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Columnas y artículos de opinión
Prosa Aprisa
¿Ni modo, compadre, perdimos?
Arturo Reyes Isidoro
13 de diciembre de 2012
alcalorpolitico.com
La anécdota, narrada con sus variantes, se le atribuye a don Adolfo Ruiz Cortines, entonces presidente de la república. Eran los años 50 del siglo pasado y cierto día llegó a verlo el padre de uno de sus cientos de ahijados, quien en realidad había ido a Los Pinos con el propósito de reclamarle que su hijo, ahijado de don Adolfo, no había sido nominado como candidato a diputado federal.
 
Según la versión, el viejo zorro político estaba viendo los jardines a través de los ventanales cuando entró su amigo y compadre, y con la sabiduría que lo caracterizaba y viendo el gesto que llevaba el visitante intuyó de inmediato a qué iba. Con la picardía del típico jarocho que era, se volvió, abrió los abrazos, se anticipó y le dijo: Ni modo compadre, perdimos.
 
Me quedé pensando si no el gobernador Javier Duarte de Ochoa –en vísperas de su toma de posesión dispuso que el anuncio de quienes iban a ser sus colaboradores se hiciera en el viejo hotel Salmones, de Xalapa, como un distintivo de que emularía a Ruiz Cortines en su manera de gobernar, con austeridad, sin ostentación ni lujos– empezó a dar los primeros pasos para, llegado el momento, decirle lo mismo a cientos, miles de aspirantes priistas a un cargo de elección popular cuando lo quieran ver para reclamarle que no hayan sido nominados: ni modo, perdimos.
 
Fue muy preciso pero a la vez ambiguo cuando dijo en la comida de Vía Veracruzana el viernes pasado: “A quienes aspiran de manera justa a un cargo de representación popular les quisiera decir que a mí me gustaría mucho decirles a todos que desde ahorita ya son candidatos; sin embargo, no está en mis manos hacerlo, pero sí quiero decirles que reconozco en todas y todos los que están presentes en esta reunión compromiso, liderazgo y experiencia”.
 
O sea, ¿sí, pero no? Fue muy preciso al expresar que no le corresponde decirles que desde ahora ya son candidatos. Guardando las formas, esa facultad le correspondería o le corresponde al presidente estatal del PRI, agotados los pasos del proceso interno de selección. Pero en los hechos, el gobernador es también el jefe político de su partido y de su militancia y tiene el llamado voto de calidad, el de la decisión, el que habrá de decir la última palabra en el estado.
 
Pero también, con sus palabras fue ambiguo. Tal vez quiso anticiparse a cualquier eventualidad, de que las propuestas de Veracruz, de Xalapa, del edificio de Francisco Moreno y Ruiz Cortines, pudieran sufrir alguna modificación en México, pues de vuelta el PRI a Los Pinos y a Palacio Nacional, la vieja mecánica seguramente volverá a cobrar vigencia: se confecciona una lista aquí, que sería definitiva si sólo aquí se decidiera, se envía a México donde es sometida a revisión en el Comité Ejecutivo Nacional tricolor y de ahí se envía a Los Pinos para la gran decisión final. En ese trayecto, uno que otro o varios se podrían caer.
 
Igualmente, tal vez a propósito quiso caer en la ambigüedad y a la vez enviar un mensaje a todos los aspirantes de que nadie está seguro hasta que no esté seguro. O sea, que se pongan a chambear duro. En este caso, el tiempo y las circunstancias habrán de jugar un papel decisivo. Hasta donde se sabe, en este diciembre y en enero se harán de nuevo encuestas para conocer lo más preciso posible quiénes tienen la mayor aceptación ciudadana, pues el PRI de Veracruz no se puede dar el lujo de exponerse de nuevo a un resultado como el de julio pasado.
 
Así, del resultado de la medición dependerá que muchos se sostengan o se caigan, pues para quienes están atentos a los avatares del proceso interno tricolor saben bien que algunos ya tienen la bendición para que se muevan y busquen afianzarse, es decir, que tienen el visto bueno pero que puede modificarse si las encuestas encienden los focos rojos de que podrían perder la contienda porque tengan a un adversario más popular, con más simpatías y más aceptación entre los electores, o porque los ciudadanos no los acaben de aceptar bien.
 
El gobernador, el llamado gran factor de decisión, tiene seguramente sus simpatías personales, pero, aunque sea doloroso para él, si no levantan de aquí a enero tendrá que decirles ni modo, perdimos, pues no puede entregar malas cuentas.
 
Por lo pronto, por lo menos les ha dejado el consuelo de decirles que su voto ya lo tienen, el de las urnas se entiende, no el decisivo para la postulación; que sus aspiraciones son legítimas, que son “cuadros distinguidos por su profesionalismo, capacidad y oficio que hoy por hoy es uno de los elementos fundamentales para el buen desempeño de las funciones públicas. Así que amigos y amigas, les quiero decir que mi voto ya lo tienen”, y a todo lo anterior se le podrían agregar luces multicolores de reconocimiento, música navideña, piñatas, nueces, sidra, dulces, colación, con la salvedad de que no puede decirles, asegurarles que ya son candidatos, porque “no está en mis manos hacerlo”.
 
El gobernador ha sido claro. En los días por venir nadie se podrá llamar a engaño. Hay de aquel que se confíe sólo en el clásico dedazo. Tendrán que pedalearle duro y demostrar que el ciudadano sí los quiere y acepta y que habrá de ir a votar por sus personas.
 
Por otra parte, las palabras del jefe del priismo en el estado alentarán a quienes se consideran con méritos, con posibilidades reales de ganar en las urnas pero que no tienen padrinos políticos que los recomienden, y seguramente incrementarán sus actividades y su cabildeo motivados por la posibilidad de que alcancen la tan ansiada nominación. Están en su derecho.
 
De todos modos, habrá que conocer el contenido de los requisitos que se fijarán para el proceso de selección interna que se darán a conocer en la convocatoria que expedirá próximamente el Comité Ejecutivo Nacional y que autorizará a suscribir al dirigente estatal, Erick Lagos Hernández, el consejo político del próximo domingo. El documento contendrá, sin duda alguna, la directriz con la que el nuevo gobierno federal piensa operar el PRI, su brazo electoral. Puede haber varias, muchas sorpresas, requisitos que inhiban a quienes se piensan ya candidatos pero que no tienen el aval ético, moral y hasta legal para ser considerados y postulados.
 
Todo puede suceder.
 
Conferencia
 
Este jueves, a las seis de la tarde, tendrá lugar la conferencia “Comunicación Política y Campañas”, que dictará el Master Xavier Domínguez, con prestigiosos reconocimientos por sus campañas sobre la materia. La presentación tendrá lugar en el auditorio del Instituto Superior de Música del Estado.