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Columnas y artículos de opinión
En Caliente
Y qué tal si cae
Benjamín Garcimarrero
11 de febrero de 2013
alcalorpolitico.com
No sé si a todos los vetustos nos invada un extraño sentimiento cuando los medios noticiosos nos dicen que el mundo está en peligro, pero cuando menos a mí no; tal vez quede mejor ilustrado con esa elocuente frase que dice: “Me importa madre”
 
Debo haber tenido cinco o seis años de edad, cuando acató a pasar por la calle de Guillermo Vélez, ahora Poeta Jesús Díaz, un voceador que pregonaba la noticia “Extra, extra, el mundo se va acabar mañana”. Lloroso y compungido fui a preguntarle a mi papá: ¿De veras se acabará el mundo?- ¡Se le acaba al que se muere!- dijo secamente y siguió royendo un pedazo de chito con el que se había jaloneado un buen rato.
 
Lección suficiente para toda vida que me hace dudar hasta de los sabios y de las religiones que pintan un apocalipsis salido de la mente de una buena caterva de alienados que, el que más o el que menos, usan el terrorismo psicológico para allegarse beneficios.
 
Empieza a difundirse un cercano suceso para el día 15 de febrero; o sea para el viernes de la próxima semana.
 
Todo empezó la noche del 22 de noviembre de 2012, un telescopio robótico del Observatorio de La Sagra en Granada (España) rastreaba el cielo en busca de asteroides cercanos a la Tierra cuando, de repente, un punto luminoso apareció en el Este. Se trataba de un asteroide de unos 45 o 50 metros de diámetro.
 
Lo designaron como 2012 DA14, una especie de matrícula provisional que se refiere al año, el mes y el orden del descubrimiento, que surcará el cielo terrestre a una distancia de 27.000 km, esto es, por debajo de la órbita que ocupan los satélites geoestacionarios. Entonces se convertirá en la roca más cercana que haya pasado cerca de la Tierra.
 
El descubrimiento del asteroide parece de película, pero en realidad refleja el trabajo que hacen en La Sagra.
 
El asteroide se encontraba entonces a más de 4 millones de km de la tierra, sin embargo ahora estará solo a 27,000. Se dice que no existe ninguna posibilidad de impacto en esta ocasión. Pero si se estrellara contra el planeta liberaría una energía de 2,5 megatones en la atmósfera que causaría una devastación a escala regional y si se precipitara en el mar, tsunamis más peligrosos. En 1908, en Tunguska, Siberia, el impacto de un asteroide rocoso o un cometa algo menor (de 30 a 40 metros de diámetro) arrasó 1.200 km cuadrados de tundra y el fulgor de la explosión se apreció desde el norte de Europa e incluso en algunas zonas de Estados Unidos. En Arizona, un objeto metálico similar formó el famoso cráter Barringer, de 1,5 km de diámetro, cuando se estrelló hace unos 50.000 años. Este es el objeto conocido con potencial para hacer daño que más se acerca a la Tierra.
 
En realidad, poco se sabe del visitante espacial. Por su brillo, los científicos estiman que tiene un diámetro de unos 50 metros y una masa de 130.000 toneladas de composición desconocida. Viaja a una velocidad de 7,8 km por segundo y es de tipo Apollo, lo que quiere decir que tiene la cíclica costumbre de cruzar periódicamente nuestra órbita. Curiosamente, solo tarda un día más que la Tierra en dar la vuelta al Sol (366,2 días). Los astrónomos lo seguirán con muchísima atención para desvelar con exactitud su verdadera naturaleza (su masa, tamaño y período de rotación), especialmente por si puede suponer un peligro en un futuro, ya que la gravedad de la Tierra modificará su trayectoria.
 
Con unos prismáticos podrá verse su paso, la máxima aproximación se producirá a las 20.24 hora peninsular española sobre el océano Indico, en las costas de Sumatra. Se podrá ver como un punto de luz relativamente veloz a partir de las diez de la noche. Sobre las once se ubicará cerca de la Estrella Polar, Solo hacen falta unos prismáticos. Como ocurre con todas las observaciones astronómicas, es necesario buscar un lugar oscuro alejado de las luces de las ciudades y que el tiempo sea claro.
 
Qué lástima que no tenemos otro planeta para emigrar y quitarnos de una vez de todas estas broncas municipales, estatales y nacionales que inventan nuestros neo-salvadores.
 
Si el asteroide callera en Xalapa, a lo mejor y queda más ordenada que con todas las obras caóticas que se están realizando.