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Columnas y artículos de opinión
Prosa Aprisa
Las lecciones de viernes y domingo
Arturo Reyes Isidoro
9 de octubre de 2012
alcalorpolitico.com
Sucedió el viernes pasado. Dentro de las actividades del Hay Festival Xalapa se presentaron en la sala chica “Dagoberto Guillaumin” del Teatro del Estado los escritores Paco Ignacio Taibo II y Elmer Mendoza, quienes conversaron con Martín Solares. Pero fue tanto el interés por su presencia que la sala resultó insuficiente y se armó el lío porque ante el lleno total los organizadores tampoco dejaban ingresar a la prensa. Los jóvenes estudiantes alegaban que habían pagado su entrada y que tenían derecho a participar. Sus maestros estaban con ellos, acompañándolos, apoyándolos. Ante los alegatos de los organizadores por el tamaño de la sala, reclamaban por qué entonces habían vendido boletos de más. Hubo empujones. La prensa también protestaba. Los jóvenes gritaron entonces a Taibo para llamar la atención y quejarse. El escritor paró la charla, que ya se había iniciado, salió a hablar con los protestantes y con los organizadores del Festival. El asunto se resolvió cambiando de sala, pasando la charla a la grande, a la “Emilio Carballido”. Para esto ya habían llegado policías pero alguien recomendó sensatamente que no se acercaran porque entonces aquello crearía un verdadero problema que repercutiría en la imagen del Festival. También llegó personal de gobierno para atender a la prensa y para resolver cualquier problema de espacio. La sala grande estuvo hasta el tope. La charla estaba programada para demorar una hora. Tardó dos. Ya en el transcurso de la plática, en interacción con los jóvenes saltó el tema electoral pasado. Para nadie es un secreto que Taibo II ha sido y es ferviente partidario de Andrés Manuel López Obrador y de su corriente política. Hubo críticas al sistema y se habló de estrategias sobre cómo enfrentar a los hombres en el poder. Se habló que hay que organizarse. En fin, el interés nunca decayó. Taibo II se quedó a autografiar libros y más libros, mucho tiempo, hasta que no quedó nadie pendiente.
 
Pero el domingo por la noche, durante la clausura del festival con Café Tacuba a la cabeza, en el parque Colón, miles de jóvenes corearon consignas antipeña y brincaron para demostrar que ellos no son Peña Nieto y están en línea con el movimiento #YoSoy132.
 
Lo sucedido deja varias lecturas.
 
Ahí quedó de manifiesto, una vez más, el activismo político de muchos jóvenes xalapeños o que han venido a Xalapa a estudiar. Su plena identificación con la corriente de izquierda, en especial de López Obrador. El grado de conciencia que tienen de los problemas del país. La demostración de que están bien informados. Su inconformidad, incredulidad y desconfianza con los gobernantes que no provienen de su corriente política. Su rebeldía, connatural a su condición de jóvenes. Que jóvenes preparados, pensantes, con un buen nivel de enseñanza, optan por la izquierda. Ahí se explica, una vez más, por qué en la pasada elección en la capital del estado perdió el candidato a diputado federal del PRI por más de 30 mil votos y ganó el abandero de las izquierdas, y por qué perdió también el candidato presidencial tricolor. Taibo II puso de manifiesto cómo a los jóvenes hay que escucharlos y atenderlos, cómo dialogando con ellos se pueden solucionar los problemas. La clase gobernante que se va y la que llega tiene que cambiar muchas cosas y ofrecer resultados, recobrar la confianza y la credibilidad si no quiere transitar entre protestas, desconfianza e incredulidad y continuar perdiendo espacios y posiciones.
 
Esos jóvenes que estaban en el Teatro del Estado ya son ciudadanos y con ellos se las tendrán que seguir viendo en el futuro los gobernantes, pero, además, atrás de ellos están sus maestros y sus padres que comparten sus inquietudes y su inconformidad. En el PRI debieran tomar nota: para la elección electoral local y municipal para 2013, sus candidatos no la tendrán fácil en Xalapa. Tendrá que postular muy buenos candidatos, que tengan limpia trayectoria y con ello aceptación ciudadana. Toda esa corriente representada en el Teatro del Estado el viernes pasado irá a votar en contra. Las autoridades municipales tienen que redoblar, que triplicar, que multiplicar su trabajo y sus resultados, tapar baches, arreglar el pavimento de calles y banquetas, incrementar la limpieza de la ciudad, exigir todo el apoyo de las autoridades estatales para resolver los problemas que originan las inundaciones, cuidar el alumbrado público, continuar buscando solución al problema vial. Si no hay resultados, hechos, acciones concretas, nada, creo yo, hará que se cambie esa intención del voto negativa. Lo sucedido el viernes y el domingo ha sido ya un aviso a tiempo.
 
Hay quienes afirman que la competencia real para el PRI en Xalapa es y será el PAN. Si el PRD postula a un hombre o a una mujer, a ciudadanos como la señora Dulce María Dauzón de Méndez, miembro de una vieja familia muy conocida en la capital, de una familia con mucho arraigo y trabajadora, con limpia trayectoria y muchas amistades y relaciones, el tricolor no la tendrá fácil. Ella puede capitalizar la inercia electoral de 2012 y el empuje y la inconformidad anti sistema de los jóvenes.
 
Pero, en general, la clase política gobernante, del partido que sea, tiene que cambiar. La sociedad ya no es la misma. Viene empujando duro, cada vez más, un nuevo tipo de ciudadano al que ya no se engaña y al que se no se le puede seguir tratando con las mismas prácticas políticas que sirvieron y dieron resultados para otra época, ya superadas totalmente.
 
Dígalo si no lo que sucedió el pasado 1 de octubre en Saltillo, Coahuila cuando al llegar a un acto que se realizaría en la Secundaria Técnica Número 83, de pronto un adolescente de 14 años, identificado solo como Miguel Ángel, le gritó al gobernador Rubén Moreira, quien se había acercado a saludarlos porque la mayoría le aplaudía: “¡ratero, devuelvan el dinero!”, en clara alusión a la megadeuda que dejó su hermano y antecesor Humberto Moreira. El gobernador se retiró ante la negativa del chamaco a identificarse pero, lo de siempre, un guarura tomó por el cuello al menor mientras que otro lo sujetaba del brazo y entonces sus demás compañeros de tercero de secundaria empezaron a gritar que lo soltaran y una mujer, no se supo si maestra o madre de familia o trabajadora, se interpuso también y a los jaloneos logró que lo liberaran.
 
Los Miguel Ángel se multiplican en el país. La sociedad, imparable, cada día es más exigente de sus derechos. Ya hay una nueva generación de ciudadanos, la de los jóvenes, pero atrás de ellos ya están formados para tomar su turno los adolescentes. El acceso a las redes sociales los tiene al día. Saben si el funcionario cumple o no, si engaña, si actúa con deshonestidad, si practica o permite la corrupción, la impunidad. Los gobiernos tienen que cambiar, tienen que ser mejores, transparentes, tienen que cumplir, ofrecer resultados, rendir cuentas. Si no lo hacen así, en el pecado llevarán la penitencia.
 
Elizabeth Morales
 
En el lapso de unos cuantos días, la presidenta municipal de Xalapa, Elizabeth Morales García, fue objeto de dos reconocimientos fuera del estado. Primero en San Luis Potosí recibió el Premio Nacional “Agenda desde lo local” otorgado por el Instituto Nacional para el Federalismo y Desarrollo Municipal (Inafed) de la Secretaría de Gobernación. El mérito: por los máximos estándares en calidad, eficacia, eficiencia, orden administrativo, responsabilidad y buen gobierno, según se dijo. Luego, por la construcción y rehabilitación del Corredor Cultural Carlos Fuentes el Ayuntamiento ganó el primer lugar en la categoría “Calles como espacios públicos” durante el concurso Movilidad Amable "Caminando hacia el futuro", organizado por el Centro de Transporte Sustentable Embarq México (CTS). Le quedan 14 meses para ganarse el mejor reconocimiento: el de todos los xalapeños. Tiene todo para lograrlo. Por el bien de la ciudad, ojalá y lo logre.