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Columnas y artículos de opinión
Metrópoli
La gran fuerza de México
Francisco L. Carranco
19 de noviembre de 2012
alcalorpolitico.com
Este 20 de noviembre, nuevamente como todos los años, las instituciones militares salen a las calles a enarbolar el inicio y triunfo de la revolución mexicana aquella justa heroica, llamada la primera revolución social del siglo XX, que sentó las bases para impulsar el gobierno democrático, los ejércitos Villistas, Zapatistas y Carrancistas habían logrado el triunfo de la Revolución expulsando a Porfirio Díaz y sus funcionarios.

Los militares dieron la pauta para que la reconstrucción nacional se llevara a cabo, Francisco I. Madero, propone retomar los cauces democráticos que la constitución establecía, una república liberal donde hubiera libertad de expresión, educación laica y obligatoria, trabajo con salario mínimo y jornadas de 8 horas, dotación de tierras a los campesino y protección a las raza indígena.

El desfile conmemorativo de los 102 años del aniversario de la Revolución Mexicana, el último del Presidente Calderón, la Secretaría de la Defensa Nacional aumenta los contingentes y participan cerca de 15 mil elementos para dar un mensaje de unidad nacional.


En el desfile asisten los grupos de Fusilería, Paracaidismo, Fuerzas Especiales, Veteranos, Guardias Presidenciales y el agrupamiento femenino de Caballería, entre otros grupos de elite. También habrá cuatro banderas, -una monumental-, 736 caballos, 52 aeronaves, 65 vehículos y una locomotora. Entre los 32 carros alegóricos habrá uno de la Comisión Nacional del Deporte enfocado a los deportistas destacados.

Todos ellos, los integrantes de la columna militar, que desfilan y que al paso por las calles reciben, siempre, el vitoreo y respaldo de los ciudadanos que saben que existe un ejercito íntegro, con honor que la sociedad respeta y acepta, pero, que también urgentemente esperan que, como los ejércitos revolucionarios, ayuden más en la restitución de la paz interna que los mismos ciudadanos exigen, que detengan el estado de barbarie invisible que atemoriza a muchas ciudades del país.

En un país donde los ciudadanos, después de 70 años de paz social, sin darse cuenta, cayeron en la creciente vorágine de la violencia y descomposición urbana, siendo víctimas de grupos delincuenciales que se convirtieron en bandas criminales que superaron en acciones a las policías estatales y municipales, mismas que no pudieron contener la escalada del crimen, ni visualizaron el peligro para la nación y la sociedad.


En los últimos seis años se habla de una guerra contra el crimen organizado. Una guerra que no tiene protocolo y que si bien las fuerzas armadas han abatido delincuentes y, en escasos operativos, detenido a integrantes del crimen organizado, que incluye grupos perfectamente organizados en el robo de autos, secuestros, trata de personas, robo de carga, extorsiones y asesinatos.

El balance a la fecha no lo sabemos más que en datos estadísticos de muertes, víctimas, arrestos, daños económicos y mercancía incautada. Pero, la información cualitativa (inteligencia) es escasa, no se sabe a ciencia cierta si los resultados han sido benéficos para México y los mexicanos.

En diciembre de 2006 el presidente Felipe Calderón Hinojosa inició un despliegue de las Fuerzas Armadas para combatir a los grupos delincuenciales que se dedican al tráfico de narcóticos, entre otros muchos delitos. Además de iniciar una reestructuración profunda de la Policía Federal Preventiva para dar paso a la nueva Policía Federal.


Los operativos conjuntos y la vigilancia con patrullajes continuos han disminuido los enfrentamientos entre bandas rivales, pero, no necesariamente la persecución de los delincuentes por parte de los federales han traído los resultados esperados, es necesario que esos militares que vemos desfilar en todas las ciudades y, principalmente, en la ciudad de México cuerpos militares de elite, bien pertrechados con tecnología y armamento sofisticado equiparable con el que portan las bandas del crimen organizado, entreguen excelentes cuentas, arrestos y devuelvan la seguridad a los mexicanos combatiendo y persiguiendo el delito.

Nadie más podrá enfrentar a la delincuencia, sino la decisión y la voluntad de las autoridades de este país, para salvar a México de la peor enfermedad intestina que prevalece en el país y que ha dado todas las facilidades al crimen para que este prosiga y mantenga temerosa a la sociedad mexicana, la corrupción e impunidad.

Suburbio 1


El senador, José Yunes Zorrilla, negó que se este negociando el incremento al IVA a un 22%, el rumor del aumento se derivó de la supuesta reforma fiscal que enviará próximamente EPN al Congreso de la Unión. Agua fría para el consumo y más abono para la evasión.

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