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Columnas y artículos de opinión
La mirada de los otros
¿Ha tocado fondo la educación mexicana?
Tomás Rodríguez Pazos
28 de noviembre de 2012
alcalorpolitico.com
Los medios nacionales impresos y televisivos mostraron este 22 de noviembre una imagen inusitada: cinco maestros atados de manos y con “tapaojos” exhibidos frente a los pobladores de Mitla, Oaxaca. Según las notas periodísticas los mentores forman parte de la sección 22 de la CNTE, que bloqueó los accesos al poblado –como lo hizo en otros 37 puntos carreteros de la entidad- con la demanda a la autoridad estatal de entregar o devolver a esa sección 133 escuelas, administradas por otra del mismo SNTE. La liberación de los maestros se realizó como un trueque, pues ellos a su vez retuvieron al Alcalde de Mitla, a seis de sus colaboradores y a otros 84 empleados federales. No hubo responsables, pero si afectados: un millón 330 mil niños.

Muchos reportajes han tratado de esclarecer el fondo del problema: La influencia de los grupos ideológicos y partidistas locales; la ausencia de la autoridad federal educativa en la entidad; la pugna de los grupos sindicales al interior del SNTE ; La debilidad política de las autoridades municipales; Los arreglos oscuros entre la autoridad estatal y las secciones; La pobreza cultural y material de gran parte de las población, que soporta el avasallamiento de 70 mil profesores que dejan sin clases a sus hijos. Sin embargo, bajo el método de los paros y los bloqueos se han negado a ser evaluados y ahora piden su bono sexenal.

Difícilmente puede atribuirse la causalidad a un sólo protagonista, pero unos pesan más en el conflicto. Pablo Latapí, en 1979, describía el poder sindical “…creció hacia adentro de la SEP y hacia las direcciones generales en los estados, mediante el control de muchos puestos de mando; así se fue generando una doble confusión: de atribuciones y de personas… dos consecuencias de esta situación, la primera la reducción del poder educativo del Estado…la otra se refiere al desarrollo futuro de la profesión magisterial”. (Latapí Pablo, Tiempos Educativos IV, Univ. Autón. De Aguascalientes, UNAM y Latapì, México 1997, p.118-120”. Tal vez, el autor no avizoraba las otras consecuencias derivadas de las luchas internas por el poder en el SNTE.


En tanto el gobernador del estado apela a la consciencia de los maestros, el Presidente de la República los condena, y los oaxaqueños sufren los daños en su economía, los ciudadanos de toda la república se preguntan si este conflicto reciclado, año con año, tendrá alguna vez una solución definitiva, bajo los causes de la civilidad y la norma. Guerrero y Michoacán padecen los mismos males, tanto como la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, que ha permanecido sin clases 90 días.

El presidente de la república, con el apoyo del Congreso debe promover una reforma que restituya al Estado y a la sociedad el poder sobre el sector educativo, sin demérito de los derechos de los trabajadores y de los educandos. La nación perderá otro sexenio más en el turbio fondo de las componendas, disfrazadas de alianzas educativas, si no se rescata la autoridad académica en las escuelas públicas. El Estado debe asumir las funciones que le corresponden y el sindicato las que le son propias.