12 de noviembre de 2012
alcalorpolitico.com
Con razón, este año las y los extrañé. La directora general de Relaciones Internacionales de la Universidad Veracruzana, María Magdalena Hernández Alarcón, así como la secretaria de la Rectoría, Leticia Rodríguez Audirac, coincidieron en informar que a raíz de los actos de violencia registrados en el país, en el verano pasado disminuyó en más de 50% el número de estudiantes que vinieron a la Escuela para Extranjeros de la máxima Casa de Estudios. Según una nota informativa del portal RadioVer, provenientes en su mayoría de Canadá y los Estados Unidos, las recomendaciones de sus gobiernos sobre la violencia en México y en algunos estados inhibieron a los jóvenes. No es ningún consuelo de tontos, pero, según las académicas, también sufrieron el mismo problema la Universidad Autónoma de Nuevo León, las de Morelos y Oaxaca. Al decir de las mencionadas, el prestigio internacional, la calidad, la tradición y la presencia de la UV, evitó que la ausencia fuera total.
En mi colonia, en Xalapa, anualmente habíamos visto en años anteriores a muchas jovencitas y a jovencitos gringos que se hospedaban por el rumbo. Era una imagen agradable verlos deambular a pie o ir a y venir de sus cursos y su presencia se nos hacía hasta familiar. En efecto, este año no los vimos. Triste realidad y motivo para persistir en la tarea de seguridad pero también en una campaña en el extranjero para restablecer la imagen del estado pero en especial de Xalapa como lugar seguro para venir a estudiar.
Lógicamente, la ausencia provoca, pérdidas económicas puesto que los gringuitos rentaban departamentos, pagaban el servicio de taxis, consumían en el mercado local y la UV contrataba a jóvenes estudiantes que hablaran inglés para atenderlos.
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Cliente habitual del mercado San José que soy, en la capital del estado, ahora sí, mi reconocimiento para la alcaldesa Elizabeth Morales García por la remodelación de ese popular centro de abastos. Enclavado en un sitio histórico, frente a la iglesia de San José, donde estuvieron expuestos los restos de Maximiliano de paso rumbo a Europa, en el área donde fueron fusilados los tenientes xalapeños Ambrosio Alcalde y Antonio García (el próximo 24 de noviembre hará 165 años) por combatir a los invasores norteamericanos, y frente al cuartel San José, que por muchos años fue sede del Ejército y ahora lo es de las fuerzas de Seguridad Pública, el mercado quedó digno, limpio y hasta bonito con sus murales. En sus alrededores, todos los jueves se instala un tianguis donde se venden productos frescos del campo veracruzano en una variedad de colores y sabores, un mercado que por su riqueza de productos solo hay otros en Coatzacoalcos (el Morelos), en Minatitlán (en la rivera a orilla del río Coatzacoalcos) y lo hay o lo había en Tuxpan (en la rivera a orilla del río Tuxpan).
Los trabajos rehabilitados los inauguró ayer el gobernador Javier Duarte de Ochoa y coincido con lo que dijo: que el mercado ha sido, desde siempre, un espacio de encuentro entre vecinos y amigos, que no solo compran y venden sino que se relacionan y crean lazos; pero sobre todo coincido en que es un punto de cohesión comunitaria que debe ser preservado para no dejar que la modernidad nos los arrebate, pues es de los pocos espacios que no nos han arrebatado los súpers, donde se consiguen productos frescos, no refrigerados, y donde se surte uno lo mismo de nopalitos, epazote, zetas, champiñones, berenjenas, huitlacoche o cuitlacoche, flor de calabaza, tlacoyos, etcétera, etcétera, amén de la más diversa variedad de frutas.
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Un pequeño gran detalle del que quiero dejar constancia. El fin de semana que pasó, en un descuido se me cayó el teléfono celular de mi chamarra en una plaza comercial. A los pocos minutos me di cuenta que no lo traía. De otro aparato, una persona marcó para ver si alguien lo había recogido. En efecto así había sido y estaba esperando que llamara para entregármelo. Con una sonrisa y una amabilidad me atendió la joven Adriana Patiño, empleada de la Secretaría de Seguridad Pública en la ahora llamada Torre Central (antes edificio de Pensiones). Ejemplar servidora pública, sin duda alguna (portaba su uniforme de trabajo), de la que debe estar orgulloso su jefe Arturo Bermúdez Zurita. Cómo ayuda eso a la buena imagen de la corporación.
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