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Educadores
Raymundo Jiménez
4 de abril de 2013
alcalorpolitico.com
 El presidente Enrique Peña Nieto encabezó ayer en Veracruz el Foro de Consulta del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, “México con Educación de Calidad para Todos”, el cual tuvo que ser aplazado hace tres semanas debido a que el mandatario mexicano fue invitado a mediados de marzo a la ceremonia de entronización del Papa Francisco en el Vaticano.

Sin embargo, casi con un pie en el avión para partir ahora hacia China, Peña Nieto se dio tiempo para asistir, acompañado de la plana mayor de su gabinete, a la entidad veracruzana donde recibió propuestas para enriquecer su proyecto educativo nacional, mismo que ha exigido reformas constitucionales y está enfrentando la resistencia en el nivel de educación básica del magisterio más radical en estados como Oaxaca y Guerrero.

Por ello es que no fue fortuito que Peña eligiera a Veracruz para realizar este Foro de Consulta del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 en materia educativa, pues además en otras entidades como Puebla, Coahuila y hasta el propio Estado de México están en funciones gobernantes políticamente muy identificados con la ex lideresa nacional del SNTE, Elba Esther Gordillo Morales, quien coincidentemente se le inició proceso penal desde finales de febrero por delincuencia organizada y lavado de dinero luego de su manifiesto rechazo a la reforma peñista.


Empero, al margen de este supuesto trasfondo político, tampoco es extraño que el Presidente escogiera a Veracruz para debatir sobre su proyecto educativo sexenal, pues históricamente nuestra entidad, durante el porfiriato, fue cuna de la revolución educativa nacional emprendida a finales del siglo XIX por el educador mexicano nacido en Suiza, Enrique Conrado Rébsamen Egloff (1857-1904), cuyas reformas pedagógicas influyeron de manera decisiva en el sistema educativo actual de México.

Por la influencia del intelectual Carlos Von Gagern, autor del ensayo titulado “Quetzalcóatl” que lo impactó profundamente, Rébsamen decidió venir a México, donde inicialmente llegó para encargarse de la educación de los hijos de un comerciante en León, Guanajuato. Después vivió en la Ciudad de México, donde entabló amistad con literatos y pensadores importantes de esa época, como Ignacio Manuel Altamirano.

El entonces Presidente de la República, Porfirio Díaz, se interesó por su trabajo como pedagogo y lo recomendó con el gobernador de Veracruz, Juan de la Luz Enríquez, quien manejaba un proyecto educativo estatal de grandes alcances.


Por instrucción del gobernador porfirista, en 1885 Rébsamen se incorporó a la escuela modelo de Orizaba, fundada y dirigida por el alemán Enrique Laubcher. Allí creó la academia normal que indujo al general Enríquez a llevar a cabo la reforma educativa que ordenaba que en todas las poblaciones se crearan escuelas de distrito que estuvieran a cargo de profesores egresados de la academia. Allí también el educador generó lo que Abraham Castellanos editaría como “Pedagogía Rébsamen”.

En 1886 el gobernador Enríquez encargó a Rébsamen la creación de una escuela normal en Xalapa y una escuela experimental anexa, que comenzaron a funcionar al siguiente año con veinticinco estudiantes. En ella formó, con las estrategias educativas más modernas de la época, maestros que ejercieron en diferentes lugares del país, modificando la enseñanza primaria. Participó en los Congresos Nacionales de Instrucción Pública de 1889 y 1890, en los que don Justo Sierra Méndez fungió como presidente y Rébsamen como vicepresidente; en ellos aportó elementos muy importantes relacionados con la organización y el funcionamiento de las escuelas.

A partir de 1891 y a petición del presidente Porfirio Díaz, Rébsamen, sin dejar la dirección de la Escuela Normal de Xalapa, comenzó a trabajar en la reorganización de la instrucción pública en diversos lugares: Oaxaca, Jalisco y Guanajuato en forma personal y en otros siete estados a través de sus discípulos, a quienes asesoraba. Para 1900 ya funcionaban en el país 45 escuelas normales. Su trabajo sentó las bases del normalismo mexicano bajo la premisa de que “lo que caracteriza a la escuela normal es la aplicación teórico-práctica de la doctrina para formar hombres y para formar ciudadanos, siendo esta doctrina científica y práctica…”


El pensamiento de Enrique C. Rébsamen –cuyo nombre le fue puesto a la Benemérita Escuela Normal Veracruzana, fundada por él en 1887 y que hasta la fecha sigue siendo la más importante y reconocida en el nivel nacional–, si bien se ubica naturalmente en el contexto de la enseñanza normalista, tiene las condiciones de vigencia que le permiten trascender en el tiempo y en el espacio a otros campos de la pedagogía, ya que se fundamenta en principios que en términos actuales se relacionan con la calidad y la pertinencia de la educación

Ello parece explicar por qué se eligió a Veracruz para este Foro de Consulta del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, “México con Educación de Calidad para Todos”. Además, claro está, de la sólida alianza política que mantiene el gobernador Javier Duarte con el presidente Peña y con los líderes sindicales del magisterio en la entidad.

ARREDONDO


Por cierto, uno de los ponentes en este foro fue el doctor Víctor Arredondo Álvarez, quien no fue a disertar sobre educación básica sino sobre la que más domina: la del nivel superior, lo que obviamente desató todo tipo de especulaciones por su aspiración de buscar nuevamente la Rectoría de la Universidad Veracruzana dentro de cuatro meses.

Arredondo, quien fue el primer rector autónomo de la UV (1997-2004) y que el sexenio anterior se desempeñó como secretario de Educación de Veracruz, presentó ayer una interesante ponencia titulada “Hacia una Reforma Universitaria Enfocada al Profesional del Siglo XXI”, en la que expuso las siguientes interrogantes:

“¿Es recomendable que el PROMEP, además de su énfasis en el contenido disciplinario, dirija mayores recursos a fortalecer aquellos perfiles docentes requeridos para la formación integral del profesional del Siglo XXI?


“¿Tiene sentido que el SNI otorgue una mayor ponderación e incentive en consecuencia, la participación de sus investigadores miembros en las redes especializadas de innovación curricular y de vinculación social orientadas a consolidar las alianzas estratégicas con el sector productivo y de servicios?

“¿Es posible que el PIFI incorpore proyectos horizontales de financiamiento extraordinario que consoliden las reformas estructurales orientadas a la flexibilidad curricular y de la organización académica, en búsqueda de la formación integral de la inmensa mayoría de los estudiantes?

“¿Es aconsejable que los comités interinstitucionales de evaluación y las instancias acreditadoras de programas de licenciatura y posgrado, incorporen criterios más rigurosos de formación integral, flexibilidad académica, internacionalización, retención estudiantil, trayectorias escolares fluidas, eficiencia terminal y titulación, dado que actualmente perdemos en promedio uno de cada dos alumnos que se inscriben en la educación universitaria, incluso en aquellos programas académicos que cuentan ahora con certificación de calidad?


“¿Es posible que el CENEVAL incorpore en sus evaluaciones de egresados, criterios y mediciones sobre el nivel de desarrollo de conocimientos, competencias, valores y actitudes relacionadas con la formación integral?

“¿Es factible una política de regularización formal de plantillas del personal que opera la diversidad de sistemas, servicios y funciones creadas en los últimos 20 años, como consecuencia del financiamiento extraordinario dirigido a la innovación universitaria, pero que se pagan con recursos de las propias instituciones?”