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Columnas y artículos de opinión
Al Pie de la Letra
¿Alianza indestructible?
Raymundo Jiménez
11 de diciembre de 2012
alcalorpolitico.com
Entre las leyendas que datan del sexenio salinista, se cuenta aquella surgida tras el célebre “quinazo” del 10 de enero de 1989, cuando al enterarse de la ruda aprehensión del poderoso líder petrolero Joaquín Hernández Galicia, el entonces dirigente del sindicato magisterial, Carlos Jonguitud Barrios, se presentó voluntariamente en Los Pinos para anunciarle al presidente Carlos Salinas de Gortari su retiro de la secretaría general del SNTE.

“Yo con una cachetadita tengo”, fue la expresión atribuida al cacique magisterial que a través de Vanguardia Revolucionaria tuvo durante 17 años el control de la organización sindical de maestros más grande de América Latina.

Precisamente a Jonguitud lo sustituyó en la dirigencia del SNTE la maestra Elba Esther Gordillo Morales. En enero de 2013 se van a cumplir 24 años del relevo en dicho cacicazgo magisterial.


Pero luego de cuatro sexenios de poder absoluto, la fuerza política de Gordillo parece estar menguando en la naciente administración del presidente Enrique Peña Nieto.

Este lunes 10, por ejemplo, el jefe del Ejecutivo federal firmó la iniciativa de reforma educativa que enviará a la Cámara de Diputados, pero la maestra no asistió a tan importante evento. En cambio, junto a Peña, estuvieron los líderes nacionales del PAN, PRI y PRD, los cuales signaron la semana anterior el Pacto por México.

No es la primera señal ominosa que recibe Gordillo del nuevo régimen priista. El pasado 30 de noviembre debió caerle como balde de agua hirviente el anuncio oficial de que el secretario de Educación Pública sería Emilio Chuayfet Chemor, con el cual trae rencillas políticas desde que en diciembre de 2003, con el aval del dirigente priista Roberto Madrazo Pintado, la sustituyó en la coordinación del grupo legislativo del PRI en la Cámara de Diputados en represalia por negociar unilateralmente la fallida reforma fiscal con el presidente Vicente Fox, del PAN.


Al día siguiente, 1 de diciembre, la lideresa del SNTE recibió una triple humillación en Palacio Nacional, donde Peña dio a conocer los cinco ejes y las primeras 13 grandes decisiones de su gobierno. Ahí, Elba Esther no sólo manifestó su molestia por el lugar que le fue asignado entre el montón de invitados, sino que luego fue estocada en su orgullo por la mención especial que hizo el mandatario priista a la ex candidata del PAN Josefina Vázquez Mota, acérrima enemiga política de Gordillo desde que la panista dirigía la SEP; y, finalmente, el anuncio de la reforma educativa cuya parte esencial –según recalcó ayer en la firma de la iniciativa que enviará al Congreso de la Unión– es que los maestros ya no estarán sujetos a criterios discrecionales que obviamente son los que favorecen el control de los líderes magisteriales.

“Parte esencial de la iniciativa es crear un Servicio Profesional Docente que reconocerá la formación y logros de los maestros, sus derechos estarán a salvo ya que su ingreso, permanencia y promoción no estarán sujetos a criterios discrecionales”, remarcó Peña en el acto realizado ayer en el Museo Nacional de Antropología.

Sin mencionar a Gordillo ni a su sindicato, el Jefe del Ejecutivo afirmó que se reconocerán la formación, logros y derechos de los maestros.


Para mejorar la educación, dijo, se debe evaluar objetiva e integralmente, así como medir, analizar e identificar las fortalezas y debilidades del sistema, a fin de tomar decisiones inteligentes en su favor. “Una evaluación justa y técnicamente elaborada ayudará a potenciar el desempeño de los maestros y a dignificar la profesión docente. Tenemos que hacer modificaciones importantes en el sistema educativo”, insistió y expuso que “se requieren reglas claras para el ingreso de los docentes y su promoción a cargos de dirección y supervisión. Hay que alentar y reconocer el buen desempeño laboral”.

El Presidente destacó que la reforma al Artículo 3° Constitucional cuenta con el apoyo de las fuerzas políticas que firmaron el Pacto por México y dijo que con ella se logrará instrumentar una evaluación justa y elaborada técnicamente para potenciar el desempeño de los profesores. “La reforma contempla elevar a rango constitucional al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación y dotarlo de autonomía”, señaló.

“El cambio constitucional que se propone también fomenta la autonomía de gestión de las escuelas y promueve el crecimiento del programa escuelas de tiempo completo”, dijo Peña, quien también destacó que en un mundo global se debe elevar sustancialmente la educación que reciben niños y jóvenes. “La base para transformar a México es la educación”, sostuvo.


Previamente, el titular de la SEP, Emilio Chuayffet, señaló que esta iniciativa no se trata de un catálogo de buenas intenciones sino de “ofrecer una relación de compromisos sujetos a la pública y permanente verificabilidad”.

Chuayffet calificó a la Secretaría de Educación Pública como un archipiélago que debe ser revisado críticamente para que vuelva a ser quien ejerza la rectoría del Estado en materia educativa y establezca las metas y los objetivos, además de dar seguimiento puntual a las evaluaciones de los docentes.

“Se propone un Sistema Profesional de Docentes, ellos son los protagonistas del proceso y es obligación del Estado darles certidumbre en su ingreso, en su permanencia y en la promoción del servicio”, dijo, tras explicar que la iniciativa propone declarar nulos los ingresos y promociones que no se realicen conforme a la Ley.


Chuayffet consideró como prioridades inaplazables la obligación de la evaluación que produzca consecuencias jurídicas, la no sujeción de la evaluación a caprichos o intereses particulares, la imposibilidad de pactar o diferir la evaluación y el ajuste obligatorio de ésta a los criterios que fije un órgano autónomo confiable propuesto por el Ejecutivo y aprobado por el Senado.

Además, tal como lo anticipó Peña el 1 de diciembre en Palacio Nacional, explicó que la iniciativa incluye un registro nominal de planteles escolares, profesores y estudiantes que sería llevado a cabo por el INEGI, el cual otorgará autonomía de gestión a las escuelas.

Ahora habrá que ver qué reacciones y consecuencias se darán en aquellos estados en poder del PRI, donde en 2013 habrá elecciones locales y cuyos gobernadores habían pactado una “alianza indestructible” con el sindicato magisterial liderado por Gordillo.