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Columnas y artículos de opinión
Nuevo Siglo
De las asambleas nacionales del PRI
Jenaro del Ángel Amador
12 de febrero de 2013
alcalorpolitico.com
En la 18 se intentó modificar el Estatuto. En la 20 la consigna era ganar curules en San Lázaro.
  
Durante el desarrollo de la Decimoctava Asamblea Nacional del Partido Revolucionario Institucional celebrada en diversas entidades del país <<San Luis Potosí, Toluca-Ixtapan- Veracruz, Pachuca y Taxco-Cuernavaca>>, durante los días 19 y 20 de noviembre del 2001, entre otras cosas importantes que se ventilaron en los Documentos Básicos: Declaración de Principios, Programa de Acción y Estatutos, sobresalió, de manera importante, el intento de reinstalar el elevador en lugar de la escalera de la cultura del esfuerzo.
 
En la sede de Veracruz puerto, Mesa III que presidió, precisamente el Senador Fidel Herrera Beltrán, se anotaron distinguidos priistas que ahora, vuelta de los tiempos, siguen en la función pública con el PRI de vuelta en Los Pinos.
 
Priistas como José Encarnación Alfaro, Héctor Hugo Olivares Ventura compañeros de Mesa, contemplaron como un gran intento por echar abajo el Artículo 166 fracción décima, del capítulo Segundo: De la Postulación de candidatos a cargos de Elección Popular, fracasó.
 
En la época el PRI se estrenaba virtualmente como partido de oposición ante el nuevo gobierno federal y su partido, el PAN. Les convenía intentar un regreso en las Cámaras para la siguiente elección federal, ante la ausencia del poder federal que había perdido y supusieron que con esta medida, el regreso se facilitaría.
 
Fracasó el intento ante la enérgica respuesta de Roberto Madrazo y sus fieles, que la sofocaron ante el intento de los tecnócratas que habían sepultado al PRI en la elección de julio del 2000.
 
Intentaron suprimir la fracción Décima pero no lograron hacerlo. Fracción venía del año 1996 durante la realización de la Asamblea Nacional número XVII.
 
Tiempo después, en Aguascalientes, en agosto de 2008, todavía fuera del poder central que ahora despacha el PAN con su segundo Presidente de la República, los críticos del PRI resumieron según crónica de La Jornada, que : “… En apenas 25 minutos, por unanimidad y sin que se escuchara una sola voz discordante en su 20 asamblea nacional, el PRI “bajó un pie del tren de la Revolución y lo subió al de la socialdemocracia”, y en 50 minutos adicionales asumió finalmente su papel de partido de oposición y con un discurso que condenó la falta de gobernabilidad y la estrategia panista de trasladar la responsabilidad por los altos índices de inseguridad “a otros niveles de gobierno”, inició formalmente la campaña para intentar obtener mayoría en la Cámara de Diputados en las elecciones federales de 2009…”
 
Decía más la nota: “Hay riesgos de ingobernabilidad en la democracia y en el estado de derecho por la creciente delincuencia e inseguridad pública”, aseveró la lideresa del tricolor, Beatriz Paredes Rangel, quien dijo que la autoridad no está cumpliendo cabalmente con su obligación esencial de proteger la vida: “lamentablemente, no hemos encontrado suficiente capacidad para detener la grave espiral de violencia que nunca antes habíamos tenido en nuestro territorio nacional”.
 
La 20 asamblea fue para Paredes un éxito absoluto. No hubo debates o manifestaciones de rechazo al Plan de Acción, a la Declaración de Principios o a los Estatutos, dictámenes a los que no sólo se les dispensó lectura, sino que fueron aprobados, en lo general y en lo particular, sin objeciones.
 
Este resultado no fue, sin embargo, nada fácil. Llevó poco más de 50 días de trabajo en municipios y estados consensuar los dictámenes, discutir con cada dirigente estatal las observaciones y resolver las últimas diferencias con los gobernadores la noche del viernes, la mañana del sábado e incluso en pleno inicio de la asamblea.
 
“Es la primera vez que me siento en un partido de primer mundo”, exclamó Raúl Cervantes, ex abogado del PRI y dos veces diputado federal, quien no daba crédito a la organización y la seguridad en esta asamblea. “Si efectuamos las propuestas que planteamos, seremos más fuertes en lo electoral y más sólidos en lo ideológico”, apuntó el ex gobernador de Oaxaca y diputado federal José Murat, quien contrario a su costumbre de expresar abiertamente sus diferencias en asambleas anteriores, ayer no tuvo objeciones…”
 
“…Sobre el tema energético aseguró que el PRIes la corriente histórica que puede articular la libertad de mercado con el ejercicio responsable del estado social de derecho y la defensa irrenunciable de la soberanía.
 
“El reto para los integrantes de esta legislatura y de la próxima, para su espíritu de lealtad y patriotismo, no será menor del que fue para los diputados constituyentes del 57 y del 17. Ahora la lucha será para evitar una crisis de gobernabilidad; ahora la lucha es quitar la anemia en el crecimiento, una crisis de parálisis en el desarrollo económico, ahora nuestra lucha es para recuperar el poder político y crear las condiciones para hacer realidad el país que los mexicanos deseamos, el que México demanda para seguir vigentes”, advirtió.
 
Hoy se viven los prolegómenos de lo que será la XXI Asamblea Nacional, y hay algunas piedras en el camino: En los documentos básicos del tricolor se combate doctrinariamente la no reelección por la que lucha el PAN. El impuesto del IVA generalizado a medicina y alimentos sigue perseguido en esos documentos.
 
La reforma energética, permitiendo permisibilidad, ahora enfrentará los fantasmas que está creando AMLO y su claque, advirtiendo que se trata de “privatizar la industria petrolera” lo que, aparte de falacias del autor de una nueva franquicia política, obviamente no es cierto.
 
Sin embargo, falta que mucha agua corra por el río y la Asamblea XXI será hasta marzo, cuando la efervescencia electoral entre en ebullición, y lo que allí se documente, influirá para las elecciones intermedias, aún lejanas, pero reales.