Con tres débiles partidos al garete (Partido del Trabajo, Movimiento Ciudadano y Alternativa Veracruzana), cuyos esfuerzos por presentar opciones propias o servir de plataforma para políticos de otros partidos, la confrontación electoral del 7 de julio recaerá en dos importantes coaliciones: Veracruz para Adelante (PRI, PVEM, Panal y Partido Cardenista) y Gran Alianza por Ti (PAN y PRD).

 

En el difícil juego de las posiciones políticas, las alianzas electorales no solo significan la suma de votos sino también la resta de oportunidades. No participan y juegan las siglas sino los hombres y mujeres que están detrás de ellas, y estos dirigentes políticos tienen proyectos, organizaciones que simpatizan con ellos, estructuras electorales armadas, compromisos más o menos establecidos y rencores avivados por la competencia.

 

La incursión de la variable coalición en esta fórmula trastoca y hace más compleja la selección de los candidatos, sobre todo en la que encabeza el PRI, donde los demás partidos (tres nacionales y uno estatal) no acuden en calidad de convidados de piedra sino que tratan de colocar sus piezas más destacadas como candidatos a alcaldes o a diputados locales, amén de posiciones edilicias en las fórmulas para las presidencias municipales.

 

Pero el PRI ha debido calcular los riesgos y se ha visto obligado a reunir el mayor número de siglas, incluso de asociaciones políticas, ante la evidencia de que la coalición PAN-PRD pueda lograr que le arrebate un importante número de las posiciones en disputa. Y no solo es que ganen más municipios sino que pueden obtener mayoría en el próximo Congreso local.

 

Lo que no ha calculado el PRI es que en varios municipios correrá el riesgo de generar reacciones negativas entre sus propios militantes, quienes se sentirán con una dirigencia estatal ajena a sus necesidades, que violente la simpatía de sus cuadros y que dé la espalda a los años de trabajo que estos han realizado para mantener el poder o para recuperarlo.

 

Del lado de la coalición PAN-PRD las cosas son un poco diferentes, aunque es muy posible que la fuga de cuadros sufrida por el PAN (que lo ha puesto en posición de debilidad) se convierta en franca desbandada en el caso del PRD, muchos de cuyos militantes ven como una traición que sus dirigentes hayan acordado un matrimonio de conveniencia con el partido que impuso al ‘gobierno espurio’ de Felipe Calderón y que hizo todo lo posible para que ganara el PRI en la reciente elección presidencial, ante el temor de que lo lograra Andrés Manuel López Obrador.

 

De todas maneras, habrá que ver en qué lugares será real la fortaleza de cada coalición. Ese estudio seguramente lo tiene cada partido. Lo cierto es que en ese enjuague de tantos ingredientes, aunque sumen siglas es posible que a la hora de la verdad observen que restaron votos y credibilidad.

 

Si por algo se le podría reconocer a Veracruz en este momento es por su fortaleza económica y sus buenos resultados en la administración pública. Tal apreciación no es de un servidor, sino de cuando menos dos organismos de reconocido valor estadístico a nivel mundial.

 

El primero de ellos es la firma internacional Pricewaterhouse Coopers, que este miércoles entregó un reconocimiento a Javier Duarte por las aportaciones que su administración ha hecho al crecimiento de nuestro país.

 

Francisco Javier Buzo Álvarez, socio del Consejo Directivo de PwC, explicó que el premio se le otorgó a nuestra entidad por dos razones fundamentales: su fortaleza en materia de transparencia y rendición de cuentas, y el liderazgo que Veracruz ha alcanzado con Javier Duarte.

 

Y dijo una verdad de a kilo: el estímulo refleja certidumbre jurídica, estabilidad y buen manejo de la información.

 

El otro organismo que reconoció que Veracruz sigue para adelante es el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), que publicó que nuestra entidad es una de las que más creció el año anterior, logrando colocarse entre las primeras cuatro.

 

De hecho, en producción primaria, es el estado que más destacó.

 

Con ese par de reconocimientos, que por supuesto nos recomiendan muy bien a nivel internacional, indiscutiblemente que Veracruz continúa con su paso ascendente hacia la prosperidad.

 

Ya lo dijo Alfredo Tress Jiménez, el dirigente estatal de AVE, durante una rueda de prensa en conocido café de esta ciudad capital; el día 8 de julio Veracruz se va a levantar con una sorpresa.

 

Y es que los grandes liderazgos panistas y perredistas, quienes tienen trabajo de años en las estructuras de esos partidos y ante la sociedad, se han visto desplazados por el monstruo de 2 cabezas llamado, “Gran Alianza por Ti”, por lo que se refugiarán en el Partido Alternativa Veracruzana.

 

Así que Tress Jiménez hizo un llamado a los militantes del PAN y PRD que tengan capital político y a quienes les cerraron las puertas para contender por una puesto de elección popular, para que se integren a las filas de AVE y desde ahí pueden traer mejores condiciones para los veracruzanos.

 

Anote entre esos liderazgos a Alejando Cuevas “El Pipo” y a Rogelio Franco Castán “El cabezón”.

 

Nada que el presidente de este convulsionado país, Enrique Peña Nieto, se comprometió a “aplastar a la mafia”. Si, así lo dijo en entrevista con el semanario alemán Der Spiegel, al que reiteró que la máxima prioridad de su gobierno será reducir los asesinatos y los secuestros….¿ A ver cuándo comienza?

 

Peña aclara que “muchos asesinatos suceden, porque los criminales están luchando entre sí por los mercados”.

 

También habló de su oposición a legalizar la mariguana, de la necesidad de reducir la pobreza extrema y la desigualdad para restablecer la paz en el país.

 

En total diecisiete preguntas, con sus respectivas respuestas, en las que el mandatario mexicano delineó las prioridades de su gobierno en temas como seguridad y justicia, combate a la criminalidad, impulso a la educación y a nuevas reformas, integración económica de México con Estados Unidos e integración de América Latina.

 

Respuestas con las que Peña Nieto aprovechó para anunciar que no retirará a las fuerzas militares que su antecesor Felipe Calderón desplegó en todo el país para combatir a los cárteles de las drogas, pues, según dijo, sólo lo hará cuando mejore la seguridad.

 

Será en ese momento cuando su gobierno se verá obligado, de acuerdo con lo estipulado en la Constitución, a retirar a los militares… O sea, ya metrito.

 

Con la detención del homicida de Gustavo Casas Cortés, hermano de Valentín quien es funcionario del gobierno del estado, la Procuraduría General de Justicia del Estado de Veracruz (PGJ), se anota otro punto a favor de los muchos que lleva desde que el político y abogado Felipe Amadeo Flores Espinosa ocupa la titularidad del cargo

 

Ayer se informó que gracias al trabajo realizado por la Agencia Veracruzana de Investigaciones (AVI) y a la colaboración de la Policía Ministerial del Estado de Guanajuato, se esclareció el homicidio de Gustavo Casas Cortés, ocurrido el 8 de noviembre de 2011, y se detuvo a Francisco Cruz San Juan, quien confesó haber cometido el crimen.

 

En un comunicado periodístico se explica que en seguimiento a la Investigación Ministerial 05E/2013, se logró localizar y aprehender a Francisco Cruz San Juan, alias El Pancho, responsable de los hechos ocurridos el 8 de noviembre de 2011 en la congregación El Tajo, municipio de Actopan, en el rancho denominado La Herradura, propiedad de Casas Cortés.

 

El Pancho, quien era empleado del ahora occiso y vivía en el rancho, confesó en sus declaraciones que, en estado de ebriedad, le disparó a Gustavo Casas Cortés para después darse a la fuga.

 

La sorpresiva irrupción de Reynaldo Escobar Pérez en el escenario político estatal, fue interpretada como una inminente inclusión (uno en el orden) en la lista de diputados plurinominales de la coalición “Veracruz para adelante”. El perfil de Reynaldo se ajusta a las necesidades que se habrán de presentar en el próximo Congreso Local.