es perceptible lo que sucede; lo que nos rodea, y por ello apunto que Enrique Peña Nieto <<presidente electo y llamarlo así, sin la formalidad de su futura investidura presidencial, se puede>> debe estar más atento que presente, en todo lo que sucede a su alrededor, como también que es, en los hechos, el jefe político de su partido.


Una cosa es la civilidad política y otra, distinta, la tolerancia administrativa.

En el gobierno del Presidente Calderón, ¿cuántos funcionarios de nivel eran priistas? Y los pocos que sobrevivieron más por necesidad que por dignidad, fueron siendo cazados uno tras otro, y desalojados de los cargos en que se habían pertrechado.

Y si bien es cierto que un gobierno sensato debe incluir entre sus colaboradores personas con capacidad y preparación, también es cierto que si las mismas no proceden del partido político en el poder, bastaría que fueran apartidistas para ser incorporadas al trabajo público.


Pero incorporar personajes que no vengan de su alineación política, sólo por compromisos o acuerdos, harán posible que dentro de seis años, entregue el poder a un político que no venga de su partido, como sucederá el primero de diciembre, y sin que en el partido en el poder, haya funcionarios amarillos o tricolores, contra los que se vacunaron.

Entonces porqué algunos funcionarios del PAN, hoy en el poder, ¿hacen creer a los medios que alargarán su estadía en el servicio público? Quizá por un reflejo de supervivencia política cuelen informaciones en ese sentido, atribuyendo pactos o acuerdos que seguramente no existen.

En otro sentido, algunos aluden cercanía con el círculo de tres anillos que rodea a EPN para “legitimar” sus aspiraciones, habiéndose tornado azules en los casi doce años de ejercicio de este partido, y ahora están dispuestos a la migración.


Para nadie es un secreto que cuando un funcionario llegado de otro partido distinto al del poder por las urnas, jala de inmediato a sus correligionarios y construyen islas que minan, con información y recursos, al partido que no es el suyo.

En algunos meses más, contemplaremos cómo se conforma el equipo inicial de EPN: Si llegan invitados de la tríada o del azul, como no sucedió con el Presidente Fox o con el Presidente Calderón, habida cuenta de que todo lo priista eran víboras prietas, tepocatas, corruptos, vividores que no deberían seguir en el servicio público.

Veremos, para diciembre, si EPN no queda atrapado en la intriga y el deshonor con los que hoy se pretende desprestigiarlo, aún si haber tomado posesión de su cargo. Y la evidencia de ello se teje ya en el senado de la república, en donde PAN y la tríada <<PRD-PT-MC>>, ya tienen acuerdo para modificar la minuta que les llegó de San Lázaro.


Quizá no toman en cuenta <<los azules y la tríada>> que una vez regresada a la Cámara de Diputados la minuta con las reformas que se aprueben en el senado, se rompe la obligatoriedad de Iniciativa Permanente porque entonces, será una iniciativa común y corriente que puede aguantar todo el tiempo que sea necesario, para no construir los problemas que le quieren dejar a EPN para que tenga un inicio de gobierno muy convulso.

Y no hay regulación de la que echar mano, salvo que los genios de la interpretación se saquen de la manga lo que les convenga para apretar a los diputados, a discutirla y en su caso, rechazarla o aprobarla, aún después de que termine octubre, noviembre o diciembre.

¿Y si rechazan en San Lázaro lo que modifique el Senado? Recuérdese que allá por el rumbo de la Tapo, la mayoría es del PRI, PVEM y PANAL. ¿O es esa mayoría si es antipatriótica?


El pial está echado para EPN: Que lleve a su gobierno a azules y si se puede, algún amarillo…

C.P. Seguramente la CFE no forma parte del gobierno mexicano. Como es una empresa de “clase mundial”, no se equivoca, no cobra de más, es justa, no falla, y presta un servicio perfecto…