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Columnas y artículos de opinión
Al Pie de la Letra
Ahued, el indeciso
Raymundo Jiménez
19 de octubre de 2012
alcalorpolitico.com
El “timing” –un anglicismo que proviene de la raíz inglesa “time”, que significa “tiempo”– suele definirse como el uso del ritmo, velocidad y pausas en ramas artísticas como el teatro y la literatura para lograr un efecto dramático. También puede referirse, por ejemplo, al momento en que un personaje habla o calla, se mueve o deja de mover, la cámara cambia de posición o foco, o se perciben o no sonidos.

Y es que la aceleración, desaceleración o detención en las acciones permite lograr diversos efectos: mostrar características de los personajes, cambiar el significado de las acciones, dar tiempo a que el espectador comprenda la situación, hacer que el espectador piense algo y luego cambiarlo mediante otra acción.

Por eso en la política y en el manejo de los medios de comunicación también el “timing” es muy importante.


Uno de los casos prototípicos es el de Ronald Reagan, un actor estadounidense mediocre nacido en Illinois pero que de 1980 a 1989 fue presidente de la nación más poderosa del mundo, cargo desde el cual resultó ser un mago en el manejo de los tiempos mediáticos. Sabía cuándo dar las grandes noticias, en el canal preciso y en el momento exacto para persuadir y ganar la simpatía de la población norteamericana.

En la política veracruzana, durante las últimas dos semanas, algunos aspirantes priistas a las principales alcaldías del estado han comenzado a mandar señales pero totalmente ambiguas y confusas.

Uno de estos ejemplos lo encarna Ricardo Ahued Bardahuil, un comerciante nativo del estado de Hidalgo que llegó hace 50 años a vivir a Xalapa, donde heredó y amplió una cadena de tiendas de plásticos.


Ahued Bardahuil ya fue de 2004 a 2007 presidente municipal y luego, de 2009 a 2012, representante popular de la capital veracruzana en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, donde coincidió en la LXI Legislatura federal con correligionarios priistas de la talla del gobernador Javier Duarte de Ochoa y de Luis Videgaray Caso, ex coordinador de la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto y el operador político más influyente y cercano al mandatario mexicano recién electo.

Con Videgaray, por cierto, Ahued mantuvo algunas diferencias de criterio. En algunas votaciones de dictámenes que presentó al Pleno la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública que el mexiquense presidió en la anterior Legislatura federal, el diputado xalapeño no votó porque estuvo ausente o de plano se manifestó en contra, como en el caso del paquete económico que aumentó el IVA de 15 a 16 por ciento y el Impuesto Sobre la Renta que pasó de 28 a 30%, aunque el ex munícipe capitalino sí aprobó el alza mensual del costo de las gasolinas.

Ahora, en una reciente entrevista concedida a la revista “Líder en Política y Negocios”, Ahued ha pretendido explicar y justificar su voto en contra de la línea política marcada en ese entonces por los líderes del grupo legislativo del PRI, entre ellos Videgaray, quien era diputado de representación proporcional por la 5ª Circunscripción, que abarca los estados de Colima, Michoacán, Hidalgo y el Estado de México. “Otra cosa que influye –recién declaró a la publicación que dirige Oscar Alberto Olvera Escobar– es que los que sí hicimos campaña, los que no fuimos plurinominales, sí tenemos que entregar cuentas, mientras que los ‘pluris’ pueden votar lo que sea, no van a regresar a su distrito a pedir disculpas. Eso es algo que incide mucho en el contexto de la Cámara de Diputados.”


Ahued es perfilado actualmente para la candidatura del PRI a la alcaldía de Xalapa. Los asesores políticos del gobernador Javier Duarte aseguran que es el único que puede garantizar el triunfo priista en esta cabecera distrital donde el partido tricolor fue arrasado por el PRD en la pasada elección federal.

A ello se debería su reciente promoción mediática a través de amplias entrevistas desplegadas en el “Diario de Xalapa” y en la revista “Líder”.

Sin embargo, quienes han tenido oportunidad de tocar en corto el tema de la candidatura municipal con él, comentan que Ahued no está muy convencido de aceptar nuevamente esta postulación, al menos por el PRI.


Es más, refieren que las entrevistas periodísticas no fueron solicitadas por él sino que las concedió a petición de algunos funcionarios del gobierno del estado con fuertes intereses personales y de grupo en la próxima sucesión municipal, lo cual se refleja en la forma tan ambigua en que el indeciso ex alcalde aborda el asunto de la próxima elección.

En la entrevista con el diario de la Organización Editorial Mexicana (OEM), Ahued, por ejemplo, sólo aborda de manera general la problemática de vialidad, crecimiento poblacional e infraestructura hidráulica de la capital veracruzana, y alude a los “retos” que habrá de enfrentar la siguiente administración municipal.

Pero en la revista “Líder”, cuando le mencionan que “hay en Xalapa una corriente de opinión que piensa que podría volver a buscar la alcaldía el año entrante”, y le preguntan que si la presidencia municipal “¿está en tu ánimo, en tus planes, en tu proyecto de vida?”, Ahued responde:


“No tengo planes de volver a contender. Además, no es algo que te estés programando. Yo me encontré un día con la oportunidad de ser alcalde, después con la de ser diputado, y yo ni lo pensaba. Hay circunstancias en la vida que te hacen tomar determinaciones.

“A mí lo que no me gustaría ser es un candidato que dividiera más a Xalapa. Ya está muy lesionada. Más que un alcalde, lo que creo que se necesita en Xalapa es que los xalapeños productivos, los jóvenes, los académicos, las mujeres, sientan que hay un proyecto por la ciudad. No se trata de si gana Ahued o el partido que represente. Tiene que ganar el pueblo.

“Yo veo a Xalapa muy disgregado en opiniones. Social y políticamente lo veo muy disgregado, muy dividido, por las razones que gusten y manden. Veo una ciudad muy dividida. Así que quien sea candidato y llegue a gobernar tendrá un buen reto, el de llevar un mensaje de unidad a la sociedad xalapeña. Que convoque y que provoque a los empresarios, a los académicos, a los jóvenes, a trabajar por la ciudad. Eso le vendría bien a Xalapa.”


Si sus promotores buscaban afianzar su imagen como el candidato “invencible” del PRI que estaría por rescatar electoralmente la capital veracruzana en los comicios locales de 2013, Ahued, por su indefinición, dio al traste con ese propósito.

Lo que el comerciante evidenció es que ya no está tan seguro de volver a ganar en las urnas, pues él mejor que nadie sabe que su votación decreció de la elección municipal de 2004 a la de diputado federal en 2009. Y, hace cinco meses se llevó tremenda sorpresa cuando en la última visita de Andrés Manuel López Obrador a Xalapa, sus empleados de las bodegas abandonaron su centro de trabajo para ir al mitin del candidato presidencial del PRD a la plaza Lerdo.

“En la vida te ganas todo, tanto el triunfo como el desprecio”, le confesó Ahued a la revista “Líder” en su última edición, a la cual declaró también que luego de la derrota del PRI en la elección federal en Xalapa, el partido tricolor “necesita una refundación para lograr credibilidad”.


¿Se lo cumplirán? Francamente se ve difícil, por no decir que imposible. Y es que los intereses de algunos funcionarios duartistas buscan extenderse más allá de la elección municipal de 2013.