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Columnas y artículos de opinión
Haz el bien sin mirar a quien
Uriel Flores Aguayo
4 de enero de 2013
alcalorpolitico.com
Con profundas connotaciones religiosas esa expresión debe rescatarse y aplicarse a la política, al servicio público y a la vida toda. El bien y el mal, disyuntiva flexible o acartonada, relativa como casi todo en la vida. Pienso en esos términos cuando reflexiono en la vida de mi ciudad, Xalapa, donde, creo, mucha falta hace que se haga el bien, entendiendo tal postura como voluntad y actitud positiva. Imaginemos si la política, tan quemada, sirviera para hacer el bien, fuera útil, respetara la dignidad de las personas y propiciara la participación ciudadana; seria todo distinto, mejor; tal vez parezca algo ideal, de idealistas, lo es, porque es lo que se requiere: esperanza, espíritu, ánimo, integración, generosidad y comunidad, es decir, valores para contar con un proyecto común y con futuro.

No podemos seguir igual, algo debe cambiar: dirección, rumbo, prácticas y ejemplos; salir del inmovilismo y la paja, de lo intrascendente y circular. En ese sentido el esfuerzo de esclarecimiento, liberador, es fuerte, requiere mucha concentración, idea y dignidad. Ante el mar de papeles, nombres e ilegalidades es necesaria una postura selectiva, donde se opte por lo mejor, lo que renueva y el cambio. Viene otra prueba para Xalapa, donde ya se instaló un sistema clientelar asfixiante, un verdadero embudo que impide el progreso, el orden y un aceptable nivel de vida; cada elección es una oportunidad abierta para todos, es cuando se puede hacer algo para salirse del camino del continuismo; son momentos que no se deben desaprovechar, a riesgo de seguir en lo mismo, en el rezago de todo, sobre todo de optimismo razonable.

A estas alturas de la vida política de nuestro país, con alternancias de ida y vuelta, con una fuerte recomposición del mapa político de México, cualquiera esperaría elecciones limpias y efectivas en los municipios Veracruzanos, pero no, no es así, todavía se viven a la antigüita, con desventajas, inequidades y maniobras sucias. Si hablamos de la autoridad electoral ahí las cosas andan mal, sin credibilidad y fuerza para hacer un papel imparcial y garante de elecciones libres; de los partidos y sus aspirantes se puede esperar lo peor, como ya se ve por todos lados; de las autoridades solo se reciben malos ejemplos, vicios viejos y practicas caducas y antidemocráticas; en fin, hace falta mucho para salir del círculo vicioso de las ilegalidades y la trampa, para volverlo círculo virtuoso, donde reine el respeto, la libertad, la información y la voluntad popular.


En nuestra realidad actual, la de hoy por hoy, ya vemos los rasgos de la vieja política, la que realizan jóvenes y adultos políticos; es la del atropello, la simulación, la trampa y el abuso de poder. Es indispensable afirmar que las ilegalidades de hoy, evidentes, son la corrupción de mañana; por eso no se deben permitir, son de exhibirse y sancionarse. Ahí están, se vistan del ropaje que quieran, ya sea de revistas, programa de radio, saludos de algo, etc. Es un imperativo social y ético, si queremos ser mejores como colectividad no dejar que nos atrape la red de la simulación y rechazar, tajantemente, el volvernos una comunidad de cínicos. Crecer como ciudad, ponerse los pantalones largos y amarrarse las faldas, tener el aliento para superarnos en todo, soñar con un ambiente sano, seguro y creativo, deben ser metas inmediatas, a cumplirse ya.

Para eso puede servir la política bien entendida, la de servicio, donde el discurso sea coherente, donde cada quien sea reconocido tal como es, donde haya transparencia y autenticidad; no estoy hablando de vestimentas ideológicas, no es el caso, sino de cuestiones muy sencillas, como hablar con la verdad y hacer las cosas bien. Que sea para bien, ya depende de las convicciones y los compromisos democráticos, tanto como la participación de la gente, de la presión social y de los resultados, que siendo concretos y mayores generaran una dinámica transformadora. La política, por supuesto, también es realismo y resultados. En fin, Xalapa merece mucho mejor Gobierno, hagámoslo posible este año nuevo, el 2013.

Recadito: ¿qué sentimiento será mayor en Xalapa: el anti priismo, el perredismo o el panismo?


Xalapa, Ver., a 3 de Enero del 2013.