Esta semana concluye formalmente una etapa más en la vida de México. Termina una administración federal severamente cuestionada por la sociedad en general, por dos graves problemas que laceran en lo más profundo del ser humano: la pobreza alimentaria en que se encuentran más de 12 millones de mexicanos, que literalmente no tienen para comer, y el saldo que ha dejado el crimen organizado del que ya se habla de un número que gira alrededor de los 200 mil, entre ejecutados y desaparecidos.

 

La responsabilidad que asumirá el todavía presidente electo Enrique Peña Nieto este sábado primero de diciembre es demasiado fuerte, por todo lo que está ocurriendo en nuestro país; una serie de compromisos ineludibles que se ha echado a cuestas, que está obligado a cumplir porque la situación no da para más.

 

Como ya se ventila en las redes sociales, más que escuchar propuestas de medidas e instancias anticorrupción, que en lugar de generar esperanza ha engendrado una serie de dudas; la ciudadanía está deseosa de escuchar una voz firme y decidida para combatir al crimen organizado. Que no le dejen todo el problema al Ejército y a la Marina Armada de México, cuyos elementos pese a que a diario arriesgan su vida, hay quienes se atreven a cuestionar su valioso desempeño con gran patriotismo en las calles, como es el caso del lengua desenfrenada del ex presidente Vicente Fox.

 

La situación no es para menos, tan solo en feminicidios, el saldo que se tiene registrado en la administración federal que concluye es de: 4 mil 112 asesinatos de mujeres y 3 mil 976 desaparecidas sólo en los últimos dos años. Mujeres y niñas que fueron agredidas, golpeadas, violadas, mutiladas o asesinadas. El fenómeno de "Las muertas de Juárez” se extendió a prácticamente todo el país. Este dato se dio a conocer ayer en Monterrey, Nuevo León, dentro de las actividades del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, decretado por la Organización de Naciones Unidas, ONU, en diciembre de 1999.

 

La responsabilidad no es únicamente del jefe del Ejecutivo federal en turno, es de los poderes Judicial y el Legislativo, y es también responsabilidad de los estados y de los municipios, es absolutamente de todos.  

 

LO QUE HA VENIDO OCURRIENDO EN LA HUASTECA, como en muchas otras regiones del país, en que miles de ciudadanos han sido victimas del crimen organizado, esta se ha convertido en una región demasiado sensible, con el dolor a flor de piel; que si esto lo multiplicamos por los familiares en primer grado y demás parentela, así como amigos de los afectados, estaríamos hablando de muchos cientos de miles de personas que de una u otra forma tienen abierta una herida.

 

Esta situación merece un trato especial, con mucho tacto, que en el tema político con mucho más razón porque se percibe delicado, los recientes resultados electorales así lo demuestran; es por eso que en este mismo sentido, para las elecciones locales del 2013 las candidaturas tendrán que elegirse de manera estricta, con extremo cuidado, hacer a un lado el gran negocio de las candidaturas que siempre ha representado, de lo contrario, a un candidato cualquiera lo van a hacer polvo, lo que para la cúpula tricolor va a tomar muy en serio, ya que el objetivo es conservar el poder más allá de seis años, y no exponerse a considerar candidatos que de antemano se vislumbren como derrota anunciada.

 

Para la contienda electoral que se avecina, muchos de los casos preocupantes para el tricolor están en la Huasteca, Ozuluama es uno de estos; un municipio que prácticamente fue entregado desde hace dos trienios al albiazul, por lo que ahora los hermanos Villegas Arévalo, Ivan y Hazael se han heredado el poder en el ayuntamiento. Primero el PRI lanzó como candidato a un cartucho quemado: Guadalupe Calles, un ex alcalde non grato para la ciudadanía; tres años después, en el 2010 el tricolor acordó de manera absurda la candidatura de un comerciante en muebles, en un municipio donde la economía se basa principalmente en la actividad ganadera, y donde existe un líder ganadero nato, Fausto Pulido Ramírez.

 

Fausto Pulido es sociólogo de profesión, egresado de la UV, con estudios de postgrado; es un líder propositivo, muy apreciado entre la ciudadanía, con un poder de convocatoria sorprendente, vive de su trabajo como ganadero. Fausto es leal a más no poder a su partido, el PRI, como ya lo ha demostrado. Si el tricolor quiere recuperar Ozuluama, ahí está la opción con Fausto Pulido.