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Columnas y artículos de opinión
En Caliente
No hay de papa…
Benjamín Garcimarrero
4 de marzo de 2013
alcalorpolitico.com
Ya era una realidad las historias que avergonzaron al Papa y lo llevaron a su dimisión; las versiones humorísticas sirven de ejemplo:
 
PATERNIDAD.
-       Padre Maciel, ¿Cree usted que alguna vez lleguemos a ver el matrimonio de los sacerdotes?
-       Nosotros no, pero de seguro lo verán nuestros hijos.
 
TRATAMIENTO.
            Con motivo de la elección de nuevo Pontífice, una novicia le escribe a Norberto Rivera Carrera.
 
-       “Querido Monseñor”…No, creo que suena muy confianzuda la frase:
-       “Estimado Monseñor”... No, parece que no es apropiado.
-       “Don Monseñor”… No, no suena bien; mejor le pregunto a la superiora.
-       Madre Superiora, ¿Qué Monseñor se pone con Don?
-       ¡Claro hermana, si no esto fuera una guardería!
 
OFICIO DE LA CURIA.
            Lo que se pierde en oficio religioso, se gana en oficio sedicioso.
 
RETRUQUE.
            Un cura católico y un Rabí judío asisten a un banquete. El cura ofrece al rabí un plato de jamón:
-       Muchas gracias reverendo pero mi religión me lo prohíbe.- dice el rabí.
-       ¡Que religión tan extravagante!, el jamón es una delicia- dice el cura.
Al terminar y despedirse le dice el rabí al cura: -“Dé mis saludos a su esposa”
-       ¿A mi esposa?, Usted sabe muy bien que mi religión nos prohíbe el matrimonio.
-       ¿De veras?, -dice el rabí- ¡Que religión tan extravagante!, una esposa es una delicia.
 
CONCESIÓN.
            El coronel Sanders, famoso por haber inventado el pollo Kentucky Fried Chicken, visitó al Papa para comprarle la franquicia y estableciera por decreto que se cambiara la frase del “Padre nuestro” a fin de que en lo sucesivo en lugar de decir “El pan nuestro de cada día…”, se dijera “El pollo Kentucky nuestro de cada día…”
El Papa se negó a aceptar la jugosa oferta en dólares, porque desde hace varios años le concedió la franquicia a la Bimbo.
 
CONTRADICCIÓN.
            Un musulmán se cruza en la calle con un sacerdote católico, con disimulo pero con claridad le dice el sacerdote:
-       Adiós hijo del demonio.
El musulmán le contesta:
Adiós padre.