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Columnas y artículos de opinión
Al Pie de la Letra
El Tlatoani
Raymundo Jiménez
6 de febrero de 2013
alcalorpolitico.com
De las 14 entidades donde habrá comicios locales el 7 de julio próximo, sólo en Baja California se elegirá gobernador además de 5 alcaldes y 25 diputados locales.

El panorama pintaba complicado para el PRI y no tanto por la alianza PAN-PRD sino porque la candidatura del partido tricolor se la disputaban dos compadres que traían fuertes diferencias personales: el empresario Jorge Hank Rhon, dueño de casinos y del equipo campeón del futbol mexicano “Xolos”, de Tijuana, y el diputado federal Fernando Castro Trenti, quien cuenta con un abultado capital político.

Hank Rhon, hijo del profesor Carlos Hank González, ex gobernador del Estado de México y fundador del poderoso Grupo Atlacomulco al que está muy ligado el presidente Enrique Peña Nieto, ya fue candidato a la gubernatura en 2007 y perdió.


La noche de este lunes 4, en la sede del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, se habría tomado la decisión de postular al diputado Castro Trenti luego de una reunión presidida por el dirigente César Camacho con los otros precandidatos a la gubernatura.

Se supone que Camacho, también ex gobernador del Estado de México, hizo valer la línea política recibida desde la residencia presidencial de Los Pinos donde despacha el jefe nato del priismo nacional.

Camacho debió persuadir previamente a Hank Rhon, quien pese a haber externado su deseo de ser candidato a la gubernatura, aseguró el pasado 6 de enero que respaldaría a Castro Trenti o a quien el PRI designara.


“Por supuesto, soy priista y yo respaldaría a cualquiera de mi partido. Al que sea”, respondió el ex alcalde priista de Tijuana.

En Baja California, el presidente Peña y el PRI parecen estar repitiendo la misma estrategia seguida en la sucesión estatal del Estado de México en el 2009, cuando el entonces gobernador mexiquense decidió nominar a Eruviel Ávila Villegas, quien como alcalde de Ecatepec era un aspirante muy bien posicionado en las preferencias electorales, en vez de postular a su primo hermano Alfredo del Mazo Maza, presidente municipal de Huixquilucan, quien no andaba mal en las encuestas pero le afectaba su parentesco tan cercano.

Peña no se equivocó, pues Avila arrasó en la elección local y, en 2012, contribuyó a su triunfo en las votaciones presidenciales.


En reciprocidad a su disciplina partidista, Del Mazo Maza fue incorporado en diciembre pasado como director de Banobras en el gabinete del presidente Peña.

Ahora, en Baja California, parecía más conveniente disciplinar a Hank Rhon que a Castro Trenti, de quien se rumoraba que si no era designado por el PRI sería postulado por la alianza PAN-PRD, repitiéndose la misma historia que durante el sexenio calderonista se dio en estados como Sinaloa, Puebla, Oaxaca y Guerrero, donde el partido tricolor se fracturó y fue derrotado por ex priistas.

En Veracruz, donde también en julio próximo habrá elecciones locales –se renovarán los 212 ayuntamientos y los 50 diputados al Congreso del estado (30 de mayoría relativa y 20 de representación proporcional)–, el éxito de la coalición de panistas y perredistas dependerá en buena medida de los yerros en que incurra el PRI en la selección de sus candidatos.


Si el PRI opta por nominar a los aspirantes que están más cerca del poder aunque carezcan de arraigo, popularidad y buena aceptación de la ciudadanía, el tricolor y sus gobernantes estarán facilitando las condiciones para una inevitable derrota.

Desde su propia sucesión en el Estado de México, el presidente Peña puso el ejemplo de cómo ganar una elección al apostarle al mejor de los aspirantes a la gubernatura sacrificando afectos familiares e intereses personales. Ahora mismo lo acaba de ratificar en Baja California con el descarte de Hank Rhon, un personaje de origen mexiquense muy exitoso en sus negocios pero polémico y extravagante cuya imagen pública se ha deteriorado por los escándalos mediáticos y judiciales en que ha sido inmiscuido.

El priismo veracruzano y sus líderes están obligados a entregarle buenas cuentas al nuevo Tlatoani sexenal del partido tricolor, quien para dicho efecto les ha concedido en la entidad casi todas las delegaciones federales que le fueron solicitadas.


Así que la madrugada del lunes 8 de julio no debe haber pretextos para reportarle otro fracaso como en la elección presidencial de 2012.

TLATOANI 2013

Por cierto, hablando de Tlatoanis, el Instituto Mexicano de Evaluación (IMDE) y el Master de Asesoramiento de Imagen y Consultoría Política de la Universidad Pontificia de Salamanca, España, decidió entregarle al presidente municipal de Poza Rica, Juan Alfredo Gándara Andrade, el Premio Nacional Tlatoani 2013 en base a la evaluación realizada por la Comisión de Selección y Evaluación integrada por los Vicepresidentes de Análisis, de Estudios y Académico bajo los parámetros de estandarización metodológicos de impacto social, de calidad, administrativos, de análisis de su presencia en medios de comunicación y de innovación en sus programas de gobierno.


El galardón será recibido por el alcalde priista pozarricense el viernes 1 de marzo próximo, en una cena organizada en un hotel de la avenida Reforma de la ciudad de México.