icono menu responsive
Columnas y artículos de opinión
En Caliente
El canto de la sirena
Benjamín Garcimarrero
11 de marzo de 2013
alcalorpolitico.com
El nombre de la marisquería que ha ocupado los espacios de la prensa escrita y virtual estos últimos días, alude a la belleza mitológica de ese ser, mitad mujer y mitad huachinango que poseían un gran poder hipnótico y seductor en su música y canto, pues la gran belleza de su voz, hacía que los marinos se arrojaran al mar donde eran devorados por ellas.
 
Su origen proviene de la mitología griega y se traslada a todo el mundo y a todos los tiempos.
 
En la leyenda de Jasón y los Argonautas, los marineros encantados por la voz de las sirenas se salvaron del desastre gracias a la habilidad de Orfeo, que logró con su canto tapar la música de aquellas y distraer a los Argonautas que hubieran encallado de otro modo en los sirenum scopuli donde las sirenas habitaban.
 
En la Odisea de Homero, Ulises preparó a su tripulación para evitar la música de las sirenas tapándoles los oídos con cera; y deseoso de escucharlas él mismo, se hizo atar a un mástil para no arrojarse a las aguas al oír su voz y música.
 
La creencia más antigua data de Asiria, 1000 años a.C., y se relaciona también con las Quimeras, que trasportaban las almas de los muertos al Hades.
 
El nombre de la coctelería derribada por la C.F.E., es un atinado y romántico hallazgo: El Canto de la sirena.
 
Contrariamente a ese afinado tino del propietario Williams Javier González Argüello, la C.F.E. cometió un gravísimo atropello con el derribo y destrucción de la negociación ubicada en un predio supuestamente en disputa.
 
La orden del derribo y destrucción, ¿Quién sabe de quién salió?, pero todo indica que los altos mandos o la jerarquía divisional de la Comisión, trató de hacerse justicia por propia mano.
 
Aun suponiendo que la porción de suelo fuera de la empresa eléctrica, ésta no tiene ninguna facultad para ordenar la desocupación de la marisquería y peor aún, su destrucción con un trascabo.
 
Involucró, (quien dio la orden), a un Notario que siendo de Las Trancas, pensó que se las podía brincar; a dos abogados seguramente egresados de Santo Domingo, y hasta el operador de la retroexcavadora.
 
De paso dejaron sin empleo a más de dos docenas de empleados que seguramente tienen acciones judiciales contra la CFE., y por si fuera poco, privaron a la mitad de la población jalapeña de comerse los exquisitos cocteles que despachaban entre cantos de sirena y galletas saladitas como el agua del mar.
 
Seguramente que hay un autor intelectual del desaguisado, o una deformación del sentido de autoridad que tiene la CFE., pues siendo un monopolio de Estado, creen que tienen agarrada de sus santísimas barbas a la santísima trinidad.
 
Trinidad compuesta por el Ejecutivo, Legislativo y Judicial, no vayan a pensar que me estoy metiendo con la religión… A esa la tienen agarrada de otro lado.
 
Si bien decía yo que el Diablo anda suelto y así habrá de seguir una buena temporada hasta que a la Comisión le apliquen un estate quieto parecido al de Elba Ester Gordillo, solo para volverlos al cauce normal y no se salgan de madre.
 
Entiéndase “Salirse de madre” en su acepción más correcta que significa rebasar la cuenca como los ríos, no vaya a pensar la Corte que estamos diciendo improperios como el reciente caso del mal nombre de las armas blancas o de las hojas damasquinas; (puñales), Solo podrá usarse el sustantivo en Toledo (España) cuando vayan a comprar un acero toledano, que ya ven que allá si llaman al pan, pan y al vino, vino.
 
Lo mismo pasa con la preferencia sexual de hombre a hombre que ya también se decretó que no se le puede aplicar el calificativo de “mariquita” so pena de incurrir en sanciones pecuniarias. O acaso en el “ojo por ojo, ojo al cuadrado”.
 
Por ahora no se ha avanzado mucho, pero seguramente habrá de engrosarse la lista de términos prohibidos y habrá cosas innombrables como el Tubérculo Poblano, el ave que incinera las gramíneas, y las posturas de gallina.
 
Y viene al canto porque cuando se vuelva a instalar “El Canto de la Sirena”, ya no podrá decírsele “marisquería” sino coctelería a secas.
 
Y buen provecho.