icono menu responsive
Columnas y artículos de opinión
Hemisferios
Turismo mundial responsable
Rebeca Ramos Rella
29 de octubre de 2012
alcalorpolitico.com
Imbuidos en los debates de las reformas en el Congreso, en la civilidad democrática demostrada por las fuerzas políticas, en la transición de gobierno y demás temas, es posible que no hayamos reparado que en días pasados, México fue sede de un encuentro internacional de alto nivel.

La ciudad de Campeche fue anfitriona de más de 50 representantes de países miembros de la Organización Mundial de Turismo, que se congregaron para celebrar la 94 Reunión de su Consejo Ejecutivo, del que México es miembro; pretexto también, para realizar el XIV Congreso Nacional de Turismo y el VIII Congreso Internacional de Investigación Turística, con el objeto de intercambiar experiencias y retos y analizar la situación de la actividad turística en el entorno global.

La OMT se creó en 1925 con el propósito de promover el turismo en el orbe, pero fue hasta 1977 cuando firmó el Convenio de colaboración con Naciones Unidas y luego en 2003, cuando finalmente se convirtió en un organismo especializado del Sistema multilateral. Su sede es Madrid y ahora cuenta con 154 miembros, tercera parte de los cuales recién nos visitaron.


Pese a que la OMT opera como foro destacado apenas hace unos años, se ha avocado a construir vínculos de comunicación, cooperación y de innovación para aprovechar las virtudes del turismo, como actividad económica estratégica en dos vertientes de solución fundamentales: primero, para atenuar la pobreza y por ende impulsar crecimiento equitativo y segundo, para proyectar la industria dentro de la sustentabilidad, que por un lado, disminuya los efectos del cambio climático y aliente desarrollo regional, verde y responsable.

Lejos de la concepción distraída que se puede tener sobre el turismo, es en realidad un núcleo de expansión económica que necesariamente invoca al diálogo, al debate y al esfuerzo colectivo. El turismo es una actividad eminentemente democrática que demanda de los sectores, público, privado y productivo una constante planeación, participación y acción. De manera que la OMT motiva a la permanente interlocución entre gobiernos nacionales, grandes conglomerados globales, especialistas académicos y demás actores, para reverberar sus propuestas y acuerdos en las políticas públicas y leyes que los gobiernos impulsen y adecúen a sus realidades inmediatas, con el objetivo de fortalecer al sector, en sus países y regiones.

Tan relevante es la alta política que el turismo convoca, que en México ha sido uno de los rubros que ha logrado conjuntar a todos los gobernadores de distintos partidos, a sentarse a dialogar y a trabajar coordinados, más allá de diferencias, pleitos y elecciones. El 2011 fue el Año del Turismo. Tiempo que vimos enlazados a todos los estados, para firmar el Acuerdo Nacional por el Turismo, de forma unánime y comprometida.


Valen destacar sucesos y acuerdos que arrojó el encuentro en Campeche, en el que la postura mexicana y desde su asiento en el Consejo Ejecutivo que se nos reconoce como de liderazgo, ha decidido impulsar políticas multidestinos para Centro y Sudamérica y el Caribe.



Los participantes de India, Kenia, Rumania, España, Alemania, El Salvador, Guatemala y demás, lograron consenso global sobre la importancia de incorporar a estudiantes y a personal capacitado y profesionalizado para reforzar mayor calidad en los servicios, que generan competitividad.


Hoy en día la Sectur federal tiene convenios con 135 Universidades que forman capital humano dedicado al sector. Así, en este evento, tejió un Memorándum de Entendimiento entre la OMT y la Universidad Anáhuac, para crear la Maestría en Turismo. Entonces, educar y profesionalizar para el turismo es una apuesta inteligente.

Por esto en el marco de la Reunión Regional de las Américas de la Red del Conocimiento de la OMT, que también se realizó, se debatió sobre el diseño e implementación de observatorios turísticos; turismo y desarrollo: impacto social y desarrollo del turismo en México; gestión pública turística: diseño, implementación y evaluación de políticas públicas en turismo y mejoras en la gestión empresarial, para actualizar a jóvenes estudiantes, servidores públicos y empresarios prestadores de servicios turísticos.

También se trataron los desafíos a vencer. Según el Secretario General de la OMT, hay barreras que obstruyen aún el crecimiento del turismo mundial: trámites de visados, altos impuestos y falta de conectividad; crisis económicas, terrorismo y desastres naturales. Sin embargo la perspectiva es positiva.


Tomando en cuenta que el turismo significa el 9% del PIB global, con una derrama de 6 mil millones de dólares; que representa el 6% de las exportaciones de servicios mundiales; que se erige como el cuarto sector exportador, después del petróleo, productos químicos y el sector automotriz y, ya que significa el 8% del empleo mundial, algo así como 235 millones de empleos, -uno de cada doce empleos en el mundo-; que cada empleo en la industria del turismo fomenta la creación de 2, en otros sectores; que da trabajo 6 veces más a personas, que el sector manufacturero y el sector automotriz; 4 veces más que el sector minero y un tercio más, que el sector financiero, a todos conviene superar medidas migratorias, eliminar visas y sortear las vallas señaladas, para asegurar y facilitar más viajes en lo que resta de 2012, que representarían un alza de 5.1 millones de empleos, en los países del G20.

La OMT pronostica que el turismo tendrá desarrollo sostenido, para alcanzar la meta de un mil millones de viajeros internacionales este 2012 y 1.8 mil millones para 2030. Para México las cifras son alentadoras: este año podría terminar con más de 200 millones de viajeros; tendencia que podría repetirse en 2013, según la Sectur federal.

Otra relevancia fue la adopción del Código Ético Mundial para el Turismo que firmaron 14 de las principales empresas nacionales del sector, como el marco normativo que habrán de ejercer para “impulsar el turismo responsable con los derechos de las personas y el cuidado del medio ambiente”.


Este pacto de responsabilidad tiene antecedente en México, pues acá ya existe el Código de Conducta Nacional para la Protección de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes en el Sector de los Viajes y Turismo, que por supuesto busca contrarrestar el llamado turismo sexual, el maltrato y explotación laboral, que padecen.

Según el Código Mundial, el turismo debe cumplir con 10 principios: contribuir al entendimiento y respeto entre pueblos y sociedades; ser instrumento de desarrollo personal y colectivo; ser factor de desarrollo sostenible; ser factor de enriquecimiento del patrimonio cultural y convertirse en actividad de beneficio para países y comunidades de destino; define obligaciones a agentes del desarrollo turístico; garantiza el derecho al turismo; a la libertad de desplazamiento turístico; a los derechos de trabajadores y de los empresarios .

Remarca que el turismo debe ser una actividad que detone desarrollo, pero con equidad e igualdad, que maximice beneficios a las sociedades; que garantice apego a los derechos humanos y que reduzca el impacto negativo en el medio ambiente. La visión y acción en el turismo internacional en este siglo es transformarlo en un sector que respete, conserve y proteja al medio ambiente.


Y es que los gobiernos y sectores privados nacionales, apuntalan al turismo como generador de desarrollo y de economía, posibles si se incrementa el flujo de turistas que provoca un efecto dominó de crecimiento favorecedor; pero también hay interés y esta es la innovación, que los turistas que hacen uso de su legítimo derecho al descanso y al esparcimiento, lo hagan sin trasgredir derechos ni impactar negativamente en el entorno natural, social, cultural e histórico que disfrutan y descubren. Y esta conducta civilizada sólo se logra cuando las estrategias y las acciones colectivas e institucionales, orientan al turista a vivir la experiencia sin contaminar ni destruir; sin caer en conductas antisociales o ilegales.

Un ejemplo clásico es el manejo de desechos. En Europa y en EUA, está penado tirar basura, hasta escupir, en la vía pública. Los viajeros nacionales allá, respetan esas disposiciones o los multan; pero acá, los turistas que visitan México, usualmente buscan sin mucho éxito depósitos de desechos en las calles, sitios de interés, parques y plazas. Lo mismo ocurre con el uso racional del agua, con el saneamiento y protección de cuerpos de agua. Nos falta acendrar esos hábitos, para que se transformen en leyes y reglamentos, parejos para nacionales y foráneos.

De cualquier manera la OMT reconoce en México a un líder en el sector turismo -con todo y la inseguridad que pegó en la imagen mundial- y sobre todo en turismo cultural, que ha sido el acierto de la promoción nacional, más allá del tradicional segmento de sol y playa. De paso el Secretario General, recomendó al gobierno entrante, continuidad en el Acuerdo Nacional de Turismo signado en 2011 y en lo logrado por el saliente, que destacó en resultados.


Sin duda el turismo es la industria que está posicionándose en el mundo como la solución a la crisis económica que aún perjudica y es también la clave para combatir a la pobreza. A diferencia de otros organismos del sistema multilateral internacional y lejos de las batallas de poder y de la seguridad e intereses nacionales, la OMT perfila al turismo como el tema y la acción conjunta que se yergue por encima de los conflictos y desacuerdos en la geopolítica. Es un organismo vivo que convoca a sumar fuerzas, a respetar derechos, a generar riqueza y a combatir el cambio climático.

En la próxima Cumbre Ministerial de la OMT y la WTM –World Travel Market- a realizarse en Londres y en la que México participará, se abordará el tema de la agilización de visados y de alentar la conectividad, con políticas de transporte aéreo más modernas y eficaces. En esa misma cita, se acentuará sobre la oportunidad de conocer a fondo la aplicación gratuita “Soluciones Energéticas para Hoteles”, que los orienta e incentiva a reducir sus emisiones de carbono y convertirse en ecológicos.

La OMT ha reparado en la bonanza de proyectar el Turismo de Ciudades. Por eso efectuará la Cumbre Mundial en Estambul, próximamente, en la que se analizará sobre las innovaciones que las ciudades deben adoptar para incrementar turismo, economía, comercio y sustentabilidad: gobernanza efectiva; reconstrucción y creación de infraestructura; generación de empleos locales y capacitación; estímulos a micro, pequeños y medianos empresarios; alianzas sólidas entre el sector público y el privado; involucrar a otras actividades económicas locales; diversificar atractivos y alentar una cultura de servicio amable y de calidad.


Es innegable que la OMT es un espacio internacional de constante actividad y propuesta, que está llamando a los gobiernos, empresarios y sociedades a entrarle al robustecimiento de una industria generosa, sustentable y redituable, que balancea retos con oportunidades, para aliviar al mundo de flagelos que preocupan, confrontan y dispersan prosperidad.

Por eso, vale resaltar la gran conclusión de Campeche: el consenso sobre la visión y la acción que abandera el turismo internacional en este siglo, que es transformarlo en un sector que además, salvaguarde derechos humanos fundamentales y conserve y proteja a la biodiversidad.

Ahora, la palabra clave del turismo mundial es Responsabilidad.


[email protected]